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Editor: Javier Ábrego Bonafonte

 

Paseo de la Independencia Nº 24-26

8ª planta, oficina 12ª

50004 Zaragoza - España

 

ISBN: 978-84-947526-7-4

 

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Prólogo

 

 

“INNOVACIÓN, EMPRENDIMIENTO Y RESPONSABILIDAD
SOCIAL EN ENFERMERÍA”

 

Comienzo este breve prólogo del libro/ebook, titulado “Innovación, Emprendimiento y Responsabilidad Social en Enfermería”, con la pretensión de que sirva a la vez de presentación y de testigo del I Congreso Internacional y X Jornadas Nacionales de la Conferencia Nacional de Decanos de Enfermería (CNDE) celebrado en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Granada (España), los días 19 al 20 de Octubre de 2017.

Con un programa muy atractivo para el profesorado de enfermería, que pretende abordar tanto los problemas académicos como aquellos otros derivados de la necesidad de investigación, así como también con el objetivo de afrontar los nuevos retos sociales que la enfermería y, especialmente, la enfermería universitaria debe asumir, hemos tratado de conformar dos jornadas de trabajo que sean atractivas y útiles para la mejora de la calidad de nuestro trabajo. Para ello, hemos contado con ponentes de reconocido prestigio a nivel internacional y cuyos nombres arrojan un sinfín de entradas en cuanto se escribe cualquiera de ellos en un buscador en internet y que han desarrollado magistralmente las 4 mesas redondas, 2 Conferencias y los 6 talleres temáticos (importante novedad de esta edición) que se han desarrollado de manera muy provechosa. Paralelamente, hemos podido comprobar y disfrutar de la alta calidad científica de los 254 trabajos presentados como comunicaciones libres y posters de compañeros y compañeras de las Facultades de todo el Estado que han optado a sendos premios científicos.

Durante dos días, hemos discutido sobre Emprendimiento e Innovación con personas que realmente se dedican a innovar y emprender, hemos hablado del impacto real de la investigación enfermera con verdaderos investigadores e investigadoras y hemos aprendido a formar a nuestro alumnado en cooperación y responsabilidad social, además de recibir directamente de ANECA, información muy relevante para nuestra futura acreditación. También hemos querido dar un espacio muy especial a nuestro alumnado (que paralelamente celebrará su Encuentro Nacional de Estudiantes de Enfermería), con la celebración de una mesa redonda en la que confluirán sus perspectivas, las de los pacientes (otra novedad interesante de esta edición) y las de los empleadores sobre cuál es la mejor formación que podemos dar a las enfermeras del mañana.

Este libro que ahora tienes en las manos es el resumen apretado de toda esa enorme labor de organización y científica que un puñado de profesores y profesoras universitarios, Decanos y Decanas de numerosas Facultades de Enfermería, pero enfermeros y enfermeras por encima de todas las cosas, han conseguido sacar adelante para ofertar a nuestra profesión. Muchas gracias a todos y todas por su enorme trabajo y muchas gracias a tí, enfermero, enfermera, porque todo esto no tiene sentido si tú no estás al otro lado.

 

Dr. Julio Fernández Garrido.

Presidente de la Conferencia Nacional de Decanos y Decanas de Enfermería
Presidente del Comité Organizador

 

 

 

 

 

 

 

Ponencias

 

 

INVESTIGACION EN ENFERMERIA: producción científica enfermera española

Autor:

Dr. Julio Fernández Garrido

Presidente de la Conferencia Nacional de Decanos y Decanas de Enfermería

 

 

INTRODUCCION

En las siguientes páginas, trataré de hacer un breve repaso por los aspectos que fundamentan la situación actual de la investigación por enfermería en España, nuestra historia investigadora (relativamente reciente, pero no nueva), analizaremos los principales elementos que determinan nuestra producción científica actual, algunos son negativos otros en cambio suponen fortalezas importantes, revisaremos brevemente las líneas de investigación que en la actualidad suponen las áreas temáticas de mayor producción por enfermería y finalmente, trataré de dar alguna propuesta sobre como incrementar nuestra presencia en este apasionante e imprescindible campo de la investigación. Esta es mi propuesta personal y de ahí la historia que les contaba sobre el barbero.

 

ANÁLISIS 1: DE DONDE VENIMOS Y A DONDE HEMOS LLEGADO.

La investigación en Enfermería en España es una tangible realidad en pleno desarrollo. La situación actual es el resultado de un significativo esfuerzo realizado por las personas que conforman las universidades, los grupos de investigación, las sociedades científicas y también, de algunas personas en particular.

Sin embargo, la historia de la investigación por enfermería en España es reciente comparada con otras disciplinas (y con la enfermería de otros países) y, como cita Solís Muñoz en su tesis doctoral (desde mi punto de vista con una interpretación demasiado amable), empieza a finales de los años 70 con la implantación de la Diplomatura en Enfermería en las universidades españolas. Con la implantación de la enfermería universitaria, de la que ahora hace 40 años, los mimbres para iniciar la producción científica estaban preparados y fueron hechos relevantes la creación de la Revista ROL de Enfermería en 1978, la primera con contenidos científicos de nuestro ámbito editada en España, la aprobación de la Ley General de Sanidad de 1986, que impulsaba las actividades de investigación y reconocía que todos los profesionales de la salud podían y debían ser investigadores, incluidos nosotros, o la creación del FIS que en 1988 destinaba una partida especifica para la investigación enfermera. También la creación del primer grupo de trabajo en enfermería, de la Fundación Index, de la actividad algunas profesionales como Icart, Monpart y otras e incluso, algo mas tarde, de la aparición de Investen como elementos sintomáticos de progresivo avance.

Seguramente el inicio de los estudios de enfermería en el contexto universitario español en 1977, nos llevara a pensar que la investigación iba incluida en una especie de pack de regalo por subirse a ese ‘barco’ de la universidad. Realmente no fue así. Quizás esos hechos y esos nombres, nos hagan pensar que enfermería ya investigaba. Pero lo bien cierto es que la producción científica enfermera por aquel entonces era realmente escasa y, desde mi punto de vista y analizado con la perspectiva actual, se centraba más en una especie de reflexión sobre la importancia de la investigación y sobre la necesidad de investigación en enfermería, que sobre investigación propiamente dicha.

Ese tipo de investigación (o protoinvestigacion enfermera española) tenía plena justificación en ese contexto histórico en el que había que inventarse, construirse y reivindicarse. Pero la clave del porqué de la escasa producción científica propia de aquel entonces la reconocía Muñoz (1999) cuando tras analizar los planes de estudios de 54 Escuelas de Enfermería verificaba la ausencia de formación en metodología de la investigación en el currículum básico de las enfermeras españolas durante su formación universitaria. Esto es algo evidente, pues el nivel de Diplomatura, no permitía ni exigía la adquisición de la capacidad investigadora y por tanto, los y las enfermeras que salíamos al mundo profesional hasta 1998, carecíamos de formación y habilidades para investigar[1], y me atrevería a decir, con todo el respecto, que no sólo nos faltaba la formación, sino que ni siquiera habíamos recibido de nuestro profesorado, no ya la inquietud y la pasión por investigar, sino lo que aún es ,más triste, ni siquiera se nos había transmitido la necesidad de consumir investigación o de aplicar los resultados de la investigación en enfermería en nuestro trabajo.

 

ANALISIS 2: BOLONIA, MASTER Y DOCTORADO: donde estamos

¿Cambia algo a partir de entonces?

Si, cambia algo. Empiezan a perfilarse las líneas de investigación, si bien es cierto que de manera demasiado genérica, empieza a conseguirse financiación para algunos proyectos, empieza a aumentar la producción científica propia y, sobre todo, empieza a intuirse como una realidad el Marco Europeo de Educación Superior, soñado como la oportunidad para formarse, posicionarse y auparse en investigación al mismo nivel que otras titulaciones. Cosa que después veremos que tampoco es del todo cierta.

Al contabilizar el número de artículos en revistas de enfermería (y no solamente de enfermería) indexados en las bases de datos bibliográficas, es evidente, y satisfactorio, reconocer que la actividad investigadora en Enfermería empieza a experimentar un claro avance desde el año 2000 en adelante. A partir de esos años empiezan a definirse prioridades, se identifican algunos grupos con líneas de investigación propias, se consigue financiación para proyectos (poca)[2] y, quizás la asignatura pendiente de manera mas evidente como luego comentaremos, empiezan a integrarse progresivamente los resultados de la investigación en la práctica clínica. Por decirlo en términos clínicos, parecía que el paciente respondía bien a los cuidados.

En esa progresiva mejoría, hay un punto de inflexión que resulta clave y que aún hoy está por mostrar en su totalidad el magnifico cambio que en materia de investigación y calidad de los cuidados se ha producido en la enfermería española: el Marco Europeo de Educación Superior y el título de Grado. LLEGA EL AÑO 2000 Y SUCESIVOS:

El EEES ha supuesto sin duda un chute de adrenalina para la enfermería española. De repente ya no éramos los pequeños de las universidades, de repente estábamos a la misma altura que abogados, ingenieros, psicólogos, biólogos… Es cierto que el actual título de Grado otorga competencias de enfermera generalista similares a las de la Diplomatura, pero el año de formación adicional y la exigencia de realizar un trabajo fin de grado permite formar enfermeras más competentes, más maduras y más comprometidas con la ciencia. Pero sobre todo, la posibilidad de continuar la formación por el camino del master y doctorado, adquiriendo competencias académicas, gestoras e investigadoras (no siempre de especialidad clínica, pues esta está muy vinculada al sistema sanitario) ha permitido que enfermería respire con aire limpio en el ámbito científico y académico y empiece a pisar firme.

No es un camino fácil. Decir que los actuales planes de estudios garantizan que enfermeros y enfermeras nos hemos aplicado febrilmente a la investigación es tan cierto como falso.

Es cierto que se ha roto ese techo académico que la diplomatura nos ponía, es cierto que ya no necesitamos hacer otras titulaciones para poder adquirir la suficiencia investigadora, firmar proyectos, componer equipos o desarrollar trabajos de investigación. Es cierto que una enfermera que acabe el Grado, puede acabar siendo doctora en apenas 4 o 5 años más sin necesidad de estudiar previamente antropología, psicología o historia. Y de hecho así ocurre, y cada vez con más frecuencia, con más normalidad y con más calidad y solvencia.

Pero también es cierto, que la formación en metodología de investigación forma parte de muy pocos planes de estudios de Grado, que numerosos masters acreditan a su alumnado pasando de puntillas por la formación en investigación y que mucha de la producción científica elaborada por la enfermería española adolece de cierta falta de calidad que se paga a un altísimo precio en la falta de presencia internacional y, sobre todo, en el poco impacto de esos resultados en la práctica clínica y en la dificultad para conseguir acreditaciones para ocupar puestos de profesorado universitario.

 

Pero entonces ¿estamos las enfermeras españolas lejos de los niveles de investigación de las enfermeras del resto del mundo? No, para nada!

Pese a reconocer que la formación y competencia en investigación del profesional de enfermería no está garantizada de manera uniforme en el territorio nacional (hay una gran relación con la universidad donde se ha estudiado), los resultados en investigación no son malos. Todo lo contrario.

El Informe sobre Indicadores Bibliométricos de la Actividad Científica Española 2005-2014, de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad nos deja buenísimas noticias.

La FECYT viene publicando desde el año 2004, informes de los indicadores bibliométricos que caracterizan la actividad científica española, con el fin de analizar su evolución a lo largo del tiempo, así como la excelencia científica y la capacidad de liderazgo internacional.

Pues bien, en ese informe que resume la actividad científica por áreas temáticas entre 2005 y 2014 podemos destacar respecto de las publicaciones de Enfermería que:

  1. Aparece por primera vez el área temática Enfermería recogida en el informe 2005-2014, y que no venía recogida de manera sistemática en los informes de los años anteriores (1998-2002; 1990-2004; 2002-2006).
  2. La producción científica enfermera española tiene un alto rendimiento en su visibilidad internacional y tiene un impacto creciente.
    1. El impacto de citas de las publicaciones españolas en el 25% de revistas más influyentes (revistas del primer cuartil o Q1) aumentó entre 2005-2009 y 2010-2014, destacando especialmente por su crecimiento más fuerte Medicina (+0,29), Enfermería (+0,27), Informática, Odontología y Farmacología (todas +0,19).
    2. Las áreas temáticas con el mayor crecimiento en FWDI[3] entre los dos quinquenios consecutivos estudiados son: Enfermería (crecimiento de 47%), Medicina (25,3%), Economía (22,3%) y Física y astronomía (19%).
    3. Andalucía es la comunidad con mayor producción científica en enfermería con un IAR de 1.60%.
  3. La Enfermería española emerge como un núcleo referente para la colaboración científica mundial.
    1. Las áreas de mayor crecimiento en colaboración internacional son Artes y humanidades (32%), Enfermería (25%), Ciencias sociales (24%).

Pero no son solamente los datos procedentes de repositorios manejados por el Ministerio de Industria, Ciencia y Tecnología español los que valoran positivamente nuestra producción. El Scimago Journal Rank (SJR), es un indicador de impacto de revistas (análogo al Impact Factor de JCR) pero en este caso utilizado como indicador referente en Scopus. El SJR es un producto de Elsevier, que tiene el grueso de la producción científica en salud.

Pues bien, el SJR permite la búsqueda por país y área (NURSING) y podemos comprobar como España ha desarrollado un gran avance en la producción científica del área enfermería, y que nos sitúa en el período 1996-2015 como el 7º país productor de artículos de enfermería en el mundo y el 4º de Europa.

Pero los datos son más ilusionantes aún, pues cuando analizamos la producción científica de impacto del año exclusivamente en el 2015, el último computado, ya hemos ascendido un puesto más: el 3º país de Europa y el 6º del mundo. No es solo un gran avance, es un significativo e ilusionante avance que aún no ha llegado al techo. El número de artículos de calidad aumentó un 10% de 2014 a 2015 y la previsión para 2016 es que supere el 18%.

Las áreas en que mejor situados estamos son la Atención Primaria (3ª del mundo y 2ª de Europa) y Cuidados Críticos (5ª del mundo y 2ª de Europa).

Es un enorme e ilusionante viniendo de donde venimos, pues en el año 2000 estábamos (11ª en el mundo y 7ª en Europa).

 

FINAL: CONCLUSIONES

¿Hemos hecho tope? No, sinceramente. Vamos a mejorar y mucho. La producción científica enfermera española esta, como hemos visto, en un gran momento pero no hemos llegado a sacar a la luz toda la actividad investigadora que finalizada la primera promoción de Grado (2010-2014) puede alcanzarse. Otra evidencia de ese prometedor avance es que entre los años 2010 y 2017 se han defendido 598 tesis en enfermería en tan solo 18 Universidades Públicas españolas recogidas en la red TDx (pertenecen al llamado levante español). España tiene 83 universidades (50 públicas y 33 privadas), por lo que el numero de tesis en todo el país ha de ser a la fuerza muy superior.

Numerosos doctores y doctoras están desarrollando su labor profesional en los centros asistenciales y destinan unas cuantas horas de su tiempo personal (y destaco lo de personal) a hacer investigación. Ya hay centros que cuentan con servicios de apoyo a la investigación de los que la enfermería española se beneficia y las universidades españolas, el verdadero motor de la enfermería científica española, a tenor de la procedencia de las publicaciones se a afanado a la tarea de publicar cada vez con mayor calidad.

Como vemos, el paciente ha mejorado mucho. Pero para acabar, quería destacar mi reflexión personal sobre lo que necesitamos para auparnos de verdad al nivel de producción científica de los países referentes en enfermería (USA, GB, Australia o Canadá). Mis conclusiones se resumen en 4 palabras: tiempo, formación, dinero y revistas

Pues eso.

 

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

  1. David A. Richards, Vania Coulthard, Gunilla Borglin. The State of European Nursing Research: Dead, Alive, or Chronically Diseased? A Systematic Literature Review. Worldviews on Evidence-Based Nursing, 2014; 11:3, 147–155. 2014 Sigma Theta Tau International.
  2. Indicadores bibliométricos de la actividad científica española 2005-2016. (Edicion 2016). Ministerios de Economia Industria y Competitividad y Fundacion Española para la Ciencia y la Tecnología.
  3. Solís Muñoz, M. (2015) Competencias en práctica clínica basada en la evidencia de las enfermeras en España. Tesis Doctoral.
  4. Daniel Simón Valero, 2Gloria Cordeiro Vidal, 3María Concepción Agras Suárez Cargo. Producción científica enfermera publicada en España en 2014. Revista Metas de Enfermería (2016)
  5. Díaz-Membrives M., Farrero-Muñoz S., Lluch-Canut MT. Characteristics of nursing publications in journals with impact factor. Enferm Clin. 2012 Sep-Oct;22(5):247-54. doi: 10.1016/j.enfcli.2012.06.006. Epub 2012 Sep 10

[1] De 130 centros de los 411 que formaban el sistema nacional de salud, muchos con infraestructuras y recursos para la investigación en enfermería (al menos en teoría), las enfermeras no mostraban una significativa dedicación, atribuida a falta de tiempo, de formación o de interés. Su presencia solía limitarse a colaborar con grupos en tareas de apoyo (recogida de muestras, básicamente).

[2] La investigación en enfermería representa un 4% de los proyectos presentados a las convocatorias del FIS del Instituto de Salud Carlos III, de los cuales el 28% obtuvo financiación entre los años 1996-2004.

[3] FWDI: Impacto normalizado de descargas. Recoge en numero medio de descargas de un artículo por área temática y año.

 

 

Los Retos para la enfermera innovadora

Autor: Fernando Campaña Castillo

 

 

Que la disciplina enfermera está formada por profesionales altamente capacitados y preparados no es ninguna novedad. Y que además se trata de una disciplina con un alto potencial también es innegable. Dentro de este potencial se encuentra el potencial innovador. Un potencial innovador que además tiene, por características inherentes a la disciplina, un carácter social. Pero ¿realmente tenemos las enfermeras un potencial innovador?

Para precisarlo debemos preguntarnos, ¿Qué es la innovación?

Si consultamos el significado de Innovación en el Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española, es la «creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado.»(1)

Buscando una definición más amplia de innovación, si atendemos a la enciclopedia colaborativa, la famosa Wikipedia (2), vemos que se define la innovación como

Innovación es un cambio que introduce novedades. Y se refiere a modificar elementos ya existentes con el fin de mejorarlos o renovarlos, esta palabra proviene del latín “innovatio” que significa “Crear algo nuevo” esta comprendida por el prefijo “in-” que significa “Estar en” y “Novus” que significa “Nuevo” .Además, en el uso coloquial y general, el concepto se utiliza de manera específica en el sentido de nuevas propuestas, inventos y su implementación económica. En el sentido estricto, en cambio, se dice que de las ideas solo pueden resultar innovaciones luego de que ellas se implementan como nuevos productos, servicios o procedimientos, que realmente encuentran una aplicación exitosa, imponiéndose en el mercado a través de la difusión.

Sintetizando pues, la innovación tiene que ver con mejorar. Con la mejora de productos, servicios, métodos, formas de organización, fuentes de aprovisionamiento, nuevos mercados, nuevas maneras de hacer las cosas o de presentarlas, pero siempre en el contexto de la mejora, y más concretamente en la mejora continua.

Pero las ciencias “humanas” son diferentes. Y la disciplina enfermera pertenece a ellas. ¿Cómo se traslada la Innovación a éste ámbito? También la Wikipedia nos da la pista.

“La búsqueda de la innovación se realiza a través la investigación de nuevos conocimientos, las soluciones o vías de solución, suponen curiosidad y placer por la renovación. Los conceptos de vanguardia y creatividad se hacen relevantes en este contexto”.

Por lo tanto la innovación enfermera, está relacionada con su cuerpo de conocimiento. Por la tanto tiene sentido que la innovación se base en la salud y el cuidado. ¿Cómo?

La fuente de nuevo conocimiento en salud y cuidados, se ha de hacer a partir de la Investigación. ¿Pero qué Investigar para innovar? Los retos para las enfermeras nos lo plantean el día a día, el contacto con las personas y nuestra manera de entender la salud y la sociedad. A diario las enfermeras se enfrentan a problemas que precisan soluciones e innegablemente innovan, aun sin saberlo. Estos problemas y estas soluciones son las que nos dan en los diferentes ámbitos de actuación el ¿qué investigar?

Me remito a un post del Blog Nuestraenfermeria.es de 2015, en el que orientaba a los retos o pruebas de las enfermeras frente a la innovación. (3) En ese escrito definía las 12 pruebas de la enfermera innovadora, es a su vez era una adaptación de un texto titulado Cómo crear una cultura de innovación que funcione (4), publicado en la revista Harvar Deusto Business Review. Con esta adaptación pretendo ver qué retos debería superar una enfermera para ser innovadora.

1. Conseguir tener una visión inspiradora. Una visión que a través de la mirada enfermera vea un futuro mejor, deseado por todos y centrada en la sociedad.

2. Hacer que todos se involucren. Ver la interdisciplinariedad como algo normal, entendiéndola e incluso liderándola. Haciendo que los demás actores se involucren en de forma global, terminando con las endogamias ideológicas. Entendiendo esta colaboración como Transdisciplinar.

3. Aprender a liderar. Saber cómo ha de ser el comportamiento y aprender a definir, establecer el liderazgo, cómo otros lo hacen.

4. Generar entornos de exploración. En la innovación se hace implícito lo nuevo y lo mejorado, no ha de surgir del tiempo libre, si no de nuestros roles, lugares u ocupaciones. En los entornos que comprendemos y dominamos podremos generar espacios de auténtica innovación.

5. Potenciar la propia responsabilidad. No se innova por diversión, hobby o casualidad, ha de ser incorporada en el propio rol, asimilar la innovación como una tarea pendiente y una necesidad dentro de la disciplina enfermera.

6. Desarrollar habilidades creativas e innovadoras. Incorporar todas aquellas habilidades que permitan a la enfermera enfrentarse firmemente a los retos que la necesidad de innovar le provoque. La Creatividad por ejemplo puede entrenarse y no es ninguna locura incorporarlo a nivel curricular.

7. Aprender a Medir lo innovado. Aprender que todo se ha de medir, para poder seguir progresando. La innovación no es excepción, y el progreso y nuestros esfuerzos han de ser evaluados. Algo que sin duda nos llevará a innovar más y mejor.

8. Utilizar los recursos disponibles. Incorporar todas la facilidades tecnológicas/o no, que realmente permitan sacar una rentabilidad a las ideas. Y en este sentido las personas, son el recurso más valioso. Por eso cobra mucho peso la co-creación con el paciente. (Ejemplo Stop&Go de Sant Pau (5))

9. Aprender a Sinergizar. Un paso necesario, explorar y crear una red de apoyos que permita potenciar las ideas.

10. Alimentar la interconexión. Abandonar el síndrome “del Golum” y ser capaces de compartir e generar interconexiones con otros departamentos, áreas o profesionales.

11. Descifrar el significado Coste e Inversión. Comprender el valor de las cosas, aprender a presupuestar y asignar recursos buscando las mejores fórmulas. Aprender a hablar en el idioma de la gestión.

12. Tener una actitud Valiente. Salvar el temor y los “¿y si…?”, ser valientes y atrevidos para llegar a la meta de la creatividad y la innovación.

 

Referencias

1. «Innovación». Diccionario de la Real Academia Española.. Disponible en: http://dle.rae.es/?id=Lgx0cfV

2. Colaboradores de Wikipedia. Innovación [en línea]. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2017 [fecha de consulta:1 de octubre del 2017]. Disponible en https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Innovaci%C3%B3n&oldid=102148203 .

3. Campaña Castillo, F. Las 12 pruebas de la enfermera innovadora, Blog Nuestra enfermería.es. 2014. Consultado el 1 de Octubre de 2017. Disponible en http://www.nuestraenfermeria.es/las-12-pruebas-de-la-enfermera-innovadora/

4. Juan Prego. Cómo crear una cultura de innovación que funcione. HARVARD DEUSTO BUSINESS REVIEW, Octubre de 2014. Consultado el 1 de Octubre de 2017. Disponible en: https://www.harvard-deusto.com/como-crear-una-cultura-de-innovacion-que-funcione

5. Motivar para el cambio, el proyecto Stop&Go. Blog Nuestraenfermeria.es 2017. Consultado el 1 de Octubre de 2017. Disponible en https://www.nuestraenfermeria.es/motivar-cambio-proyecto-stopgo/

 

 

Prácticas Clínicas

(Asociación Estatal de Estudiantes de Enfermería – AEEE)

Autor: Eneko Armendáriz Solera

 

 

El grado de enfermería ha sufrido grandes cambios en los últimos años con la modificación del modelo de estudios al conocido como Plan Bolonia y el aumento de la calidad de sus enseñanzas. Ese año más de formación universitaria ha dado la posibilidad de que los estudiantes tengan la oportunidad de salir al mundo laboral sanitario con una mayor experiencia clínica debido al aumento del tiempo de realización de prácticas en centros sociosanitarios. Tanto estudiantes como personas del ámbito universitario conocen y reconocen que una de las mejores formas para aprender y formarse son las prácticas clínicas, dando la posibilidad al estudiante de poder aplicar en el ámbito sanitario todo lo estudiado de manera teórica en las clases. Pero en España nos encontramos con una gran variedad de planes de prácticas en los distintos centros universitarios. Por ello, desde la Asociación Estatal de Estudiantes de Enfermería (AEEE), hemos querido centrar nuestro trabajo en analizar los diferentes planes de estudios, con el fin de aunar los mismos y que la formación de los futuros profesionales de enfermería no presente diferencias.

 

Objetivos

Los objetivos de este proyecto son realizar un análisis exhaustivo de los modelos de prácticas existentes en las universidades miembro de la AEEE con el fin de valorar sus ventajas e inconvenientes y, a su vez, recoger el sentir de los estudiantes sobre el desarrollo de las prácticas clínicas en lo referente a su duración, lugar de desarrollo y metodología de evaluación y otros factores explicados más adelante.

Tras dicho análisis y recogida de información, se procede a englobar los datos anteriormente mencionados para crear un modelo que aúne las principales características positivas, desde el punto de vista del alumnado, de cada uno de los planes y sirva por tanto de esquema en las futuras modificaciones de los planes de estudio actuales.

Este modelo cumplirá los requisitos especificados en el Libro Blanco de la Enfermería, y para su elaboración hemos tenido en cuenta artículos científicos que les son de aplicación.

 

Metodología

Para que la recogida de información fuese lo más concreta y específica posible, se creó una plantilla que los colaboradores de las facultades socias debían rellenar en referencia a su situación. Por otro lado, consideramos que es de vital importancia incluir el sentir de los estudiantes con su respectivo plan de estudios, por lo que se solicitó a las facultades, que adjuntasen una valoración en su informe, así como una lista detallada de las principales ventajas e inconvenientes que presentaba su plan de estudios y de las posibles mejoras que ellos plantearían para solventarlas, todo esto orientado desde el punto de vista del alumnado.

Junto con la metodología anteriormente citada se visitó la web oficial de cada una de las universidades para verificar la información recibida y trabajada.

Por último, se elaboró una encuesta para que los colaboradores dentro de las facultades socias difundieran por sus centros universitarios, permitiéndonos conocer el sentir general y una visión global de lo que los estudiantes recomendaban en los aspectos trabajados. Hasta el día de hoy la encuesta ha sido completada por 1179 estudiantes de las diferentes facultades que forman parte de nuestra asociación.

 

Análisis de los datos

1.- Objetivos de las prácticas

Durante las prácticas clínicas se deberían cumplir los siguientes objetivos:

En primer lugar, debe de haber objetivos generales que tienen que ser cumplidos por todos los estudiantes del mismo curso independientemente del servicio en el que se encuentre cada estudiante. En segundo lugar, se identificarán objetivos específicos dependiendo del servicio en el que se encuentre el estudiante con el fin de que este realice procedimientos o actitudes de dicho servicio. En tercer lugar, se evaluarán objetivos transversales los cuales se evaluarán paralelamente a los anteriormente citados y en muchos momentos se realizarán fuera del horario de las prácticas, como puede ser la lectura crítica de diferentes artículos.

 

2.- Organización general

Tras un análisis de los datos recogidos y de las opiniones recibidas consideramos que la mejor opción es comenzar las prácticas clínicas al finalizar el segundo semestre del primer curso, para así introducir a los estudiantes en la práctica clínica desde el primer momento. Esto, aparte de suponer mayor experiencia para el estudiante, supone una motivación extra y en muchos casos asegurarse de que la carrera se adapta a su personalidad. En este aspecto, señalamos la organización establecida por la Escuela de Enfermería Adscrita a la Universidad Autónoma de Madrid, Fundación Jiménez Díaz, en la cual el primer rotatorio se realiza durante el primer curso y es de carácter voluntario, además de ser tutorizado por los propios compañeros de cuarto curso. Estos manifiestan que se desarrolla de manera satisfactoria y creemos que es una opción que se debe valorar en aquellos lugares en los que no se ofertan prácticas en primero por problemas de logística.

En algunas de las universidades analizadas, las prácticas de primer curso son impartidas por el Profesional Auxiliar de Enfermería, y consideramos, que a pesar de que la enfermería trabaja de manera coordinada con estos profesionales, y que en múltiples ocasiones realizan tareas delegadas de Enfermería, son los profesionales formados como enfermeros los que tienen que dirigir la formación de los estudiantes de enfermería, tanto en los procedimientos básicos, que generalmente son delegados, como en las técnicas más complejas.

 

3.- Rotatorios

Consideramos que se debería asegurar que durante los rotatorios distribuidos a lo largo del grado se rotara por los siguientes bloques asistenciales: Medicina Interna, Cirugía, Materno-Infantil, Atención Primaria, Geriatría y servicios especiales (UVI/UCI, Urgencias, Hematología, Oncología, Emergencias Extrahospitalarias, etc.), ya que esto permite al estudiante completar su formación en las diferentes áreas y tomar conciencia de sus preferencias. Las prácticas clínicas permiten al estudiante tomar una perspectiva holística de los conocimientos y cuidados, lo que consideramos es especialmente relevante dado que los grados están orientados desde un punto de vista segmentario para facilitar la impartición de las diferentes materias.

Además, en general los servicios especiales (Urgencias, UVI/UCI, Hematología, Oncología…) se deben reservar para el último curso, ya que requieren de un grado mayor de conocimientos y destrezas en la aplicación de técnicas y planificación de cuidados. En algunos de estos servicios consideramos que sería interesante que se realizaran prácticas en turno de noche, sobretodo en el servicio de Urgencias. Actualmente, solo 4 de las universidades socias estudiadas ofrecen esta posibilidad.

La duración idónea de cada rotario consideramos que es de aproximadamente 4 semanas (cifra escogida por el 30.6% de los alumnos encuestados). Creemos que es tiempo suficiente para conseguir dominio de las técnicas propias de cada unidad y que alargar dicho tiempo va en detrimento del aprendizaje del alumno, ya que limita el número de servicios por los que rota. Somos conscientes de que la duración idónea de los rotatorios depende de las características propias de cada servicio, pero en general, creemos que se debe apostar por un mayor número de rotatorios que permitan al estudiante conocer el máximo número de servicios posibles, para poder conocer todos los aspectos de la enfermería.

En los casos en los que sea posible por temas de logística, sería recomendable que los estudiantes supieran los bloques por los que pueden rotar en cada momento, para tener una perspectiva global de cómo van a desarrollarse las prácticas clínicas. Este modelo se sigue en la Universidad de País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea quién tiene aprobado un itinerario de los servicios de prácticas clínicas y además da, cada año, la posibilidad a los estudiantes de priorizar los servicios que más les interesan para luego, junto con su nota y su distancia al centro, intentar adecuarse lo máximo posible a lo que el estudiante desea.

También, sería conveniente que existiese una reunión previa al comienzo de cada rotatorio con el profesor asociado, en la que se explique la dinámica del servicio, y con el profesor coordinador para explicar los criterios de evaluación, los horarios a seguir y las pautas de bioseguridad vigentes en cada Hospital.

 

4.- Créditos

La cantidad de créditos ECTS dedicados a las prácticas asistenciales varía en función de la universidad, siendo el máximo 92 ects y el mínimo 24 ects. Se debe considerar que la cifra mínima se debe a que en esta universidad se realizan parte de los créditos de prácticas en simulación, en lugar de en centros sociosanitarios, que es lo que hemos tenido en cuenta para la elaboración de este informe. La medía de los créditos que se imparten en las universidades encuestadas es de 75.925.

A pesar de que sólo 2 de las universidades analizadas cumplen con la normativa, creemos que todos los grados deben cumplir un mínimo de 2700 horas, lo que corresponde a un total de 90 ECTS para cumplir con el mínimo establecido en el Libro Blanco de la Enfermería, del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y el plan Bolonia. Cabe destacar, que la Universidad de Salamanca está adaptando su plan de estudios actualmente para cumplir con dicha normativa.

 

5.- Rotatorios y metodología de elección

Tras conocer las condiciones de los diferentes centros consideramos que la metodología de elección más factible para su implantación sería al azar, pero asegurando el paso del estudiante por todos los servicios anteriormente citados, primando la proximidad del alumno al hospital o centro sanitario al que será asignado e intentando dar la posibilidad al estudiante de poder proponer servicios en el último curso para así poder asegurar una mayor preparación para estudios posteriores al grado.