portada-ebook

SOBRE EL AUTOR

David Carson vive en Taos (Nue­vo México). Nacido y criado en Oklahoma, pasó mucho tiempo con ancianos nativos americanos, madres de clanes, guardianes del conocimiento, narradores, curanderos, chamanes y hombres y mujeres «santos». Es el coautor del éxito de ventas Las cartas de la medicina (publicado por Editorial Sirio).

Título original: SPIRIT CLANS

Traducido del inglés por Miguel Portillo

Diseño de portada: Editorial Sirio, S.A.

Diseño y maquetación de interior: Toñi F. Castellón

© de la edición original

2018 David Carson

© del prólogo

2018, Steven D. Farmer

Publicado con autorización de Hampton Roads Publishing Company Inc.

© de la presente edición

EDITORIAL SIRIO, S.A.

C/ Rosa de los Vientos, 64

Pol. Ind. El Viso

29006-Málaga

España

www.editorialsirio.com

sirio@editorialsirio.com

I.S.B.N.: 978-84-18000-21-8

Puedes seguirnos en Facebook, Twitter, YouTube e Instagram.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

La muerte no existe. Solo un cambio de mundos.

Atribuido al jefe Seattle

En cada vida el espíritu humano aparece como una repetición de sí mismo con los frutos de sus experiencias previas en vidas anteriores.

Rudolf Steiner

La memoria y la impresión tienen formas similares. Engendran nuestras tendencias, que operan continuamente para dar forma a nuestras vidas, aunque su causa está separada de su efecto por el tiempo, el lugar o varias vidas.

Traducido por Alistair Shearer
de los
Yoga Sutras de Patanjali

En recuerdo de un hermoso ser,

Fluffy, nuestro gato, m. 2017

AGRADECIMIENTOS

La colaboración es la naturaleza del proceso creativo. Me gustaría dar las gracias a mis extraordinarias hijas, Jacqui, Sara, Greta, Maggie y Elizabeth, por sus inestimables comentarios y sugerencias, y a mi querida amiga Rhonda por su profundo conocimiento de todo lo espiritual y esotérico. Gracias a la gente de Red Wheel/Weiser y de Hampton Roads Publishing, en especial a Christine LeBlond, editora principal de adquisiciones; a Jane Hagaman, editora general, y a Lauren Ayer, correctora de estilo. Y finalmente, gracias a mi pareja, Karen: tus ánimos y tu experiencia nunca dejan de inspirarme.

PRÓLOGO

Nada más regresar de un retiro intensivo de cuatro días en el alto desierto de Joshua Tree –uno de mis lugares favoritos de la Tierra–, me encantó que me ofreciesen la oportunidad de revisar y escribir este prólogo para Los clanes espirituales y sus animales totémicos. Durante el retiro, que trataba de prácticas chamánicas contemporáneas, los participantes recibían mensajes de los animales y las plantas que poblaban el lugar. Los mensajes del Espíritu comunicados a través de esos «representantes» pueden ser de gran ayuda al guiarnos por nuestro camino espiritual.

En Los clanes espirituales y sus animales totémicos, David Carson, cocreador del popular mazo oracular Las cartas de la medicina (Sirio, 2017), ha desarrollado más este concepto, describiendo cómo cada uno de nosotros estamos profundamente relacionados con una expresión particular del tótem, ya sea animal, vegetal o de otro elemento terrenal. Y no solo eso, sino que ­también describe cómo nuestra relación con este aspecto se extiende a lo largo de muchas vidas, y se remonta a nuestros primeros antepasados, que desarrollaron una íntima relación con una planta, animal u otra forma de vida natural en concreto. Ese es el tótem de tu clan. La forma de vida que ocupa el centro es el hilo que puede proporcionar una mayor comprensión acerca de tu linaje y tus características, ofreciendo un mapa detallado de tu periplo espiritual.

David describe diversas maneras en las que descubrir al tótem de tu clan y así «volver a conectar con la energía primigenia de tu clan espiritual original». Ello lleva a profundizar en tu práctica espiritual, así como en la comprensión de ti mismo. Ofrece un compendio de la A a la Z, detallando en cada uno de ellos los atributos asociados a ese linaje, así como historias que le hablan al alma de cualquiera que se identifique con ese clan en particular.

Léelo con detenimiento y prueba algunos de los métodos que en él se exponen. Estoy seguro de que te serán de ayuda para identificar tu clan. Medita, peregrina, contempla esa conexión una vez que la descubras y alcanzarás la satisfacción de comprender mejor tu propósito en la vida.

DR. STEVEN FARMER,
autor de Animal Spirit Guides and Sacred Ceremony.
Para obtener más información, visitar EarthMagic.net

1

LA ISLA DE LA TORTUGA

Ascendió de las aguas oscuras.

El trueno retumbó y las olas rompieron.

Llegaron las lluvias, y sus vientos la azotaron.

No obstante, la Madre Tortuga ascendió. Y ascendió mucho. Y lo hizo deprisa,

y su enorme caparazón se expandió

en todas las direcciones,

de norte a sur, hasta más allá de lo conocido.

De este a oeste.

Y siguió ascendiendo.

Y siguió ascendiendo.

Su cabeza verde asomó, estirando el cuello,

dos ojos inmensos sobresalieron por encima del oscuro y turbulento mar,

por encima de las oscuras aguas en ebullición.

Empujaba hacia arriba, y el oleaje batía a lo largo

de miles y miles de millas de oscuro océano.

Ascendiendo entre la espuma y separando las aguas.

Con su caparazón verde oscuro y plateado, la tortuga ascendió a la superficie, como si fuese una costra de la tierra que se hubiese liberado.

Cuando al fin descansó durante eones de creación, volvió a quedar cubierta y se convirtió en tierra –en una isla–: la Isla de la Tortuga, nuestra madre bajo los pies. Crecieron los árboles. Crecieron las plantas. Poco a poco fueron llegando animales, de todo tipo. Llegaron.

Y luego llegó la gente. Nacieron los clanes. Y las tribus y naciones. Y levantaron sus campamentos por todas partes, sobre la Isla de la Tortuga, sobre su lomo. Esta isla sagrada sobre la que caminamos era buena.

Todos pertenecemos a una misma familia.

El continente norteamericano siempre fue la Isla de la Tortuga para los amerindios. Toda la tierra, todos los bosques, las montañas, lagos y ríos iban en el lomo de la tortuga. Todos los seres humanos, los animales, peces, aves... vivimos sobre la Isla de la Tortuga. Toda forma de vida. Todo está interconectado.

2

LA APARICION DE LOS CLANES
Y SUS GUARDIANES

El trueno habló al principio del mundo, iniciando el largo proceso de la evolución. El mundo fue antaño oscuro y los seres humanos se amontonaban, sufriendo hambre y frío, rogando que llegase la luz. De repente, los rayos dividieron al mundo en dos. Se escuchó un largo y atemorizador gruñido. Se escuchó el primer trueno, tan terrible y aterrador que hizo que hombres, mujeres y niños saliesen huyendo en todas direcciones.

Cuando pequeños grupos de esos primeros humanos se encontraban con un animal u otra entidad, como un árbol, una piedra, una nube o algún otro ser mágico, suplicaban: «Somos débiles. ¿Nos orientarás y enseñarás para que podamos vivir?». Si el animal o la entidad se mostraban dispuestos a enseñarles, esos humanos se convertían en seguidores de ese ser, que pasaba a ser su maestro y guía: el espíritu animado del clan. Ese, según se cuenta en la historia oral y los mitos tribales, fue el origen de los clanes y sus guardianes.

3

¿QUE ES UN CLAN ESPIRITUAL?

Hay pruebas de que nuestros primeros antepasados vagaron por la Tierra hace más de ochocientos mil años. Los seres humanos no eran la especie dominante, más bien al contrario. Pero contaban con un fuerte instinto de supervivencia. Los clanes espirituales nacerían de su necesidad de evolucionar. Y de los animales aprendieron cómo alimentarse y cobijarse. Los humanos se agruparon de esta nueva manera y desarrollaron un orden social. Debemos nuestra supervivencia, nuestra existencia, a las sabias enseñanzas de los clanes espirituales.

Los animales totémicos no son animales de poder. Los animales de poder son espíritus guías personales que acompañan a un solo individuo. Los animales de poder emergen de visiones, sueños, meditaciones u otras experiencias chamánicas. Pueden ser mamíferos, aves, reptiles o incluso criaturas mitológicas, como unicornios, dragones, caballos alados u otros animales parecidos. Los animales de poder otorgan sabiduría y añaden poder personal.

Puede que el espíritu de un clan coincida con tu animal de poder. El águila puede ser tu animal de poder y también el de tu linaje. Un animal de poder fortalece tu poder personal. Un clan es el grupo original que comparte la impronta de un alma primigenia. Todos pertenecemos a un clan espiritual y su espíritu es la luz ardiente en nuestro corazones. Una luz que ha sido cubierta. El amor que nos enseñó ese espíritu nos ha guiado a través de nuestra evolución y supervivencia. Nuestro clan es en realidad nuestra bendición original y cada uno de nosotros portamos sus memorias.

Muchos clanes son guiados por espíritus animales, pero una planta o un objeto como una piedra, una concha o una flecha, o incluso un elemento, como el fuego, también pueden cumplir esa función. Esos espíritus protectores, esos tótems y sus enseñanzas ocupaban el centro místico de los clanes. Los clanes eran una identidad, una fuente segura de formación y protección, y un depósito de potente energía sinérgica. Los clanes espirituales fueron los primeros que nos enseñaron el sentido de ser y nos proporcionaron guía sobre cómo vivir una vida buena, con sentido y trascendente.

Existieron incontables clanes repartidos por el mundo y por lo tanto tu tótem no tiene por qué aparecer mencionado en este libro. Los clanes representan nuestras raíces espirituales más antiguas, nuestra primera codificación y el origen de nuestra esencia mística. Se considera que el espíritu del clan es tu progenitor, tu espíritu madre y padre. Este conocimiento puede sacarte de las oscuras aguas de la confusión. Descubrir el tótem de tu clan puede capacitarte, fortalecerte y despertarte. Conocer tu clan te ayudará a sobrevivir y a prosperar en estos tiempos turbulentos, confusos y cambiantes.

Los clanes espirituales trascienden países y culturas, tiempo y espacio. Todo lo que nuestro tótem contiene acaba manifestándose. Cuando nos relacionamos con una persona afín de nuestro clan, se crea una potente sinergia. Cuando se reúnen dos o más personas con el mismo objetivo espiritual, la energía aumenta considerablemente. Los clanes espirituales pueden unificarnos en esta época de desunión. Su luz brillará, renovando la luz y el calor en nuestros corazones.

La clave es conocerse a uno mismo. Desconocer las propias raíces puede provocar una sensación de pérdida y separación. Todos tenemos un clan original. Forma parte de nuestro patrimonio. Tu clan proviene de los principios ancestrales. Los clanes proporcionan una conexión indescriptible con la fuente de toda vida. Un clan es el verdadero Santo Grial, una búsqueda espiritual en nuestro interior.

Las mujeres fueron las guardianas de las enseñanzas y la sabiduría del clan. Los jefes de los clanes, tanto hombres como mujeres, eran seleccionados por la Madre del clan, que era responsable de la transmisión de todas las tradiciones del clan. Todo el mundo, consciente o inconscientemente, nace en un clan con un tótem original. De acuerdo con ello, a los individuos se les prohibía casarse con un miembro de su propio clan porque a cada uno de ellos se lo consideraba un hermano o hermana espiritual.

Los clanes son de naturaleza espiritual y no existen como instituciones propiamente dichas. Más bien, tu clan es únicamente un vínculo espiritual con tu ser antediluviano, tu principio, tu orientación esencial y tu identidad más antigua. Los clanes espirituales arden en el corazón y son una pasarela hacia la comprensión de quiénes somos.

Los clanes son anteriores a los registros históricos. Los recuerdos de los clanes están contenidos en fenómenos intrapsíquicos enterrados en nuestro inconsciente colectivo. Son transpersonales pero también personales. Tu clan es único y específicamente tuyo.

Con la excepción de algunas tribus y culturas aborígenes, los clanes espirituales surgen en los márgenes, en las intersecciones de coincidencia y destino. Son enormemente importantes para conocerse uno mismo, y la información recabada a partir de este descubrimiento subjetivo está dotada de poder, un poder proveniente de la reconexión con las fuerzas primigenias que han modelado tu vida, y que gracias a este descubrimiento ahora puedes recuperar. Retrocedemos en esa suma conocida como tiempo hasta nuestros primeros recuerdos existenciales en el centro del ser.

En la actualidad, existen numerosas sociedades femeninas y masculinas, que son fragmentos de restos olvidados de clanes espirituales. Por ejemplo, algunas de las sociedades femeninas que recibieron y honraron a los veteranos que regresaban de las guerras y se ocuparon de ellos. Algunas mantienen genealogías y linajes. Algunas guardan antiguos objetos de poder como pipas y hatillos de medicinas sagradas. Hay grupos corales comprometidos con la conservación de cantos y bailes de poder. Algunas de esas sociedades se incubaron a partir de la desintegración de clanes olvidados desde hace largo tiempo. Las sociedades son guardianas de conocimiento ceremonial que de otro modo pudiera haberse perdido o destruido. Gracias a esas sociedades y a través de los clanes y de su conexión con un pasado remoto, la sacralidad continúa.

Este libro no es sino un álbum de recuerdos, un álbum de posibilidades: tengo la esperanza de que a través de sus páginas sientas la llamada de ese gran poder interior al que no puedes resistirte y del que no puedes escapar. Te ruego que descubras el mapa oculto que te llevará hacia tu clan y su tótem en algún lugar entre estas páginas, que halles tu camino adecuado, tu camino familiar, y que traigas de regreso esa memoria a tu vida.

4

EL CAMINO DEL CHAMAN

Los antiguos chamanes fueron los primeros psicólogos. Los chamanes podían leerte. Podían verte y saber cuáles eran tus problemas y dificultades. Conocían tu clan y qué medicina, cántico o acción darte de acuerdo con él.

Podían cantarte una canción, tal vez un canto que respondiese a todas tus preguntas. Sus cantos podían durar unos minutos o todo el día hasta bien entrada la noche, y albergaban una gran visión, un profundo saber. Los chamanes no hablaban. Cantaban. Tañían los tambores. Te tocaban con una pluma y despertaban nuevos lugares en tu interior.

Cuando percibían tu divinidad, lo comunicaban cantando. El canto te envolvía. Cantaban que toda la materia es sagrada, polvo de estrellas, sean plantas, ­animales o cualquier niño o criatura de la Tierra. A través de las palabras te abrazaban en sus corazones. Cantaban que existen muchas fases, muchas vidas, en el interior de las aguas bravas del espíritu, en la vasta extensión de tu ser. El canto te bañaba y se entretejía en ti y a tu alrededor, y se llevaba tu sufrimiento.

Los chamanes son sanadores, curanderos, doctores del poder aborigen y practicantes tribales. Adivinan, llevan a cabo rituales y cuentan con habilidades únicas como la visión remota y la comunicación con animales. Son intercesores entre el mundo natural y las esferas sobrenaturales. El término chamán surgió en Siberia donde lo utilizaban para referirse a «una persona que sirve». Ahora la palabra ha dejado de ser específica de una cultura y es sobre todo utilizada para describir a aquellos que aparentemente poseen poderes numinosos.

Los chamanes están conectados con la naturaleza y con el espíritu de los animales. Saben que todo animal es un maestro. Quienes han pasado por un aprendizaje chamánico y han descubierto a sus aliados animales han aprendido que contamos con la capacidad de recuperar niveles de comprensión a través de una conexión cercana con ellos. Al emprender exploraciones interiores para revitalizar esos recuerdos perdidos, podemos renovar la vitalidad y aumentar nuestra conciencia. Así se canta al corazón.

Los animales poseen atributos que son arquetipos de conocimiento más profundo. Árboles, rocas, lagos y ríos también tienen mucho que impartir y esas criaturas, objetos y fenómenos naturales contienen divinidades y poderes sobrenaturales. Cada uno de nosotros estamos relacionados con ese conocimiento a cierto nivel. Este vínculo inicial contiene la naturaleza de nuestros clanes ancestrales, nuestras primeras identidades sociales. De una u otra manera, las enseñanzas de los clanes nos condujeron desde nuestro légamo primigenio hasta la tecnocracia actual.

Los chamanes han experimentado muchos planos de existencia, el mundo cotidiano y muchas variedades de lo sobrenatural. Leen las señales y saben sobre cosas invisibles. Son únicos, cada uno responde a sus pautas y rasgos culturales. Algunos son soñadores, expertos en sueños y en su interpretación. Están familiarizados con el mundo sobrenatural y permanecen en comunicación con espíritus buenos y malos. Algunos son hechiceros. Otros pueden ser videntes y profetas. A menudo disponen de extraños dones, como la capacidad de localizar objetos perdidos o robados, encontrar caza, predecir el tiempo y curar a distancia. En la actualidad, existen chamanes urbanos que señalan que hay espíritus poderosos que no solo moran en árboles, lagos, montes y cualquier otro elemento de la naturaleza, sino también en nuestros automóviles, ordenadores, teléfonos móviles, trituradores de basura y otros artilugios. Incluso los edificios –ya sean antiguos o contemporáneos– albergan un espíritu.

Los chamanes son poderes en la sombra y señores de la energía espiritual. Te ayudan de muchas maneras: remediando desequilibrios, conquistando el miedo, descubriendo tu propio sendero, hallando tus lugares de poder y despertando aspectos de tu ser perdidos y ocultos. Una vez que estás insuflado de poder, un chamán puede conducirte a tu clan primigenio y a tus bendiciones originales. Esta transferencia puede suceder en segundos o a lo largo de un prolongado aprendizaje durante años.

Los chamanes eran los «elegidos» que tenían acceso al mundo de los espíritus. Podían comunicarse con el tótem de un clan, interpretar sus deseos y advertir al clan. Por ejemplo, la serpiente enseña astucia, sabiduría y equilibrio, y los miembros de ese clan manifiestan esos atributos. Los integrantes del Clan de la Serpiente saben mantenerse en silencio y, cuando es necesario, golpear con mucha fuerza. Algunas tribus afirman que las serpientes controlan el tiempo, y que si no se apaciguara a la serpiente benevolente, los espíritus de las cosechas morirían. Las cosechas necesitan precipitaciones para crecer y es el chamán quien intercede ante el espíritu de la serpiente para mantener la armonía en el mundo natural. Las serpientes y los seres humanos participan juntos en las ceremonias de petición de lluvias, que aportan equilibrio, curación y estabilidad a la tierra de una manera muy elemental. A los chamanes de los clanes de la serpiente se les suele pedir que lleven a cabo esas ceremonias.

Los animales nos hablan de maneras singulares y todas las culturas chamánicas lo saben. El chamán conoce que los animales y los seres humanos están conectados mediante un vínculo inquebrantable. Lo que afecta a insectos, peces, mamíferos, reptiles y pájaros afectará también, tarde o temprano, a los seres humanos. El chamán se esfuerza constantemente para ajustar las influencias negativas y recuperar el equilibrio original que nos acerca a la naturaleza. Eso, a su vez, beneficiará a toda la vida y al propio planeta.

Recordemos que los animales totémicos existen en la base de la consciencia, un potente centro de atención y un lugar en el que reclamar poderes originales. El umbral a tu ser secreto perdido, a tu clan, puede abrirse para ti. Se abre a la matriz de retorno en el interior del refugio de los recuerdos perdidos, que ahora permanecen ocultos.

Existen diversas maneras de acceder a este «recordar» mediante técnicas chamánicas como sueños, visiones y estados alterados, utilizando regresiones a vidas pasadas y en el aprendizaje personal con un chamán. Esos enfoques pueden ayudarte a identificar y descubrir cuál es tu clan ancestral particular y único, y reclamarlo como propio.

SUEÑOS

Los sueños están cargados de simbología, pero los símbolos le pertenecen al que los sueña. Cada uno debe preguntarse qué es lo que indican esos importantes objetos, personas, animales, lugares y símbolos. Obviamente, desarrollar la capacidad de lidiar con los sueños requiere de un aprendizaje que se desarrolla con el tiempo. El secreto de los sueños, claro está, radica en prestar atención y en escuchar. Considera los sueños como una indicación en el camino, como el mapa que hay que seguir.

Implicarse en estas prácticas requiere paciencia y dedicación. Pudiera ser necesaria una deconstrucción de creencias. En primer lugar debes aprender a interactuar en el plano onírico con objetos, plantas, animales o personas significativos, a fin de pedir su ayuda y orientación. Esos serán los mentores y consejeros de tu búsqueda. Carlos Castaneda se refirió a esta técnica como «sueño lúcido». En los sueños podrías descubrir conexiones y pistas que te conduzcan a tu clan.

Otro método es pedirles a tus sueños y a tu cuerpo onírico que busquen tu clan colectivo y te pongan en contacto con él. Para ello es necesaria una programación onírica determinada y deliberada. Los chamanes suelen instruir a un aprendiz en la materia para que adquiera la capacidad de utilizar sus manos y caminar de manera consciente en los sueños. Una vez asimilado esto, el aprendiz de sueños puede aprender cómo ­buscar y encontrar su clan espiritual original. Si sigues este camino tal vez te descubras en medio de tu clan mientras sueñas. Podrás interactuar y conocer a tu clan original, y esa puerta se te habrá abierto.

Los sueños pueden despertar recuerdos de vidas pasadas. Muchos afirman haber escuchado sonido de tambores y cantos. Han visto fogatas parpadeantes y vagas siluetas. Algunos regresan a esos sueños para descubrir a una madre del clan o al jefe del clan. Los sueños pueden aportar conexiones importantes con tu pasado ancestral.

VISIONES

Las visiones son un potente mensaje que te conduce a tu clan espiritual. Las visiones son personales, una forma de elevación de conciencia. Existen evidencias de visiones que se remontan a los primeros vestigios de las civilizaciones humanas. Las visiones trascienden el pensamiento racional y tienen lugar en el contexto de un profundo estado místico. Algunos visionarios afirman que sus visiones son puro éxtasis. Las visiones van desde lo espectacular hasta lo mundano, desde lo profético hasta lo turbador y críptico. Algunas personas se pasan toda una vida desentrañando el significado de sus visiones.

Muchas escrituras sagradas contienen material visionario. La Torá, la Biblia y el Corán narran muchos episodios de este tipo. Están las increíbles visiones de Hermes que narran un encuentro con Osiris, que lo instruye sobre el camino de las almas. Santa Teresa de Jesús, santa Catalina de Siena y san Juan Evangelista son todos famosos visionarios. A lo largo de la historia se han dado relatos visionarios sobre ángeles, demonios, diosas, dioses y resplandecientes seres de luz.

Las visiones suelen llegarles a individuos con una orientación espiritual. Puede tratarse de una única visión o de una serie de ellas. Muchas visiones, la mayoría, son de naturaleza religiosa o espiritual. Pueden llegar durante la oración o la meditación, estando en el banco de una iglesia o en la cima de una montaña. Es posible experimentarlas dando un paseo por el parque o sentado en una cafetería. Al igual que los sueños, las visiones también pueden contener experiencias de vidas pasadas.

ESTADOS ALTERADOS

La mayoría de las culturas indígenas con tradiciones chamánicas cuentan o han contado con medios para alentar estados de consciencia alterados. Con la debida formación, algunas de esas técnicas también pueden conducirnos a la causa original en nuestra primigenia evolución humana y al origen de nuestro clan. Algunas de esas técnicas tienen miles de años. Existen muchos métodos para provocar estados alterados. Algunos ­pueden ser iniciados por cantos, aislamiento, privación del sueño, ayuno, control de la respiración o bailes. Muchas plantas y drogas psicotrópicas también los inducen: el alcohol, el tabaco, el peyote, la ayahuasca, el LSD, el DMT, las setas alucinógenas y otras muchas sustancias son susceptibles de facilitar una profunda conexión interior con lo numinoso.

Los consumidores de esas drogas suelen tener experiencias extracorporales y bien elevarse por encima de su cuerpo o bien sumergirse en las profundidades de la tierra, donde visitan a sus antepasados y conversan con ellos. Pueden llegar volando a los cielos más elevados y penetrar en otras muchas esferas. También pueden llegar a hablar con animales de poder o con guías personales o ver lo que está sucediendo en lugares distantes en la realidad ordinaria.

REGRESIONES A VIDAS PASADAS

Las regresiones a vidas pasadas son un método hipnótico para recuperar recuerdos anteriores al nacimiento. Tras una sesión ideal, sería posible recordar, y más tarde registrar, esas experiencias. Podría ser posible sentir, ver, escuchar o atisbar el momento de nuestro primer despertar de consciencia como organismo humano.

Las regresiones a vidas pasadas son una experiencia espiritual y te proporcionan acceso a tu clan original. El desarrollo y el propósito espiritual alcanzan su punto culminante gracias a la progresión del alma a través de una secuencia de vidas.

Durante la regresión a vidas pasadas, deberás confiar en ti mismo, permanecer en una actitud de desapego y ser capaz de ver y experimentar, sin emoción, una vida pasada. Debes regresar a tu primera encarnación, a la chispa inicial de conciencia de la propia identidad y de despertar de la consciencia. Un hipnotizador o terapeuta cualificado puede utilizar la hipnosis o la meditación guiada para conectarte con los recuerdos de tu primera vida. El objetivo es recordar los dones espirituales que fueron tus primeros guías. Puedes llegar a desentrañar dónde se encuentran en el interior de esta antigua memoria. ¿Cuál es el paisaje? ¿Con quién se vinculaban? ¿Cuál es su clan y cuáles son las enseñanzas del clan? Debes mantener esos recuerdos e iniciar valientemente tu viaje a través de las múltiples vidas y los yoes paralelos que has ido experimentando hasta el momento presente.