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MADAGASCAR

 

 

José Luis Aznar

EDITORIAL LAERTES

AGRADECIMIENTOS 

Escribir esta guía ha sido un intenso viaje en el que muchas personas de cerca y de lejos, me han ayudado.

Quiero agradecer a los habitantes de Madagascar en su totalidad, porque han sido los primeros en convencerme para que redactase esta guía, por mostrarme hospitabilidad, amabilidad y respeto, por no dejar de sonreír a pesar de las dificultades en sus vidas y por contagiarme ese «buen rollo». Con ellos he compartido momentos intensos y únicos.

A mi amigo Patrick, con el que me he reencontrado después de muchos años por haber compartido una experiencia increíble en el medio oeste.

A Cristian, ese «loco» entrañable que me guió en Nosy Komba.

A Harald, por los días fabulosos que pasamos en el valle de Tsaranoro.

A los buenos guías que he ido conociendo en los parques nacionales, especialmente a Bruno del PN de Marojejy.

A Rholf, de Alemania, por compartir su experiencia de más de 40 años viajando por Madagascar.

A la agencia de viajes Indigo Be, en Antananarivo, que siempre ha mostrado su compromiso para ayudarme.

A Jaume, Silvia y Sergi por lo mucho que he aprendido con ellos y por la confianza depositada en mí.

A los chóferes y guías malgaches por haberme enseñado un poco más su país.

A mis compañeros y amigos bomberos de los parques de Cornellá y El Vendrell por su paciencia, comprensión y por ayudarme cuando los necesito.

A mis amig@s que desde Barcelona me han animado más allá de la presencia física.

A mi padre, por educarme más allá de las palabras.

A mi madre, en paz descanse, quien ha sido y es mi mayor referente.

 

 

 

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USO DE LA GUÍA

El objetivo de esta guía es ayudar al lector en su viaje por Madagascar facilitándole informaciones útiles y actualizadas. Sin embargo, el texto no debería utilizarse como una estricta norma a seguir, sino como una ayuda ante posibles inquietudes y curiosidades. He intentado ser lo más riguroso posible e incluir la máxima información sobre aquellos aspectos que he considerado necesarios.

Madagascar es un país muy vasto y diverso; ni siquiera cien guías y libros bastarían para recoger al detalle toda su riqueza, pero honestamente afirmo que esta contiene información de primera mano, buena y actualizada, que puede ayudar al viajero.

Antes de emprender el viaje, creo importante dar un repaso a esta guía y también buscar libros y otros medios que hablen sobre Madagascar, a fin de intentar entender un poco mejor la compleja realidad del país y evitar sorpresas. Considero que la guía es un buen apoyo y puede dar respuesta a algunas inquietudes, pero también creo que es más importante viajar con espíritu abierto, utilizando la guía como un elemento complementario a la propia experiencia.

África es continente complicado para el occidental, Madagascar también lo es, pero es un país que se deja querer, y a pesar de las diferencias culturales, la población siempre está dispuesta a ayudar al extranjero y mostrar sus costumbres.

La guía está concebida para personas de mente abierta, ansiosas de conocer y descubrir la magia de este país. Esto no implica que los aventureros sean los únicos capaces de disfrutar de un viaje de estas características; viajeros, turistas, cooperantes, deportistas, trabajadores..., a buen seguro que a todas las personas que tienen previsto viajar a Madagascar les impulsa este mismo sentimiento, cada cual a su manera particular y por esta razón no hago distinciones. Esta decisión me alegra, así cualquier tipo de viajero podrá utilizar la guía; yo he puesto mi pequeña parte, el resto dependerá del lector.

He estructurado el libro de la siguiente manera: en primer lugar, en el capítulo de Generalidades se habla del país, de su historia, de la geografía, de la cultura, población...

El cuerpo central, Recorrido de Madagascar, donde se relacionan los distintos puntos de interés, se inicia con la descripción de la capital del país. Le sigue el epígrafe dedicado a las visitas por las proximidades de Antananarivo, continúa por los lugares interesantes de la rn7, sigue por la región norte de Tuléar hasta Morombe, a continuación al sur de Tuléar hasta Fort Dauphin, después la costa sur del Índico y canal de Pangalanes, continúa por la costa medio oeste y la Menabe, sigue por el centro y norte de la costa este, incluyendo la isla de Sainte Marie, a continuación la región de Diego Suárez, incluyendo Nosy Be y, por la RN4 y la RN6, la ruta de Ambaja a Antananarivo por el interior. Y sigue por último la región de la Boina (Majunga y alrededores). He pensado seguir este orden como una de las muchas maneras de recorrer el país y ello no implica complicación alguna a la hora de utilizar la guía. En este apartado se relacionan las ciudades, pueblos, aldeas, playas, montañas, lugares de escalada, parques nacionales y parajes que merecen ser visitados. En la medida de lo posible, en cada una de ellas doy información de cómo llegar, estado de las carreteras, apuntes históricos, visitas de interés, datos útiles, alojamientos, restaurantes, etcétera.

En consejos prácticos facilito información que servirá para preparar el viaje: presupuesto, cómo llegar, circulación, moneda, además de incluir unas sencillas sugerencias destinadas a aquellos viajeros amantes del deporte.

Por último, se incluye una breve relación de palabras que oiremos con frecuencia en el país, un breve vocabulario español-francés-malgache y el índice alfabético.


PALABRAS PARA RECORDAR

Aza fady. En malgache, perdón, disculpa.

Baobab. Se trata del árbol por excelencia de Madagascar, existen ocho especies diferentes en todo el mundo, de las cuales seis son endémicas de la isla, una de esas especies crece en el continente africano y también se produce en Madagascar pero no es nativa de la isla, y otra es australiana. Los árboles miden entre 5 m y pueden llegar hasta los 30 m, su diámetro es de 7 a 11 m, en su tronco hinchado almacenan grandes cantidades de agua, son árboles centenarios que pueden vivir más de mil años. La mayoría de baobabs crecen en lugares secos como la sabana y el desierto, y son tan espectaculares que nadie queda impasible ante su presencia.

Cebú. Es un mamífero de aproximadamente 1,50 m de altura, semejante al buey, con una joroba; se emplea como animal de carga, tira por igual del carro como del arado, su utilidad como animal doméstico está fuera de duda, también se aprovecha su leche, piel y carne.

Fady. Se trata de un sistema de tabúes y supersticiones locales concebido para respetar a los ancestros, tiene innumerables formas y varía de un pueblo a otro. Afecta a la vida cotidiana de manera profunda, por ejemplo en la creación de los principios de organización de la estructura de los pueblos, en sus comportamientos, en qué hacer y qué no hacer. Un fady puede decidir dónde irá el baño, si dentro o fuera, dónde plantar los alimentos, dónde pasturar el ganado, además de prohibir señalar con los dedos un lugar sagrado. Estas creencias antiguas han de ser respetadas en la medida de lo posible por los extranjeros, ante cualquier duda, lo mejor es pedir consejo a los locales.

Famadihana. Es el ritual del retorno de los muertos o de la exhumación. Durante el mismo se extraen los cadáveres de las tumbas, se les renueva la mortaja, se les recuerda con alegría y se les vuelve a enterrar. Hasta la próxima celebración permanecerán en la sepultura siete años más. Véase también en la pág. 62.

Hira gasy. Literalmente, «canto malgache». Es una forma artística popular que mezcla teatro, canción y danza. Los espectáculos de hira gasy están destinados en principio al público local, aunque cada vez hay más extranjeros deseosos de conocer este arte.

Hotely. Restaurantes sencillos y económicos, muchos de ellos a pie de carretera. Suelen servir arroz en abundancia con alguna salsa, acompañado de vianda o pescado y sopa. El precio es a partir de 2.500 Ar (1 €). También encontraremos muchos restaurantes con el nombre de gargote u «hotel», nada a ver con alojamiento, haciendo referencia al mismo tipo de establecimiento mencionado.

Lémurian o lémur. Son primates de la familia Lemuridae, endémicos de Madagascar y algunos pocos de las islas del archipiélago de Comores. Habitan en todo tipo de ambiente donde haya árboles o vegetación alta. Todas las especies de este grupo tienen las extremidades anteriores más cortas que las posteriores y todas tienen también una larga cola, a excepción del indri indri, el lémur más grande del mundo, que tiene una cola de 5 cm. Dentro de esta especie, están los sifakas (Propithecus), que tienen las extremidades posteriores mucho más elevadas; así, en lugar de ir a cuatro patas, saltan espectacularmente tanto desde los árboles como en tierra a dos patas; por ello se han ganado el sobrenombre de lémures bailarines. Se alimentan de frutas, hojas, flores y en ocasiones de algún invertebrado que logren atrapar. Se estima que en Madagascar hay unas cien especies o subespecies de lémures reconocidas que perviven en la actualidad, divididas en cinco familias y quince géneros.

Mora mora. Expresión presente en toda la isla que quiere decir: «lento-lento», «despacio», una fiel representación de la filosofía de vida malgache: no vale la pena preocuparse por lo que no se puede cambiar, y la vida ha de funcionar tranquilamente. Sin duda, una actitud muy inteligente.

Pousse-pousse. Vehículo conocido en el sudeste asiático como rickshaw. Son carros de colores brillantes tirados por un hombre –en algunas localidades ayudado por una bicicleta– y presentes en muchas poblaciones malgaches. El nombre tiene su origen en el grito que lanzaban los conductores a los transeúntes: pousse, pousse («empujen, empujen»), para pedir ayuda en las pendientes pronunciadas.

Rhum arrangé. Ron mezclado, preparado con azúcar e infinidad de frutas (lichis, jengibre, guayaba, frutos de baobab...).

Soava dia. Expresión que leeremos en los letreros de salida de una ciudad o pueblo y que significa «buen viaje».

Taxi brousses. Expresión –que se puede traducir por «taxi de campo» o «de sabana»– utilizada para designar de forma genérica a un vehículo de transporte público motorizado. Suelen ser minibuses de 24 asientos (aunque pueden transportar a mucha más gente) que recorren la casi totalidad del país. También puede tratarse de camión brousse (tipo militar, con bancos o asientos a los lados y que llegan a los destinos que los minibuses normales no alcanzan); taxi-be (taxi grande, generalmente un Peugeot 504 o 505); bâché (pequeña furgoneta adaptada que normalmente se utiliza en las áreas rurales y para recorridos cortos); taxi ville (taxi de ciudad, suelen ser Renault 4, Renault 5 o Citroen 2cv).

Vazaha. Es la primera palabra que debemos identificar en Madagascar. Significa blanco o extranjero (occidental) y la escucharemos continuamente cuando se dirijan a nosotros. Es importante mencionar que el malgache no la utiliza despectivamente, simplemente como costumbre, si a alguien no le gusta, solo tiene que decirlo.

Veloma. Es nuestro adiós, expresión muy popular cuando alguien se despide.