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LA CONCIENCIA TISULAR

Franki Rocher Muñoz

Obrapropia

© Texto: Franki Rocher, D.O.

© Edición: OBRAPROPIA, S.L.

Calle Martí, 18

46005 VALENCIA

www.obrapropia.com

ISBN: 978-84-16717-35-4

Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de un delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y ss. del Código Penal)

ÍNDICE

AGRADECIMIENTOS

PRÓLOGO

INTRODUCCIÓN

EL MODELO DEL CONO

LA CONCIENCIA

LA RELACIÓN CON LA CONCIENCIA

LA ENERGÍA

EL CICLO DE LIBERACIÓN ENERGÉTICA

LAS TÉCNICAS DE TRATAMIENTO

LAS EXTREMIDADES: MIEMBRO SUPERIOR E INFERIOR

EL TRATAMIENTO

LA CONCIENCIA TISULAR Y EL TRABAJO CON LOS NIÑOS

AGRADECIMIENTOS

Quiero agradecer a todas las personas que directa o indirectamente han colaborado en la realización de este libro, especialmente a aquellos que han permitido salir en las fotografías. Gracias a mi hermana Enriqueta Rocher, quien con su profesionalidad ha aportado una vez más calidad en la realización de las fotografías. Os animo a que sigáis indagando en su trabajo en su página web, www.enriquetarocher.com. Y gracias Gisela, Elena, Vicen, Ivan, Esmeralda y los alumnos que salen en algunas de las fotografías. A todos ellos, muchas gracias.

Mientras sigo inmerso como osteópata en el trabajo con la estructura del cuerpo se me plantea una pregunta, ¿Tiene Vida esa estructura? ¿Existe una Vida expresándose en esos huesos, fascias, órganos y todas las estructuras anatómicas del cuerpo? ¿Tiene esa estructura una movilidad por sí sola más allá de las fuerzas del sistema nervioso? ¿Es esa movilidad la simple expresión de la Vida que habita en ella y de cómo es la Vida que ahí se expresa? Como osteópata todas estas preguntas me llevan a lo que Andrew nos decía a menudo, “El Movimiento es la Vida”. Por tanto, conectar con esa movilidad inherente a la Vida es seguir conectado con su concepto sobre la Salud y la Enfermedad. Seguimos escarbando….

“Cuanto más conozcamos la obra del Dios de la Naturaleza, y cuanto más fielmente la sigamos, mas satisfechos estaremos con los resultados de nuestro trabajo.”

A.T Still (Investigación y Práctica)

PRÓLOGO

Gran parte del contenido que presento en este libro es la consecuencia de mi formación como osteópata con Pierre Tricot, este libro esta inspirado en gran parte en mi vivencia en sus clases y en mi día a día como osteópata. Aprovecho al mismo tiempo para expresar mi gratitud a Pierre quien me abrió en su día una puerta hacia otra manera de entender la osteopatía pero también con el tiempo me doy cuenta que ha sido la puerta de entrada hacia otra manera de entender la vida, la medicina y la salud. Darme cuenta que con la osteopatía podemos llegar a trabajar en todos los niveles del ser humano, no solo en la parte material y anatómica, sino que la estructura de la que tanto hablamos los osteópatas esta viva, y es importante que tengamos en cuenta esa vida a la hora de trabajar con ella.

Franki

INTRODUCCIÓN

Con nuestras manos entramos en contacto con esa vida de la estructura del cuerpo pero más allá de esto nos damos cuenta que no solo son nuestras manos las que entran en contacto con esa vida, sino también todo el conjunto de nosotros mismos, con nuestras ideas, relaciones, formas de vivir, y que es en base a todo que nos acercamos a la vida de la estructura de una determinada manera. La vida en el cuerpo está ahí para que nos relacionemos con ella, dialoguemos y sepamos sacarle el máximo partido. Esto me hace recordar a lo que nos comentaba Andrew sobre la anatomía cuando nos decía, “tuve que aprender a relacionarme con esa vida, con su anatomía para luego aprender los complejos nombres del mundo médico”. El osteópata se relaciona con ella al margen de los nombres, los procesos funcionales, patologías, y en definitiva desde los modelos proyectados sobre ella, según nuestra manera de ver las cosas. Es por tanto que tomará gran importancia el cómo aprendemos a relacionarnos con esa estructura viva del cuerpo, sin perder de vista que cada visión del ser humano sobre el cuerpo aporta algo nuevo, pero al mismo tiempo está limitando las cosas a su mirada. Es por tanto, que el cuerpo y la vida que en él habita va a respondernos según el lenguaje y manera de acercarnos a ella. Sera igual de importante darnos cuenta que no somos los únicos capaces de sentir ese cuerpo, puesto que cada ser humano que se acerca a tocar un cuerpo percibirá las cosas en base a la manera que se acerque a él. Un modelo en gran medida influenciado por las historia personal y espiritual de cada ser humano.

La estructura del cuerpo puede descomponerse en infinititas estructuras. Y si seguimos pensando como osteópatas nos damos cuenta que nuestro trabajo sobre la estructura no ha de perder este nivel de trabajo.

“Las grandes bases para el sustento de la cúpula son los átomos, en todas las superestructuras en las que prevalece la vida. Animales, peces, aves, ángeles y mundos, son átomos. Son millones de átomos asociados entre sí que forman mundos de mayor magnitud, sin los que el ojo que los contempla no podría contemplar sus maravillas. Por tanto, ten bien en cuenta a los átomos que forman la vida.

Estamos obligados a no olvidar que el átomo es el inicio y el final de toda forma animal, y sus NECESIDADES deben ser saciadas o cesará la construcción, dejará de tener el control, y será tomado por la destrucción, (….) hasta que el veredicto final de la muerte sea dictaminado al corazón, y desde éste a todos los miembros y troncos de todo animal y vegetal.”

A.T Still

Autobiografía

Cuando estamos en este nivel de trabajo de la estructura nos damos cuenta como nos decía Rollin Becker, que las estructuras vivas pueden definirse por dos características principales:

En una filosofía osteopática donde tiene cabida la ley de la globalidad, nos interesa esa filosofía universal a todos y trabar con ella, aun sabiendo que tienen propósitos específicos a medida que se subdividen. Trabajar con esta filosofía nos mantiene en la globalidad que tanto nos gusta a los osteópatas.

“Si ayudamos a las cosas esenciales del ser. Lo específico responderá mejor.”

Rollin Becker

EL MODELO DEL CONO

Causa y efecto son eternas. La causa puede que no sea muy importante al principio en algunos casos como en otros, pero el tiempo se va añadiendo al efecto hasta que el efecto sobrepasa a la causa, y el final es la muerte. La muerte es la consecuencia final o la suma de todos los efectos.”

A.T Still

Autobiografía

Desde esta mirada de Andrew podemos partir de la aplicación de este modelo a la hora de ver la salud y la enfermedad, especialmente la enfermedad en este caso. Partir de esta mirada sobre la enfermedad nos permite ver el sentido en el que vamos a aplicar nuestro trabajo. Algo que al mismo tiempo es aplicable a la vida en general.

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Cuando pensamos en la formación de un cuerpo vivo podemos decir que el inicio de todos se hizo a partir de dos moléculas, dos datos, un óvulo y un espermatozoide. Vemos entonces cómo toda estructura viva en un inicio son dos datos, la unión de dos energías, la masculina y la femenina.

El cono es una figura que nos ayuda a mostrar lo que queremos decir simplificándolo muy bien en una imagen. Vemos por tanto, que desde esta unión inicial se van a ir generando otras estructuras vivas cada vez más complejas, y que con el paso del tiempo se van haciendo más específicas al tiempo que pierden su universalidad. La parte superior del cono muestra esas estructuras sencillas iniciales. Mientras que a medida que pasa el tiempo, el cono va mostrando la multiplicidad a partir de los datos sencillos iniciales. Podemos entender así cómo de un átomo o célula inicial se acaba formando un órgano. Esto nos muestra cómo el cuerpo humano es un cúmulo de informaciones que han ido generándose con el paso del tiempo.

Cuando nos acercamos al cuerpo humano con esta mirada, al tocarlo a menudo vamos a conectar con las partes inferiores de ese cono. Vamos a conectar y sentir lo más reciente, específico y superficial, pero no por ello lo único que existe. Podemos por ej. Tocar la piel, que no es sino la división o especificidad de las moléculas iniciales del cuerpo humano. A menudo las informaciones importantes permanecen escondidas y en el olvido con el paso del tiempo.

Este modelo o mirada nos sirve también para entender cómo realizamos investigaciones a menudo. Partimos de algo que estamos viendo y que es el efecto o final de toda una cadena de sucesos anteriores que no estamos contemplando en un primero momento pero que son la causa de todo lo que estamos viendo. Podríamos decir que este fue el proceso de Andrew tras morírsele los cuatro hijos después de la guerra en menos de un mes. Partiendo de lo que podía ver, es decir, la enfermedad y muerte de sus hijos, se preguntará de manera intuitiva,

“¿Ha dejado Dios indefenso al hombre frente a la enfermedad? ¿Cuál es el problema?

¿Qué hay que dar y cual se supone que será el resultado?

¿Y una vez muerto a dónde va?

Hasta que decidí que Dios no era un dios de la duda, sino un dios de la verdad.

Y todas Sus creaciones, espirituales y materiales son armoniosas.

Su ley para la vida animal es absoluta.

Así que un Dios tan sabio, seguro que ha colocado el remedio dentro de la casa material en la que espíritu de la vida habita. “

A.T Still

Autobiografía

Vemos entonces que partiendo de la enfermedad y de lo que podía ver dedujo intuitivamente que debía existir un remedio en el interior del cuerpo humano. Y qué es esto sino el principio fundamental de la osteopatía, que todos los remedios necesarios para la curación están en el interior del cuerpo humano.

Pero en la medicina de hoy en día a menudo nos quedamos en la mirada de la parte baja de ese cono, mirando los efectos y queriendo combatirlos con “antiefectos”. Y lo mismo ocurre en la osteopatía queriendo combatir a menudo un dolor cervical con una manipulación cervical. Desde esta mirada empezamos a entender cómo cada vez existen más especialistas y especialidades dentro de la osteopatía y la medicina en general. Nos hacemos especialistas de esa especificación molecular y de las enfermedades que ellas conllevan. Esta mirada tan concreta de las cosas, y de la salud y la enfermedad a menudo puede darnos problemas, puesto que hemos perdido la mirada del conjunto de la persona que tengo delante. Y como osteópatas que nos convertimos en este tipo de especialistas nos trae consigo el problema de perder el enfoque holístico del que tanto presumimos pero que nos saltamos muy a menudo. Ser específicos en ocasiones nos aporta cosas positivas sobretodo en situaciones agudas, pero cuando queremos abordar la enfermedad en su conjunto nos trae muchos problemas.

No es fácil vivir la globalidad, pero con frecuencia es violada por los osteópatas

Cuando como osteópatas tomamos la actitud frente a la persona de querer subir en el cono dejamos de ser tan específicos, y buscamos acceder a datos no tan variados pero que seguramente no estamos viendo en un primer momento. Nos encontramos así con datos que son la causa de efectos o múltiples efectos situados en la parte más inferior del cono, y con los cuales conectamos y vemos en un primer momento. Cuando accedemos sobre esos datos de más arriba nuestra acción es más global. Nuestro trabajo será el de buscar la forma de acceder a todos esos datos que en un primer momento no estamos percibiendo. Además cuando soy capaz de actuar en las partes escondidas, y mas altas del cono, mi acción va a generar cambios sobre los síntomas y efectos que estoy percibiendo en mi mirada. A menudo los datos que están arriba en el cono están olvidados y profundos en la estructura viva del cuerpo, y que son la causa de los datos más superficiales y visibles que percibimos en un primer momento.

Actuando sobre la parte superior del cono, hacemos pocas cosas, pero que harán cambiar al sistema de forma esencial.

Y como Andrew decía:

“No descuidéis las pequeñas cosas. A menudo son la clave de todo”.

Hacemos pequeñas cosas pero que harán cambios importantes.

NO TODOS SENTIMOS LO MISMO

Esto es un punto esencial cuando nos acercamos al cuerpo de una persona. No todos percibimos el universo del mismo modo. Y cuando logramos entender y aceptar eso logramos hacer las cosas desde otra perspectiva. Entonces empieza a tomar importancia cómo percibo yo las cosas y el universo que me rodea, y de manera especial empiezo a darme cuenta que mi desarrollo personal, mi manera de vivir en el mundo repercute sobre mis percepciones a todos los niveles, y eso incluye cada vez que estoy con un paciente. También desde esta mirada, empiezo a cuestionarme qué puedo hacer para percibirlo mejor, ir más allá en las percepciones y ser lo más justo posible. Empiezo a darme cuenta que mis percepciones están relacionadas conmigo mismo. Es desde esta mirada que podemos respetar y aceptar que lo que sentimos es cierto, pero al mismo tiempo respetar lo que sienten los demás. Por eso cuando el resto de personas expresan lo que sienten, podemos ver las diferencias entre unos y otros, y también aceptar esas diferencias. Y luego ver cómo puedo usar todo eso en mi forma de percibir. Todo esto conlleva aceptar que la manera en que yo estoy va a determinar en gran medida la manera que voy a percibir las cosas a mi alrededor y con la persona con la que entro en contacto. La posición de mi cuerpo, el ritmo de mi respiración, mi estado metal y físico, y muchas posibilidades ya relacionadas conmigo mismo y nadie más van a repercutir en mis percepciones. Darme cuenta y aceptar todo esto es sin duda un avance para vivir la palpación desde otra punto de vista. Vivirla como un osteópata que ya no solo entra en contacto con sus manos sensibles y sabias con el cuerpo de una persona, sino que es una persona la que se acerca a la otra y en entra en comunicación con ella.

SOMOS ALGO MÁS QUE CUERPO

Estamos frente a un modelo de trabajo donde lo que prima es la Conciencia que impregna la estructura anatómica del ser humano. Un cuerpo consciente en el que sus estructuras anatómicas están impregnadas de Vida que responden a la vida a su alrededor. Es así que cuando nos acercamos a la anatomía con nuestras manos partimos de la idea que toda estructura viva es consciente, y por tanto al existir vida es entonces que entramos en relación con ella ya no solo con nuestras manos como osteópatas sino nosotros mismos de Ser a Ser, de Yo a Tu.

Pero además, nosotros mismos podemos hablar con nosotros mismos y sentir sensaciones en base a mis meditaciones, pensamientos e intuiciones. Hay un YO que puede comunicarse con su cuerpo y que nos habla muchas veces, esto es algo sutil, pero muchos de nosotros lo percibimos a diario y sentimos reacciones consecuencia de esa comunicación o relación que se establece. Esto quiere decir que si existe una relación de nosotros con nuestro cuerpo eso implica que somos algo más que un cuerpo, o más bien somos algo más que un cuerpo lleno de conciencias que responde a la Vida. Estamos frente a un YO que se comunica con un conjunto de conciencias corporales y que responden a dicha relación. Digamos por tanto que existe un vehículo y el que conduce el vehículo.

LA IDEA QUE SOY UN TERAPEUTA EXTERNO AL PACIENTE ES UNA IDEA FALSA

Y esto es importante a la hora de transmitir el concepto craneal puesto que es algo sutil, pero también puede aplicarse al cómo transmitimos la osteopatía. Y es aquí donde la osteopatía se separa de la ciencia, no todo es exacto, no todo puede medirse, hay cosas que se nos escapan consecuencia de dicha relación. Si no soy consciente que yo induzco en el paciente, sucederán muchas cosas que voy a malinterpretar porque están sucediendo e interpretaré que todo viene del paciente sistemáticamente, cuando la información viene de la interacción paciente- terapeuta. Partimos por tanto de que lo que yo soy influencia en el paciente.

Para mí la respuesta a esta pregunta es saber cómo gestionar una relación. Y esto lo haremos en el modelo de trabajo con la Conciencia y la clave para ello es entender qué es una relación entre dos seres, entre dos universos. Esto permite entender que pueden existir cosas muy distintas con un mismo paciente cuando está en relación con terapeutas distintos, porque cada terapeuta gestiona la relación de una manera distinta. Una vez más la clave es cómo gestiono yo esa relación. Al mismo tiempo es estúpido que cada terapeuta sienta lo mismo y en cada momento.

LA CONCIENCIA

Desde esta mirada en la que no todos percibimos lo mismo, y lo importante que es la relación a la hora de palpar y relacionarnos con la persona que tenemos entre manos, empieza a emerger un concepto esencial en nuestro trabajo, la Conciencia. Desde la mirada de Andrew, donde toda la estructura determina la función, empezamos a tener en cuenta que esa estructura esta viva, y estar vivo, implica tener Conciencia. Un cuerpo dotado de una estructura que posee conciencia, desde sus porciones más sencillas a las más complejas.

¿Quien, o qué poder conduce la parte mental de este trabajo?

¿Es la vida una sustancia?

¿Es un Ser por encima de la electricidad, oxígeno y cualquier otra sustancia visible, que ha sido dotado de poderes mentales para planear y usar las fuerzas de los elementos en su trabajo?

Si es así, podemos pensar por qué la vida nunca falla en producir la perfección en todo lo que hace.“

A.T Still

“Osteopatía: Investigación y práctica”

¿QUÉ ENTENDEMOS ENTONCES POR CONCIENCIA?

El hecho de considerar que la conciencia está en cada estructura del universo, implica que podemos considerarla a diferentes niveles, desde una conciencia compleja a otra lo más sencilla posible. Lo que pasa es que estamos acostumbrados a hablar de conciencia pensando que solo las estructuras complejas como el ser humano tienen conciencia, puesto que partimos de la idea que ser conscientes es la capacidad para observarse y darse cuenta así que se es consciente, que tengo capacidad de sentirme y verme existir. Lo útil de esa mirada es que tenemos la potencialidad para poder ir conociéndonos a nosotros mismos, y que nunca paramos de ir conociéndonos a nosotros mismos. Descubrir esa potencialidad para poder ser consciente de uno mismo es conocer la esencia de nuestro ser, de entender la esencia de lo que somos individualmente. Es así que podemos llegar a reconocer nuestro propio potencial, nuestra potencialidad para poder llegar a ser nosotros mismos. Es decir, ser felices, algo que muchas veces para llegar a ello, hemos de pasar por distintos estados de conciencia que vamos alcanzando a lo largo de nuestra vida.

Pero desde el abordaje osteopático sobre la estructura en el que estamos inmersos vamos a considerar que esa conciencia está en cada estructura viva, sin importar su grado de complejidad, y partiendo de que toda conciencia que existe tiene conciencia. Puede que no sea compleja pero esta viva y la Vida tiene unas características que hemos de observar y trabajar con ellas.

A partir de aquí, si concebimos que todo lo que EXISTE Y ES, es consecuentemente consciente, esto nos lleva a preguntarnos.

¿QUÉ ENTENDEMOS POR SER?

Es algo que existe en si mismo, una estructura viva individual y que existe como entidad. Es por sí misma un YO individual que existe sin necesidad de que sea consciente que existe. Y en el universo dual en el que vivimos esto implica que entonces existe el opuesto, el no yo. Vemos por tanto que en el universo siempre existe la dualidad en todas las cosas. Y eso implica que no soy todo lo opuesto. No soy otra cosa ni persona. En el universo todo se puede concebir con respecto a lo que no soy YO.

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Por tanto, todo lo que existe como YO, crea al mismo tiempo el NO YO. Si algo existe como entidad (YO) es porque considera que su opuesto existe como una entidad propia (NO YO).

Lo que me hace existir a YO, es porque me comparo con respecto a lo que NO SOY.

Esto es válido para una estructura viva, sin importar su complejidad. La diferencia es que las estructuras sencillas existen sin ser conscientes, y las complejas como el ser humano si son conscientes de su existir.

¿CÓMO DEMUESTRA ESTA ESTRUCTURA QUE ESTÁ VIVA?

Con el Movimiento. Todo intercambio con el otro se manifiesta en un continuo movimiento a todos los niveles de existencia. Esa estructura viva intercambia con su entorno en el que existe, intercambia con lo que NO ES. Coge de su entorno y devuelve a su entorno lo que no utiliza, y es así que percibimos su movimiento, que nos damos cuenta que esta viva. Nos damos cuenta que la relación con el entorno es fundamental en toda conciencia para sentirse existir.

Este intercambio podemos percibirlo en nuestras manos cuando las colocamos sobre la estructura del cuerpo.

Es el equilibrio continuado entre ambos movimientos lo que es la Vida, y en definitiva la manifestación de la Salud.

A partir de esta visión tan sencilla podemos entender el modelo de enfermedad que no transmite Andrew,

“Sufrimos por dos causas principales.

Primero por HAMBRE DE COMIDA,

y por los RESTOS DE SUSTANCIAS MUERTAS que se depositan en los centros nerviosos,

cuyos cambios químicos provocan fermentación que regularan las funciones locales”.

A.T Still

Autobiografía

Una estructura viva o conciencia no puede estar en expansión continua porque no puede gastar la energía continuamente. Necesita recuperar al menos parte de ella, para mantenerse viva. Y este problema se resolverá retrayéndose, conservando así energía. Toda estructura viva necesita un equilibrio entre lo que come y elimina. No puede siempre estar comiendo o eliminando. El efecto de ello sería la enfermedad.

Cuando tenemos cuenta este movimiento esencial para la vida de la célula y lo consideramos esencial para su salud y movilidad, podemos concluir entonces que la salud va unida al movimiento. Y será en base a este movimiento que podemos deducir cómo es la vida que se está expresando en ella.

La calidad del movimiento irá unido a la Vida y la Salud