CARTAS




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[Al comandante Fidel Castro]

Comandante:


Tomamos cumplida venganza de la pérdida del Hombrito, matando en el Alto de Conrado por los menos tres guardias. La victoria no fue gratis, pues no pudimos tomar ningún arma y se perdió un fusil.

Alejandro Oñate fue herido en un hombro y a mi me dieron una bala de M-1en la garganta del pie, que quedó allí y me impide totalmente caminar por ahora. Ramiro se hizo cargo de la columna y va con la mayor parte de la gente hacia el lugar que te indicará el portador. Conviene un rápido auxilio en30.06y45automática. Yo me quedo en seguridad con una emboscada preparada. Siento mucho haber desoído tus consejos, pero la moral de la gente estaba bastante caída como resultado del ajetreo infructuoso a que fue sometida y consideré necesaria mi presencia en primera línea de fuego. Con todo, me cuidé bastante y la herida fue casual.

El sube que le hemos dado ha sido notable, puede calcularse en doce bajas definitivas entre muertos y prisioneros, sin contar los heridos. El resultado ha sido pobre en cuanto a adquisición de armamentos.

La situación está calma y no hay noticias de otras tropas en los alrededores, salvo una pequeña guarnición en Mar Verde,cuyo ataque no me atrevo a ordenar por la escasez de parque.Te adjunto las proclamas producto del “genio” de Capote, cuya distribución he ordenado en grande dentro de nuestras posibilidades.

Se despide fraternalmente,


CHE


Sierra Maestra, diciembre 9 de 1957.


Fidel:

Recibí la carta a Prío y ya la están imprimiendo. De su contenido, me parece que es un documento de la categoría, por lo menos, del de Montecristi y con toda seguridad será un prototipo histórico. Hoy quizás provoque algunas retracciones sobre todo en algunas altas esferas industriales, pero, ya lo decía Lenin, la política de principios es la mejor política. El resultado final será magnífico.

Es fantástico que ya podamos ir a Manzanillo. Yo de hecho tengo una columnita al mando de Israel operando allí donde me dijiste. No tengo noticias directas pero las que me llegan de trasmano indican que tomó [ ]1 con siete soldados y los soltó luego. Según algunos, tiene ya ochenta hombres. Pienso hacerlo capitán, ponerle un maestro para que aprenda a leer y bajarlo a algún lugar. Sobre la tropa mía ya te habrá hablado Ramiro. Camilo está hecho un león en todo y es mi confianza actual. Para acabar, quiero repetirte la felicitación por el documento. Te dije que siempre tendrás el mérito de haber demostrado la posibilidad de lucha armada apoyada por el pueblo, en América. Ahora vas por el camino más grande de ser uno de los dos o tres de América que llegaran al poder por una lucha armada multitudinaria.

Te saluda



CHE


Sierra Maestra, enero6,1958,8:45





Abril2/9:55[1958]

[A Camilo]

Camilo:


No vayas a gastar las balas en combates sin importancia. Aquí la cosa estuvo buena, pues Vilo y la gente se fajaron como5horas. No pasó nada, fuera de las cosas que quemaron; quizás le hiciéramos un muerto.

Organiza toda la gente y averigua cuántas caballerías y cuántas cabezas de ganado tiene la Candelaria; trata de mandarme a Vitorino para que converse conmigo. Manténme informado de todo. Comunícate con [ ] .

Al Chivo le das las instrucciones para que opere por la zona Bayazo-Veguitas. (Por ese lado y no por otro.) Y le dices que la gente la mandaré en cuanto llegue.


CHE

Te mando unas cartas. Al Chivo que el paquete es de él.



Abril3/7p. m. [1958]

Camilo:

Te mando unas800balas. Con Mendoza irán más. Te las mando de refuerzo pues llegó un camión cargado de armas (avión no camión). Vino una gran cantidad de balas pero no me mandaron muchas a mí. El avión fue incendiado para evitar su identificación pues no pudo despegar. Llegaron50y proyectiles de mortero.

Mándame decir todo lo que hagas y qué resultó de tu entrevista con Hernán, además, cómo va la cosa por allí, pues desde aquí no se puede saber nada. Recuerda lo fundamental que es impedir el tránsito por la carretera central.

CHE



Abril5de1958

Camilo:

Es muy importante que me mandes noticias de todo lo que sepas y hayas hecho, no sólo desde el punto de vista militar sino también co [n] respecto a la paralización del transporte y la huelga general, pues estoy sin noticias de ninguna clase.

Te mando a Mendoza y los escopeteros de Oscar. Te dije también que me consiguieras a Victorino Pérez que formó su guerrilla por ahí para hablar con él. Infórmame de la actitud de Hernán y de la cooperación que se pueden prestar mutuamente.

Suerte. No vayas a darle la mala a Cristino con su M-1. Ya solucioné el asunto de Mendoza y lo puedes dejar allí. Van800balas más. Si crees que pueda servir en el Dorado, devuélvele el Garand a Alcibiades que yo se lo di.

CHE



[A Camilo]

Pobre diablo:


Recibí tus noticias cuando me disponía a salir a tu región a meter en un zapato al [ ]. Tengo autorización del gigante para ello. No vayas a Camagüey todavía. Te diré que pensaba proponerle, si fracasaba la huelga, organizar una columna invasora de 20 hombres y dejarte varado en la zona, pero como te anticipaste por escrito, le propondré que sean2columnitas con sus correspondientes comandantes. Por la zona puedes hacer lo que te venga en gana, pero no te arriesgues mucho para ver el final de la fiesta que me parece está próxima.

Además te mando este pequeño recuerdo de una noche en la Otilia.


He aprendido en libros viejos

donde tratan del destino

que no se llega muy lejos

si yo voy detrás, cretino.


M. I. O.


te alcanzo pronto, prepara tabacos, besitos a todos

CHE


abril12/1:05




Camilo:


Estoy en casa de tu tocayo Camilo López, cerca de allí, y salgo esta tarde para la arrocera. Esta ya debe estar tomada a estas horas porque pensaba tirarme el lance de coger camiones allí, aunque ahora me dicen que no hay jeeps, ni nada en la arrocera y hay400guardias en Jobabo. Probablemente bolas; pero hay que coordinar acciones. Mándame decir tu rumbo o ten prevenida a la gente para no fajarnos en caso de topar como dicen que haremos.


CHE

Septiembre7-1958 2:45


A las 4 sale el primero para la arrocera.



Octubre 19/1958

Camilo:

De la nota anterior sólo hay que cambiar las acciones sobre Morón que parece estar muy lejos para nuestras posibilidades.

Te adjunto la nota de Fidel, que leí, y 2,000 té, café 1,000. No me adhiero al saludo porque me toca mi poquito.

Haz lo que puedas hasta que converse con esta gente y te mande una impresión general de la situación y quédate.

Nuevo abrazo


CHE

Adicional

Hasta, que establezca un mando único que decidirá en la zona ve formando una comisión encargada del aprovisionamiento y distribución equitativa de las vituallas.

Manda de una vez la cámara.

Abrazos

Ramiro.


CHE



Octubre 25/1958 - 7:20 p. m.

Faure (o cualquier responsable)

Estoy esperando noticias. Espero que, no les haya pasado nada con el bombardeo de hoy. Aquí vinieron diciendo que Juanito estaba rodeado; digan si es posible eso y si necesitan ayuda. Necesitaría información de la situación en el punto que nos interesa y en caso que uds. no puedan hacer el trabajo, vean si me pueden facilitar un par de prácticos.

Saludos,


CHE



Sierra del Escambray,7de Noviembre de1958


Sr. Secretario General

del Directorio Revolucionario.

Compañero Faure Chaumon.


Estimado Compañero:


Me dirijo a Ud. con el objeto de informarle de los últimos acontecimientos ocurridos en el seno de esta Sierra Escambray.

Las dificultades surgidas entre nosotros y la organización denominada Segundo Frente del Escambray fueron haciendo crisis luego del llamamiento de nuestro Jefe máximo Dr. Fidel Castro hasta culminar en una franca agresión cometida contra uno de mis capitanes situado en la zona de San Blas. Esa delicada situación hace imposible el llegar a un acuerdo con la citada organización.

En nuestra pasada entrevista no pude hacer ofrecimientos concretos debido a la negativa franca por parte de Uds. a conversar siquiera con miembros del Segundo Frente, lo que estaba en contradicción con las instrucciones unionistas que traía de la Sierra Maestra. Considero que en el momento actual el Movimiento26de Julio tampoco puede hablar en plano fraterno con esa institución lo que abre la vía para que efectuemos nosotros conversaciones concretas sobre todos los puntos de intereses de nuestras respectivas organizaciones.

En conversaciones oficiales sostenidas con miembros del Partido Socialista Popular éstos se han mostrado en una postura francamente unionista y puesto a disposición de esa unidad su organización en el llano y sus guerrillas del frente de Yaguajay.

Puedo ir a conferenciar donde a Ud. le parezca más conveniente pero, si por motivos de acciones militares, no se puede hacer contacto directo conmigo, está autorizado para efectuar esta conferencia el comandante Ramiro Valdés, segundo Jefe Militar de esta zona por el Movimiento26de Julio.

Aprovecho la oportunidad para informarle que el compañero Pompilio Viciedo ha reiterado su disposición de someterse a juicio antes de abandonar nuestras filas razón por la cual quedará detenido en este campamento hasta el total esclarecimiento de los hechos agradeciéndoles toda declaración que pudieran hacer testigos presenciales o conocedores ocasionales del hecho y la comparecencia de todos ellos al juicio que se celebrará cuando se hayan reunido los dispersos elementos de prueba.

Reciba el saludo revolucionario.


CHE

Comandante en Jefe de la región de Las Villas por el Movimiento 26 de Julio




Faure:

Fuimos cercando el pueblo durante la noche. Ahora tenemos dominada una posición en la que se rindieron 9 guardias. Hay dos posiciones más que están cercadas y el cuartel también. El camino de Nazareno está bien custodiado. Si Uds. los detienen en Báez se tendrán que rendir.

Te saluda


CHE

Diciembre 1958

1:00 p. m.



Santa Lucía, noviembre 3 de 1958


Estimado Sierra:1

Acabo de recibir tu carta con profunda sorpresa, pues me doy cuenta que no es lo mismo lo que se discute aquí y aquí se aprueba, y el tamiz del Llano. Me pones en la postdata que Diego está de acuerdo contigo y aquí estaba de acuerdo conmigo. Será que Diego no tiene palabra, o simplemente, no tiene opinión sobre problemas fundamentales de la Revolución.

Dices que ni el mismo Fidel hizo eso cuando no tenía que comer. Es verdad; pero cuando no tenía qué comer, tampoco tenía fuerzas para hacer un acto de esa naturaleza. Cuando pedimos ayuda alas clases que podrían sufrir en sus intereses por el asalto, nos respondieron con evasivas para, finalmente, traicionarnos; como ocurrió con los arroceros en la reciente ofensiva.

Según quien me trae la carta, las direcciones de los pueblos amenazan con renunciar. Estoy de acuerdo con que lo hagan. Más aún, lo exijo ahora, pues no se puede permitir un boicot deliberado a una medida tan beneficiosa para los intereses de la Revolución como es ésa.

Me veo en la triste necesidad de recordarte que he sido nombrado comandante en jefe, precisamente para dar una unidad de mando al Movimiento y hacer las cosas mejor. Por los timoratos, no se pudo realizar el ataque a Fomento, como lo habíamos planeado. A la hora de los tiros, había un número ridículo de cocteles; no había un miliciano para realizar las tareas a ellos encomendadas y salieron con que no era la hora indicada. Renuncie o no renuncie, yo barreré, con la autoridad de que estoy investido, con toda la gente floja de los pueblos aledaños a la Sierra. No pensé que vendría a ser boicoteado por mis propios compañeros. Ahora me doy cuenta que el viejo antagonismo que creíamos superado, resurge con la palabra “llano”, y los jefes divorciados de la masa del pueblo, opinan sobre las reacciones de éste. Te podría preguntar: ¿por qué ningún guajiro ha encontrado mal nuestra tesis de que la tierra es para quien la trabaja, y si los terratenientes? Y si eso no tiene relación con que la masa combatiente esté de acuerdo con el asalto a los bancos cuando ninguno tiene un centavo en ellos. ¿No te pusiste nunca a pensar en las raíces económicas de ese respeto a la más arbitraria de las instituciones financieras? Los que hacen su dinero prestando el dinero ajeno y especulando con él, no tienen derecho a consideraciones especiales. La suma miserable que ofrecen es lo que ganan en un día de explotación, mientras este sufrido pueblo se desangra en la Sierra y el Llano, y sufre diariamente la traición de sus falsos conductores.

Me adviertes con la responsabilidad total de la destrucción de la organización. Acepto esa responsabilidad revolucionariamente y estoy dispuesto a rendir cuentas de mi conducta ante cualquier tribunal revolucionario, en el momento que lo disponga la Dirección Nacional del Movimiento. Daré cuenta del último centavo que se confiera a los combatientes de la Sierra, o que éstos lograran por cualquier medio. Pero pediré cuenta de cada uno de los 50,000 pesos que anuncias, pues te comunico que por resolución de Fidel, en carta que te mostraré cuando subas, la tesorería del Frente del Escambray, debe estar aquí.

Me pides un recibo con mi firma, cosa que no acostumbramos a hacer entre compañeros. Soy absolutamente responsable de mis actos y mi palabra vale más que todas las firmas del mundo. Si exijo firmas a alguien, es porque no estoy convencido de su honestidad. No se me hubiera ocurrido pedírtela a ti sobre nada, aunque le exigiría cien a Gutiérrez Menoyo.

Acabo con un saludo revolucionario y te espero junto con Diego,

 

 

CHE



La Habana, febrero 5, 1959

Sr. Juan Hehong Quintana

A-6, Primera # 371

Oeste, Cárdenas.


Estimado amigo:


Agradezco su gesto. Siempre es bueno que la juventud esté dispuesta a sacrificarse por causas tan nobles como darle la libertad a Santo Domingo, pero estimo que en este momento nuestro puesto de lucha está aquí, en Cuba, donde hay enormes dificultades que vencer.

Dedíquese por ahora a trabajar entusiásticamente por nuestra Revolución, que será la mejor ayuda que podamos ofrecer al pueblo dominicano, es decir, el ejemplo de nuestro triunfo completo.

Reciba un saludo de,


Dr. Ernesto (Che) Guevara

Cmdte. en Jefe Depto. Mtar.

La Cabaña.



La Habana,12de abril de1960

“Año de la Reforma Agraria”

Sr. Ernesto Sábato

Santos Lugares

Argentina


Estimado compatriota:

Hace ya quizás unos quince años, cuando conocí a un hijo suyo, que ya debe estar cerca de los veinte, y a su mujer, por aquel lugar creo que llamado “Cabalando”, en Carlos Paz, y después, cuando leí su libroUno y el universo, que me fascinó, no pensaba que fuera Ud. —poseedor de lo que para mí era lo más sagrado del mundo, el título de escritor— quien me pidiera con el andar del tiempo una definición, una tarea de reencuentro, como Ud. llama, en base a una autoridad abonada por algunos hechos y muchos fenómenos subjetivos.

Fijaba estos relatos preliminares solamente para recordarle que pertenezco, a pesar de todo, a la tierra donde nací y que aún soy capaz de sentir profundamente todas sus alegrías, todas sus esperanzas y también sus decepciones. Sería difícil explicarle por qué “esto” no es Revolución Libertadora; quizás tendría que decirle que le vi las comillas a las palabras que Ud. denuncia en los mismos días de iniciarse, y yo identifiqué aquella palabra con lo mismo que había acontecido en una Guatemala que acababa de abandonar, vencido y casi decepcionado. Y, como yo, éramos todos los que tuvimos participación primera en esta aventura extraña y los que fuimosprofundizando nuestro sentido revolucionario en contacto con las masas campesinas, en una honda interrelación, durante dos años de luchas crueles y de trabajos realmente grandes.

No podíamos ser “libertadora” porque no éramos parte de un ejército plutocrático sino éramos un nuevo ejército popular, levantado en armas para destruir al viejo; y no podíamos ser “libertadora” porque nuestra bandera de combate no era una vaca sino, en todo caso, un alambre de cerca latifundiaria destrozado por un tractor, como es hoy la insignia de nuestro INRA. No podíamos ser “libertadora” porque nuestras sirvienticas lloraron de alegría el día que Batista se fue y entramos en La Habana y hoy continúan dando datos de todas las manifestaciones y todas las ingenuas conspiraciones de la gente “Country Club” que es la misma gente “Country Club” que Ud. conociera allá y que fueran a veces sus compañeros de odio contra el peronismo.

Aquí la forma de sumisión de la intelectualidad tomó un aspecto mucho menos sutil que en la Argentina. Aquí la intelectualidad era esclava a secas, no disfrazada de indiferente, como allá, y mucho menos disfrazada de inteligente; era una esclavitud sencilla puesta al servicio de una causa de oprobio, sin complicaciones; vociferaban, simplemente. Pero todo esto es nada más que literatura. Remitirlo a Ud., como lo hiciera Ud. conmigo, a un libro sobre la ideología cubana, es remitirlo a un plazo de un año adelante; hoy puedo mostrar apenas, como un intento de teorización de esta Revolución, primer intento serio, quizás, pero sumamente práctico, como son todas nuestras cosas de empíricos inveterados, este libro sobre la Guerra de Guerrillas. Es casi como un exponente pueril de que sé colocar una palabra detrás de otra; no tiene la pretensión de explicar las grandes cosas que a Ud. inquietan y quizás tampoco pudiera explicarlas ese segundo libro que pienso publicar, si las circunstancias nacionales e internacionales no me obligan nuevamente a empuñar un fusil (tarea que desdeño como gobernante pero que me entusiasma como hombre gozoso de la aventura). Anticipándole aquello que puede venir o no (el libro), puedo decirle, tratando de sintetizar, que esta Revolución es la más genuina creación de la improvisación.

En la Sierra Maestra, un dirigente comunista que nos visitara, admirado de tanta improvisación y de cómo se ajustaban todos los resortes que funcionaban por su cuenta a una organización central, decía que era el caos más perfectamente organizado del universo. Y esta Revolución es así porque caminó mucho más rápido que su ideología anterior. Al fin y al cabo Fidel Castro era un aspirante a diputado por un partido burgués, tan burgués y tan respetable como podía ser el partido radical en la Argentina; que seguía las huellas de un líder desaparecido, Eduardo Chibás, de unas características que pudiéramos hallar parecidas a las del mismo Irigoyen; y nosotros, que lo seguíamos, éramos un grupo de hombres con poca preparación política, solamente una carga de buena voluntad y una ingénita honradez. Así vinimos gritando: “en el año56seremos héroes o mártires”. Un poco antes habíamos gritado o, mejor dicho, había gritado Fidel: “vergüenza contra dinero”. Sintetizábamos en frases simples nuestra actitud simple también.

La guerra nos revolucionó. No hay experiencia más profunda para un revolucionario que el acto de la guerra; no el hecho aislado de matar, ni el de portar un fusil o el de establecer una lucha de tal o cual tipo, es el total del hecho guerrero, el saber que un hombre armado vale como unidad combatiente, y vale igual que cualquier hombre armado, y puede ya no temerle a otros hombres armados. Ir explicando nosotros, los dirigentes, a los campesinos indefensos, cómo podían tomar un fusil y demostrarle a esos soldados que un campesino armado valía tanto como el mejor de ellos; e ir también aprendiendo cómo la fuerza de uno no vale nada si no está rodeada de la fuerza de todos; e ir aprendiendo, asimismo, cómo las consignas revolucionarias tienen que responder a palpitantes anhelos del pueblo; e ir aprendiendo a conocer del pueblo sus anhelos más hondos y convertirlos en banderas de agitaciónpolítica. Eso lo fuimos haciendo todos nosotros y comprendimos que el ansia del campesino por la tierra era el más fuerte estímulo de lucha que se podía encontrar en Cuba. Fidel entendió muchas cosas más; se desarrolló como el extraordinario conductor de hombres que es hoy y como el gigantesco poder aglutinante de nuestro pueblo. Porque Fidel, por sobre todas las cosas, es el aglutinante por excelencia, el conductor indiscutido que suprime todas las divergencias y destruye con su desaprobación. Utilizado muchas veces, desafiado otras, por dinero o ambición, es temido siempre por sus adversarios. Así nació esta Revolución, así se fueron creando sus consignas y así se fue, poco a poco, teorizando sobre hechos para crear una ideología que venía a la zaga de los acontecimientos. Cuando nosotros lanzamos nuestra Ley de Reforma Agraria en la Sierra Maestra, ya hacía tiempo se habían hecho repartos de tierra en el mismo lugar. Después de comprender en la práctica una serie de factores, expusimos nuestra primera tímida ley, que no se aventuraba con lo más fundamental como era la supresión de los latifundistas.

Nosotros no fuimos demasiado malos para la prensa continental por dos causas: la primera, porque Fidel Castro es un extraordinario político que nunca mostró sus intenciones más allá de ciertos límites y supo conquistarse la admiración de reporteros de grandes empresas que simpatizaban con él y utilizan el camino fácil en la crónica de tipo sensacional; la otra, simplemente porque los norteamericanos, que son los grandes constructores de tests y de raseros para medirlo todo, aplicaron uno de sus raseros, sacaron su puntuación y lo encasillaron. Según sus hojas de testificación, donde decía: “nacionalizaremos los servicios públicos”, debía leerse: “evitaremos que eso suceda si recibimos un razonable apoyo”; donde decía: “liquidaremos el latifundio”, debía leerse: “utilizaremos el latifundio como una buena base para sacar dinero para nuestra campaña política, o para nuestro bolsillo personal”, y así sucesivamente. Nunca les pasó por la cabeza que lo que Fidel Castro y nuestro Movimiento dijeran tan ingenua y drásticamente fuera la verdad de lo que pensábamos hacer; constituimos para ellos la gran estafa de este medio siglo, dijimos la verdad aparentando tergiversarla. Eisenhower dice que traicionamos nuestros principios, es parte de su verdad; traicionamos la imagen que ellos se hicieron de nosotros, como en el cuento del pastorcito mentiroso, pero al revés, tampoco se nos creyó. Así estamos ahora hablando un lenguaje que es también nuevo, porque seguimos caminando mucho más rápido que lo que podemos pensar, y estructurar nuestro pensamiento, estamos en un movimiento continuo y la teoría va caminando muy lentamente, tan lentamente, que después de escribir en los poquísimos ratos que tengo este manual que aquí le envío, encontré que para Cuba no sirve casi; para nuestro país, en cambio, puede servir; solamente que hay que usarlo con inteligencia, sin apresuramiento ni embelecos. Por eso tengo miedo de tratar de describir la ideología del movimiento; cuando fuera a publicarla, todo el mundo pensaría que es una obra escrita muchos años antes.

Mientras se van agudizando las situaciones externas y la tensión internacional aumenta, nuestra Revolución, por necesidad de subsistencia, debe agudizarse y, cada vez que se agudiza la Revolución, aumenta la tensión y debe agudizarse una vez más ésta, es un círculo vicioso que parece indicado a ir estrechándose y estrechándose cada vez más hasta romperse; veremos entonces cómo salimos del atolladero. Lo que sí puedo asegurarle es que este pueblo es fuerte, porque ha luchado y ha vencido y sabe el valor de la victoria; conoce el sabor de las balas y de las bombas y también el sabor de la opresión. Sabrá luchar con una entereza ejemplar. Al mismo tiempo le aseguro que en aquel momento, a pesar de que ahora hago algún tímido intento en tal sentido, habremos teorizado muy poco y los acontecimientos deberemos resolverlos con la agilidad que la vida guerrillera nos ha dado. Sé que ese día su arma de intelectual honrado disparará hacia donde está el enemigo, nuestro enemigo, y que podemos tenerlo allá, presente y luchando junto con nosotros. Esta carta ha sido un poco larga y no está exenta de esa pequeña cantidad de pose que a la gente tan sencilla como nosotros le impone, sin embargo, el tratar de demostrar ante un pensador que somos también eso que no somos: pensadores. De todas maneras, estoy a su disposición.

Cordialmente,


Ernesto Che Guevara



Tarará, marzo 10 de 1959

Comp. Carlos Franqui

Director del Periódico Revolución

La Habana.


Compañero Franqui:


Vi en la revista Carteles, en la sección “Tras la noticia”, que escribe Antonio Llano Montes, una nota que me ha interesado, por insinuar algo sobre mi postura revolucionaria, tras la siguiente frase, aparentemente inofensiva: “El comandante Guevara fijó su residencia en Tarará”.

No analizaré aquí quién es el señor periodista ni daré noticias sobre lo que él tiene en los archivos a mi custodia encomendados, no es en mi intención hacer acusaciones o contraacusaciones, me debo a la opinión pública y a quienes han confiado en mi como revolucionario.

Le aclaro a los lectores de Revolución que estoy enfermo, que mi enfermedad no la contraje en garitos ni trasnochando en cabarets, sino trabajando más de lo que mi organismo podía resistir para la Revolución.

Los médicos me recomendaron una casa en un lugar apartado de las diarias visitas y Recuperación de Bienes me prestó ésta que habitaré en la referida playa hasta que los colegas que me atienden me den de alta; debí ocupar una casa de personeros del antiguo régimen porque mi sueldo de $125.00 como oficial del Ejército Rebelde no me permite alquilar una con suficiente amplitud para albergar a la gente que me acompaña.

El hecho de ser una casa de antiguo batistiano hace que sea lujosa; elegí la más sencilla, pero de todas maneras es un insulto a la sensibilidad popular. Prometo al señor Llano Montes y sobre todo al pueblo de Cuba que la abandonaré cuando esté repuesto.

Te agradeceré la publicación de estas líneas para mejor ilustración de nuestro pueblo, sobre la actuación de quienes hemos contraído una responsabilidad con él.


 

CHE



Diciembre29de1962

Comp. Carlos Franqui

Director PeriódicoRevolución.

Ciudad.


Compañero Franqui:

No me gustó el rotograbado del otro día; permíteme que te lo diga con toda franqueza y te diga el por qué, aspirando a que estas líneas se publiquen como una “descarga mía”.

Dejando de lado pequeñeces que no hablan bien de la seriedad del periódico, como esas fotos con grupos de soldados apuntando a un supuesto enemigo y el ojo virado a la cámara, hay errores fundamentales:

1) Ese extracto de diario no es enteramente auténtico. La cosa fue así: me preguntaron (aún durante la guerra) si había llevado un diario de la invasión. Yo lo hice pero en forma de notas muy escuetas, para mi uso personal, y no tenía tiempo en aquellos momentos de desarrollarlo. De eso se encargó (no recuerdo ahora en qué circunstancias) un señor de Santa Clara que resultó ser bastante “picúo” y quiso agregar hazañas mediante adjetivos.

El poco valor que pudieran tener esas cuatro notas, acaba cuando pierden autenticidad.

2) Es falso que la guerra constituyera para mi una cosa de segundo orden por atender al campesinado. En aquel momento ganar la guerra era lo importante y creo haberme dedicado a esa tarea con todo el empeño de que era capaz. Después de entrar al Escambray, di dos días de descanso a una tropa que llevaba cuarenta y cinco días de marcha en condiciones extremadamente difíciles y reinicié operaciones tomando Güinía de Miranda. Si se pecó de algo, fue al contrario; poca atención a la difícil tarea de bregar con tanto “come vaca” como estaba alzado en esas dichosas lomas y muchos buches de bilis me costaron Gutiérrez Menoyo y su cuadrilla que tuve que tragar para poder dedicarme a la tarea central: La Guerra.

3) Es falso que Ramiro Valdés fuera “cercano colaborador del “Che” en asuntos organizativos” y no sé cómo pudo pasarte eso, como director, conociéndolo tan bien.

 

Ramirito estuvo en el Moncada, preso en Isla de Pinos, vino en el Granma como teniente, ascendió a capitán cuando yo fuera nombrado comandante, dirigió una columna como comandante, fue segundo jefe en la invasión y luego dirigió las operaciones del sector Este, mientras yo marchaba hacia Santa Clara.

Considero que la verdad histórica debe respetarse: fabricarla a capricho no conduce a ningún resultado bueno. Por eso —y ser actor de esa parte del drama— me animó a hacerte estas líneas críticas que quieren ser constructivas. Me parece que si hubieras revisado el texto podrían haberse obviado los errores.

Felices pascuas y un próximo año sin muchos titulares, de impacto (por lo que ellos traen) te desea


 

CHE



La Habana, febrero 20 de 1964

“Año de la Economía”

Sra. María Rosario Guevara

36, rue d’Annam.

(Maarif) Casablanca,

Maroc.


Compañera:

De verdad que no sé bien de qué parte de España es mi familia. Naturalmente hace mucho que salieron de allí mis antepasados con una mano atrás y otra delante; y si yo no las conservo así, es por lo incómodo de la posición.

No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si Ud. es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante.

Un saludo revolucionario de,

“Patria o Muerte. Venceremos”

Cmdte. Ernesto Che Guevara



La Habana, Febrero26de1964

“Año de la Economía”


Sr. José Medero Mestre

Juan Bruno Zayas, #560

e/ Ave. de Acosta y O’Farrill

Víbora, Habana.


Compañero:

Le agradezco su interés y sus notas. Para convencerme puso el dedo en la llaga; cita a quienes impugno. Lamentablemente no puedo extender una polémica epistolar por las implicaciones que tiene sobre mi tiempo.

En números sucesivos deNuestra Industria Económicairán saliendo artículos que demuestran la preocupación de una selecta cantidad de técnicos soviéticos sobre problemas similares.

Sólo una afirmación para que piense: Anteponer la ineficiencia capitalista con la eficiencia socialista en el manejo de las fábricas es confundir deseo con realidad. Es en la distribución donde el socialismo alcanza ventajas indudables y en la planificación centralizada donde ha podido eliminar las desventajas de orden tecnológico y organizativo con el capitalismo. Tras la ruptura de la sociedad anterior se ha pretendido establecer la sociedad nueva con un híbrido; al hombre lobo, la sociedad de lobos, se lo reemplaza con otro género que no tiene su impulso desesperado de robar a los semejantes, ya que la explotación del hombre por el hombre ha desaparecido, pero si impulsos de las mismas cualidades (aunque cuantitativamente inferiores), debido a que la palanca del interés material se constituye en el árbitro del bienestar individual y de la pequeña colectividad (fábricas por ejemplo), y en esta relación veo la raíz del mal. Vencer al capitalismo con sus propios fetiches a los que se les quitó su cualidad mágica más eficaz, el lucro, me luce una empresa difícil.

Si esto es muy oscuro (ya pasa la media noche en mi reloj), tal vez le aclare mi idea este otro símil: La palanca del interés material en el socialismo es como la lotería de Pastorita; no alcanza a iluminar a los ojos de los más ambiciosos ni a movilizar la indiferencia de los más.

No pretendo haber terminado el tema ni mucho menos establecido el “amén” papal sobre éstas y otras contradicciones. Desgraciadamente, a los ojos de la mayoría de nuestro pueblo, y a los míos propios, llega más la apologética de un sistema que el análisis científico de él. Esto no nos ayuda en el trabajo de esclarecimiento y todo nuestro esfuerzo está destinado a invitar a pensar, a abordar el marxismo con la seriedad que esta gigantesca doctrina merece.

Por ello, porque piensa, le agradezco su carta; lo de menos es que no estemos de acuerdo.

Si alguna vez tiene que decirme alguna otra cosa, recuerde que no soy maestro; uno más entre los hombres que hoy luchan por hacer una Cuba nueva, pero que tuvo la suerte de vivir al lado de Fidel en los momentos difíciles de la Revolución Cubana y algunos de los momentos más trágicos y gloriosos de la historia del mundo que lucha por su libertad. De ahí que usted me conozca y yo no recuerde su nombre; podría haber sido al revés, sólo que entonces yo tendría que escribirle de alguna remota región del mundo donde mis huesos andarines me llevaran, ya que no nací aquí.

Eso es todo.

Revolucionariamente,

“Patria o Muerte. Venceremos”

Cmdte. Ernesto Che Guevara



Mayo 26 de 1964

“Año de la Economía”


Dr. Eduardo B. Ordaz Ducungé

Director Hospital Psiquiátrico

La Habana.


Estimado Ordaz:


Acuso recibo de la Revista. Aunque tengo muy poco tiempo, me parecen muy interesantes los temas y trataré de darle una leída.

Tengo otra curiosidad: ¿Cómo pueden imprimirse 6,300 ejemplares de una revista especializada, cuando ni siquiera hay esa cantidad de médicos en Cuba?

Me salta una duda que lleva a mi ánimo a los umbrales de una sicosis neuro-económica: ¿Estarán las ratas usando la revista para profundizar sus conocimientos siquiátricos o templar sus estómagos; o tal vez cada enfermo tenga en su cabecera un tomo de la publicación?

En todo caso hay 3,000 ejemplares de más en el número de la tirada; te ruego que pienses sobre esto.

En serio, la revista está buena, la tirada es intolerable. Créemelo porque los locos dicen siempre la verdad.

Revolucionariamente,

“Patria o Muerte. Venceremos”

Cmdte. Ernesto Che Guevara



Junio 12 de 1964

“Año de la Economía”


Ca. Haydée Santamaría, Directora

Casa de las Américas

Calle G y 3ra.

Vedado, Habana

Querida Haydée:

Le di instrucciones a la Unión de Escritores que pusieran ese dinero a disposición de ustedes, como una medida de transacción para no entrar en una lucha de principios que tienen alcances más vastos, por una bobería.

Lo único importante, es que no puedo aceptar un centavo de un libro que no hace más que narrar las peripecias de la guerra. Dispón del dinero como te parezca.

Un saludo revolucionario,

“Patria o Muerte. Venceremos”

Cmdte. Ernesto Che Guevara



Agosto 21 de 1964

“Año de la Economía”

Sr. León Felipe

Editorial Grijalbo, S. A.

Avenida Granjas, 82

México 16, D. F.


Maestro:

Hace ya varios años, al tomar el poder la Revolución, recibí su último libro, dedicado por Ud.

Nunca se lo agradecí, pero siempre lo tuve muy presente. Tal vez le interese saber que uno de los dos o tres libros que tengo en mi cabecera es El Ciervo; pocas veces puedo leerlo porque todavía en Cuba dormir, dejar el tiempo sin llenar con algo o descansar, simplemente, es un pecado de lesa dirigencia.

El otro día asistí a un acto de gran significación para mí. La sala estaba atestada de obreros entusiastas y había un clima de hombre nuevo en el ambiente. Me afloró una gota del poeta fracasado que llevo dentro y recurrí a Ud., para polemizar a la distancia. Es mi homenaje; le ruego que así lo interprete.

Si se siente tentado por el desafío, la invitación vale.

Con sincera admiración y aprecio,

Cmdte. Ernesto Che Guevara



Octubre 6 de 1964

“Año de la Economía”


Co. Manuel Moreno Fraginals

Avenida 9na. #6403 (altos)

e/ 64 y 66

Marianao.


Estimado compañero:

Acuso recibo ahora del libro que tuviera la gentileza de enviarme dedicado.

Hace poco terminé su última página y quisiera dejarle constancia de que no recuerdo haber leído un libro latinoamericano en el cual se conjugara el riguroso método marxista de análisis, la escrupulosidad histórica y el apasionamiento, que lo torna apasionante.

Si los otros tomos mantienen la misma calidad, no tengo temor de augurarle que El Ingenio será un clásico cubano.

Revolucionariamente,

“Patria o Muerte. Venceremos”

Cmdte. Ernesto Che Guevara



Octubre 24 de 1964

“Año de la Economía”

Co. Charles Bettelheim

Director,

Ecole des Hautes Etudes

Sorbonne et 54,

Rue de Varenne, Paris 7º


Estimado compañero:

Recibí su carta y le envío por correo aparte las revistas que me solicitó.

Me agradaría mucho poder discutir con usted “una vez más sobre nuestras divergencias”.

Un poco más avanzado que el caos, tal vez en el primero o segundo día de la creación, tengo un mundo de ideas que chocan, se entrecruzan y, a veces, se organizan. Me gustaría agregarlas a nuestro mutuo material polémico.

Esperando su venida, se despide de usted revolucionariamente,

“Patria o Muerte. Venceremos”

Cmdte. Ernesto Che Guevara


A sus padres

Queridos viejos:


Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con mi adarga al brazo.

Hace de esto, casi diez años, les escribí otra carta de despedida. Según recuerdo, me lamentaba de no ser mejor soldado y mejor médico; lo segundo ya no me interesa, soldado no soy tan malo.

Nada ha cambiado en esencia, salvo que soy mucho más consciente, mi marxismo está enraizado y depurado. Creo en la lucha armada como única solución para los pueblos que luchan por liberarse y soy consecuente con mis creencias. Muchos me dirán aventurero, y lo soy, sólo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades.

Puede ser que ésta sea la definitiva. No lo busco pero está dentro del cálculo lógico de probabilidades. Si es así, va un último abrazo.

Los he querido mucho, sólo que no he sabido expresar mi cariño, soy extremadamente rígido en mis acciones y creo que a veces no me entendieron. No era fácil entenderme, por otra parte, créanme, solamente, hoy.

Ahora, una voluntad que he pulido con delectación de artista, sostendrá unas piernas flácidas y unos pulmones cansados. Lo haré.

Acuérdense de vez en cuando de este pequeño condotieri del sigloxx. Un beso a Celia, a Roberto, Juan Martín y Patotín, a Beatriz, a todos. Un gran abrazo de hijo pródigo y recalcitrante para ustedes.

Ernesto




A su hija Hilda

Febrero 15 de 1966

Hildita querida:

Hoy te escribo, aunque la carta te llegará bastante después; pero quiero que sepas que me acuerdo de ti y espero que estés pasando tu cumpleaños muy feliz. Ya eres casi una mujer, y no se te puede escribir como a los niños, contándoles boberías o mentiritas.

Has de saber que sigo lejos y que estaré mucho tiempo alejado de ti, haciendo lo que pueda para luchar contra nuestros enemigos. No es que sea gran cosa pero algo hago, y creo que podrás estar siempre orgullosa de tu padre, como yo lo estoy de ti.

Acuérdate que todavía faltan muchos años de lucha, y aun cuando seas mujer tendrás que hacer tu parte en la lucha. Mientras, hay que prepararse, ser muy revolucionaria, que a tu edad quiere decir aprender mucho, lo más posible, y estar siempre lista a apoyar las causas justas. Además, obedece a tu mamá y no creerte de todo antes de tiempo. Ya llegará eso.

Debes luchar por ser de las mejores en la escuela. Mejor en todo sentido, ya sabes lo que quiere decir: estudio y actitud revolucionaria, vale decir: buena conducta, seriedad, amor a la Revolución, compañerismo, etc. Yo no era así cuando tenía tu edad, pero estaba en una sociedad distinta, donde el hombre era el enemigo del hombre. Ahora tú tienes el privilegio de vivir otra época y hay que ser digno de ella.

No te olvides de dar una vuelta por la casa para vigilar a los otros críos y aconsejarles que estudien y se porten bien. Sobre todo Aleidita, que te hace mucho caso como hermana mayor.

Bueno, vieja, otra vez, que lo pases muy feliz en tu cumpleaños. Dale un abrazo a tu mamá y a Gina, y recibe tú uno grandote y fortísimo que valga por todo el tiempo que no nos veremos, de tu

Papá



A sus hijos


Queridos Hildita, Aleidita, Camilo, Celia y Ernesto:

Si alguna vez tienen que leer esta carta, será porque yo no esté entre Uds.

Casi no se acordarán de mí y los más chiquitos no recordarán nada.

Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro ha sido leal a sus convicciones.

Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la Revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada.

Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.

Hasta siempre hijitos, espero verlos todavía. Un beso grandote y un abrazo de

Papá



A Fidel Castro

“Año de la Agricultura”

Habana

Fidel:

Me recuerdo en esta hora de muchas cosas, de cuando te conocí en casa de María Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la tensión de los preparativos.

Un día pasaron preguntando a quién se debía avisar en caso de muerte y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después supimos que era cierto, que en una revolución se triunfa o se muere (si es verdadera). Muchos compañeros quedaron a lo largo del camino hacia la victoria.

Hoy todo tiene un tono menos dramático porque somos más maduros, pero el hecho se repite. Siento que he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la Revolución Cubana en su territorio y me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo que ya es mío.

Hago formal renuncia de mis cargos en la Dirección del Partido, de mi puesto de Ministro, de mi grado de Comandante, de mi condición de cubano. Nada legal me ata a Cuba, sólo lazos de otra clase que no se pueden romper como los nombramientos.

Haciendo un recuento de mi vida pasada creo haber trabajado con suficiente honradez y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario. Mi única falta de alguna gravedad es no haber confiado más en ti desde los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con suficiente celeridad tus cualidades de conductor y de revolucionario. He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la Crisis del Caribe.

Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días, me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios.

Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos.

Sépase que lo hago con una mezcla de alegría y dolor; aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre mis seres queridos... y dejo un pueblo que me admitió como un hijo; eso lacera una parte de mi espíritu. En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes: luchar contra el imperialismo dondequiera que esté; esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura.

Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad, salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento será para este pueblo y especialmente para ti. Que te doy las gracias por tus enseñanzas y tu ejemplo al que trataré de ser fiel hasta las últimas consecuencias de mis actos. Que he estado identificado siempre con la política exterior de nuestra Revolución y lo sigo estando. Que en dondequiera que me pare sentiré la responsabilidad de ser revolucionario cubano, y como tal actuaré. Que no dejo a mis hijos y mi mujer nada material y no me apena: me alegra que así sea. Que no pido nada para ellos pues el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse.

Tendría muchas cosas que decirte a ti y a nuestro pueblo, pero siento que son innecesarias, las palabras no pueden expresar lo que yo quisiera, y no vale la pena emborronar cuartillas.

Hasta la victoria siempre. ¡Patria o muerte!

Te abraza con todo fervor revolucionario

CHE

 


1 El espacio en blanco entre corchetes indica palabras o frases ilegibles en el original. (N. del E.)

1 Nombre de guerra de Enrique Oltuski. (N. del E.)

Estimado lector, le estaremos muy agradecidos si nos hace llegar su opinión, por escrito, acerca de este libro y de nuestras ediciones.

 

Título original: Ernesto Che Guevara. Obras Escogidas 1957-1967. Tomo I

Tomado de la segunda edición, publicada por la Casa de las Américas, La Habana,1977.

Primera edición, 1985

Primera reimpresión, 2001

Segunda edición, 2007

Primera reimpresión, 2011

  

 

Edición ebook: Ing. Margarita Toledo Albarez

Diseño de cubierta: Deguis Fernández Tejeda

Corrección: Pilar Trujillo Curbelo

Diseño interior: Pilar Jiménez Castro

Ilustración de cubierta: Obra plástica confeccionada en conte crayon sobre cartulina 60 cm x 58 cm, de Deguis Fernández Tejeda

Emplane Téc. Amarelis González La O

  

 

© Casa de las Américas, 1970

© Sobre la presente edición:

     Editorial de Ciencias Sociales, 2015

 

ISBN 978-959-06-0989-3 Obra completa

978-959-06-1631-0 Tomo II

 

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.

 

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II. LA TRANSFORMACIÓN POLÍTICA,
ECONÓMICA  Y SOCIAL
HACIA LA CONSTRUCCIÓN
DEL SOCIALISMO