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Diseño de portada: Editorial Sirio, S.A.

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2020 Ricardo Eiriz

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Se permite la reproducción total o parcial de este libro, su incorporación a un sistema informático, su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico o mecánico, por fotocopia, grabación u otros métodos, sin el permiso previo del autor, entre particulares sin áwnimo de lucro (Art. 31.2 de la Ley de Propiedad Intelectual).

Dedicado a Antonio López y todos los que
componéis Editorial Sirio, una verdadera familia de acogida.

La comunicación de mi trabajo
no habría sido posible sin vuestro apoyo.

Introducción

El objetivo de este libro es guiarte para que desarrolles
la capacidad de comunicarte de forma exitosa en cualquier situación.

Cuando en Método INTEGRA comencé a acreditar instructores que, una vez preparados, impartirían nuestros cursos, me hice totalmente consciente de la necesidad de formarlos para generar impacto allá donde fueran.

Impartir cursos y conferencias ante todo tipo de audiencias, realizar entrevistas en medios de comunicación, llevar a cabo sesiones particulares con clientes de cualquier país, género o raza, tener una comunicación fluida con sus parejas para encontrar el equilibrio perfecto, o mirar hacia dentro de uno mismo para desarrollar una vida en coherencia y congruencia, eran algunos de los ámbitos de actuación de los instructores que requerían tener desarrollada la capacidad de comunicar.

Las personas nos desarrollamos en múltiples áreas, y por lo general todas ellas requieren establecer relaciones intra- e interpersonales. Cualquier dificultad que tengamos en el desarrollo de nuestras relaciones, limita enormemente nuestras expectativas de disfrutar de una vida plena.

La comunicación se convierte, por lo tanto, en una disciplina horizontal, con incidencia directa en todos los ámbitos de nuestra vida. Seas educador, empresario, ejecutivo, comercial, coach, político, sindicalista, o simplemente madre o padre de unos hijos a los que deseas transmitir determinados valores para que desarrollen todo su potencial y sean felices, la capacidad de comunicarte es fundamental.

Generar impacto en los demás requiere, en gran medida, desarrollar el potencial que todos tenemos para conectar y comunicarnos de forma exitosa, permitiéndonos fluir en nuestras comunicaciones.

Hablar en público es una de las asignaturas pendientes más comunes para buena parte de la población. Tanto al enfrentarse a grandes audiencias, como incluso ante pequeños grupos, con personas conocidas o totalmente desconocidas, se despiertan en la mayoría reacciones inconscientes en las que emociones como la angustia, la inseguridad, el pánico o la vergüenza, pasan a tomar el control.

Hablar en público sin el famoso miedo escénico, que incluso los artistas más famosos padecen, es tan solo una parte de lo que se necesita para comunicar con éxito.

Quizás estés pensando que tu problema no aparece ante una audiencia amplia, sino ante tu pareja, tus padres, tu jefe, o un desconocido en una fiesta. La comunicación uno a uno, en sus múltiples vertientes, también supone una importante limitación para muchas personas.

Ser incapaces de abrir nuestro corazón y transmitir lo que sentimos a quienes amamos, de dar nuestra opinión ante personas que consideramos cuentan con mayores conocimientos o experiencia que nosotros, de comenzar una conversación con un desconocido en la calle, o de saber escuchar cuando nos hablan, son problemas de comunicación ampliamente extendidos.

La comunicación contigo mismo, sin barreras ni disfraces, es fundamental en primer lugar para conocerte, y a partir de ahí para vivir en coherencia. Establecer esa conexión interna que te permita sentir que siempre eres tú, sin fingir ni actuar pretendiendo mostrar una imagen acorde con las expectativas de los demás, es el primer paso para desarrollar tus capacidades en el ámbito de la comunicación.

Ya sea hablando en público o en privado, podemos, debemos y merecemos alcanzar ese estado que nos permite disfrutar de cada momento de interacción con los demás.

Ser nosotros mismos y disfrutar siéndolo es la clave para comunicar con éxito. En otras palabras, para comunicar con éxito debemos ser, no fingir que somos.

Comunicar sin imitar a nadie, desarrollando nuestro propio estilo, nos permitirá dar lo mejor de nosotros mismos sin tener que poner nuestra atención en la forma en la que lo hacemos.

Cuando comunicamos, nuestro pensamiento debe estar en el contenido del mensaje que transmitimos, y no en la forma en la que lo estamos haciendo llegar a nuestros interlocutores.

Para hacerte más consciente de este concepto, realiza el siguiente ejercicio. Busca un bolígrafo y en cualquier papel que tengas a mano, estampa tu firma como habitualmente lo haces. A continuación, vuelve a hacer tu firma, pero en esta ocasión pensando en cada trazada que sigues con el bolígrafo.

A buen seguro te habrá resultado más difícil firmar poniendo tu atención en cada movimiento. Y si comparas los resultados, lo normal es que te identifiques mucho más con la primera firma, la automática, que con la segunda.

Todo el tiempo en que tu pensamiento está centrado en cómo lo estás haciendo, te mantienes desconectado del contenido que realmente deseas transmitir. Nos sucede lo mismo en cualquier otro ámbito de la vida, como por ejemplo al conducir.

Cuando vas al mando de tu automóvil, lo haces en piloto automático, sin pensar en cada reacción que tienes. Presionas el pedal del freno y del acelerador cuando corresponde, activas el intermitente para cambiar de carril, te detienes cuando llegas a un semáforo en rojo, aceleras cuando vas a adelantar, y un sinfín de reacciones que te permiten ir adaptando tu comportamiento a los distintos estímulos que van apareciendo en tu camino. Tan solo cuando pretendes llegar a un destino nuevo pones tu atención en encontrar dicho lugar.

Este modo de actuar en piloto automático lo logramos cuando nuestro subconsciente tiene interiorizada la programación adecuada. Si nos ponemos nerviosos o nos sentimos inseguros ante una determinada situación, es porque interiormente tenemos una programación que no nos permite fluir en ese momento.

Nuestra mente subconsciente está siempre alerta a los estímulos que van apareciendo en nuestro camino, y nos lleva a reaccionar de manera automática en función de la programación que tenemos. Cuando nuestro subconsciente encuentra coherencia entre el estímulo y nuestra programación, nos sentimos bien, y todo fluye. En cambio, cuando nos encontramos con un estímulo con el que no entramos en coherencia, se despiertan en nosotros todo tipo de reacciones para evitar dicha exposición.

El nerviosismo, la inseguridad, el miedo escénico, o el no permitirnos mostrarnos tal y como somos, no son más que reacciones automáticas «defensivas» ante una situación para la que no estamos preparados.

La buena noticia es que con independencia de la programación que nos haya acompañado durante nuestra vida hasta el día de hoy, siempre tenemos la capacidad de cambiar. De hecho, es lo que vas a hacer a través de los ejercicios que irás encontrando en este libro.

Para comunicar con éxito y disfrutar de la comunicación en cualquier tipo de situación debes tener tu subconsciente programado adecuadamente. Debes saber cómo preparar las comunicaciones. Y lo más importante, debes permitirte ser tú en todo momento.

Cuando decidí crear el curso Comunica con Éxito, que con el tiempo ha desembocado en la escritura de este libro, tuve muy claro que iba a ser un curso especial. Debía ser un curso que cambiara la experiencia vital de todos los participantes cuando hablasen en público y en privado, con independencia de lo que fueran a transmitir.

El título, Comunica con éxito, nace como fruto de una profunda reflexión para encontrar el título que mejor reflejara el resultado perseguido con el curso, y posteriormente con el libro.

Comunicar con éxito es mucho más que hablar en público, mucho más que desarrollar la oratoria, y por supuesto nada tiene que ver con manipular a los demás.

Comunicar con éxito significa ser capaz de hacer llegar tu mensaje a tu audiencia, haciéndoles mirar hacia dentro y conectar con lo más profundo de su ser.

Comunicar con éxito es el arte de hablar adecuadamente, conectando contigo y con los demás, y de manera eficaz para alcanzar unos objetivos determinados.

El curso, que impartimos en Método INTEGRA desde el año 2015, se ha convertido en una experiencia de vida para las miles de personas que lo han tomado, y estoy seguro que este libro logrará un impacto similar.

Este libro te guiará para que tú mismo alinees tu subconsciente de un modo similar a lo que hacemos en los cursos, pero como es evidente la parte práctica en la que evidencies los cambios dependerá exclusivamente de ti.

A diferencia del libro, los cursos incluyen una importante parte práctica que permite evidenciar los cambios en directo, siendo todos los participantes testigos de los mismos.

En ocasiones, lo que hay detrás de la incapacidad para comunicarnos son memorias emocionales generadas en algún momento de nuestras vidas que, al activarse, nos secuestran emocionalmente limitando nuestras capacidades mentales e intelectuales.

También las creencias que albergamos respecto a nosotros mismos, a nuestras capacidades, o incluso a las expectativas que tenemos sobre el modo en que los demás deberían responder nos pueden paralizar en determinados momentos.

En los próximos capítulos te ayudaré a conocer lo que te impide disfrutar de la comunicación, y lo más importante, a cambiar esa programación que te está limitando.

También aprenderás a preparar adecuadamente cualquier comunicación que vayas a realizar, ya que de ello depende en gran medida tu éxito.

Por último, aprenderás a no sabotear inconscientemente tus actos de comunicación con los demás en el momento en que los estés realizando.

Este libro no es para leer, sino para hacer. Si te quedas en su lectura, y en los conceptos que van a ir apareciendo, te perderás lo más importante, tu transformación interior para convertirte en un gran comunicador.

Lo que tienes en tus manos ahora es la respuesta al deseo que posiblemente te ha acompañado durante algún tiempo, y te debe llevar a conectarte contigo mismo, permitiendo que sea tu subconsciente quien te guíe en todo momento cuando te comuniques. Pero no desde el plano en que lo venía haciendo, sino desde aquel que te permita disfrutar de cada instante estando conectado contigo mismo y con los demás.

¡Disfruta de la experiencia!

Conecta con tu esencia

Nuestro mayor freno está en nosotros mismos.

A medida que crecemos nos vamos desprendiendo de la frescura, sencillez e inocencia que tenemos de niños. Las experiencias que vivimos nos dejan huellas, que condicionan enormemente el modo en que nos enfrentamos a la vida, en ocasiones llegando a suponer un lastre insoportable.

Ya de adultos, y como consecuencia de esas huellas, nos vemos impedidos para brillar con todo el poder que poseemos.

Somos seres maravillosos, con un potencial prácticamente ilimitado. Aun así, el desconocimiento nos impide acceder a todo ese potencial y utilizarlo para crear la vida que deseamos.

Uno de los ámbitos en los que desarrollamos mayores limitaciones es el de la comunicación. Lo queramos o no somos seres sociales, que vivimos en continua relación con los demás. Padres, hermanos, abuelos, tíos, amigos, compañeros de estudios y posteriormente de trabajo, parejas, vecinos, y muchos otros van apareciendo en nuestras vidas, poniendo a prueba nuestras capacidades comunicativas.

Cada experiencia que vivimos, o de la que simplemente somos testigos, es interpretada por nuestra mente y utilizada para grabar información sobre nosotros mismos, nuestro potencial y nuestro mundo.

Esas memorias que grabamos de forma inconsciente son utilizadas por nuestra mente para llevarnos en piloto automático por la vida, empujándonos a disfrutar de las experiencias que deseamos, o bien a viajar con el freno de mano puesto, evitando exponernos a riesgos que nos pudieran hacer sufrir del mismo modo que lo hicimos en el pasado.

La exposición, ya sea en público o en privado, lleva a muchas personas a disparar respuestas emocionales que les paralizan o bloquean, impidiendo que la comunicación se lleve a cabo de forma fluida.

En otros casos, aparece una coraza que, a fin de evitar el sufrimiento, impide que los demás puedan vernos, llevándonos a filtrar la comunicación a través exclusivamente de la razón.

Son los dos extremos, ambos negativos y limitantes para establecer comunicaciones exitosas.

Tanto la parte racional, nuestra mente consciente, como la instintiva, nuestro subconsciente, son imprescindibles para conectar con los demás y generar trascendencia con nuestro mensaje.

Poniendo nuestra atención en el acto de la comunicación observamos dos partes diferenciadas. Por un lado, el mensaje que deseamos transmitir, el contenido, que requiere de una preparación previa. Y por otro, la forma con la que lo hacemos llegar a nuestros interlocutores.

Ambas partes de nuestra mente, racional e instintiva, juegan un importante, aunque diferenciado, papel al llevar a cabo la comunicación.

La preparación previa debe ser racional. El acto en sí de la comunicación debe ser básicamente instintivo, centrando toda nuestra atención en el mensaje que en cada momento deseamos transmitir.

Si miramos el mundo del cine, aparecen tres figuras principales: el guionista, el director y el actor. Los papeles del guionista y del director vendrían a ser racionales, mientras que el del actor sería principalmente instintivo. El actor no debe estar controlando conscientemente, sino dejándose fluir en aquello que está haciendo, mientras que el director sí debe estar filtrando a través de la razón aquello que está sucediendo.

Guionista

Mente consciente

Director

Mente consciente

Actor

Mente subconsciente

Cuando nos comunicamos, debemos asumir los tres papeles.

La preparación previa, asumiendo el papel de guionista, está en manos de nuestra mente consciente o racional.

El diseño de la estrategia y la preparación para la posterior puesta en escena está en manos de nuestro director, también con una visión racional, que emana de la mente consciente.

Salir y comunicar ante tu audiencia, de una forma totalmente natural, ya sea con tu pareja o ante un auditorio con diez mil personas, está totalmente en manos de tu subconsciente.

Por último, saber leer lo que está sucediendo en cada momento durante la comunicación, y decidir algún cambio de estrategia en caso de ser necesario, vuelve a ser responsabilidad del director, y por lo tanto requiere usar las capacidades analíticas y racionales de la mente consciente.

El momento en el que nuestra mente consciente tiene el papel de protagonista principal en el ámbito de la comunicación, es en la preparación previa. Posteriormente, en el momento en que la comunicación se está llevando a cabo, el protagonista principal es la mente subconsciente, adquiriendo la mente consciente un rol secundario, aunque también importante.

La mente consciente nos provee de la capacidad de pensar y de razonar. Nos permite diseñar el futuro que queremos vivir, y analizar las experiencias y conocimientos adquiridos en el pasado. A través de estas capacidades podemos estructurar de forma óptima el mensaje, enlazar los conceptos adecuadamente, diseñar la mejor estrategia para impactar en los demás, y prepararnos para llevar a cabo una comunicación excelente.

Aun así, incluso en esta preparación previa, nuestro subconsciente tiene mucho que decir, ya que capacidades como la concentración, la creatividad, la confianza, la seguridad, el optimismo, y muchas otras cualidades necesarias para llevar a cabo una preparación óptima, dependen en gran medida de nuestra programación previamente adquirida.

En este capítulo nos vamos a centrar en una parte de la preparación que tu subconsciente requiere para desarrollar esa capacidad de comunicación que todos traemos de base. Vas a realizar la limpieza de memorias emocionales.

Un gran comunicador, ¿nace o se hace? Según mi experiencia, ambas cosas. Todos nacemos con la capacidad de ser excelentes comunicadores, pero las experiencias que vivimos nos llevan a desarrollar dicha capacidad, o bien a reprimirla en lo más profundo de nuestro ser.

Es en este último escenario, una vez establecida la limitación a nuestro potencial, cuando podemos afirmar que el gran comunicador se hace. Y para ello basta con recuperar nuestra libertad interior para conectar con nosotros mismos y con los demás.

Imagina que dispones de un auto de fórmula 1, y lo tienes en medio de una ciudad. Es evidente que por ­enormes que sean sus prestaciones, ese auto no brillará en ese lugar. De hecho, es fácil que cualquier pequeño roce dañe alguna pieza, e incluso si desconocemos su verdadero potencial, podríamos llegar a pensar que es un auto que no sirve para circular. Reparando las piezas dañadas y llevándolo al lugar adecuado, un circuito, ese auto se convertirá en una joya y brillará.

Como posiblemente ya sabes, la comunicación se compone de dos partes, la verbal y la no verbal. Tanto una como la otra pueden aprenderse y mejorarse con ­facilidad.

Si estás leyendo este libro es porque probablemente pertenezcas al grupo de personas que, en el ámbito de la comunicación, «necesitan hacerse», o lo que es lo mismo, necesitas llevar a cabo la transformación interior necesaria para permitirte brillar y disfrutar haciéndolo.

En tu subconsciente está la clave para lograrlo. Es ahí, en esa parte de tu mente que funciona de forma reactiva ante los estímulos que encuentras en tu camino, donde tu potencial está cercenado.

EL SUBCONSCIENTE

Tu subconsciente te lleva con eficiencia por la vida en piloto automático, sin que tengas que pensar el modo en el que actúas en cada momento, siendo el responsable directo de la mayoría de decisiones y reacciones que tienes, de tus emociones, y de todos tus hábitos. Te guste o no, tu vida está literalmente dirigida por tu mente subconsciente.

El miedo escénico antes de enfrentarte al público, la inseguridad al ir a realizar una entrevista de trabajo, o el nerviosismo cuando te vas a encontrar con esa persona que te gusta, son tan solo algunos ejemplos de reacciones que tu subconsciente puede llevarte a generar de forma automática. Ninguna de estas reacciones la decides conscientemente antes de ser ejecutada.

El subconsciente no interpreta ni analiza. Tan solo responde de acuerdo con una programación previamente adquirida.

Desde que nacemos, e incluso antes, vamos memorizando respuestas ante las situaciones que encontramos en nuestro camino, conformando de ese modo nuestra programación subconsciente.

Cada experiencia que vivimos nos lleva a reforzar esa programación previa, o a cambiarla parcialmente. Y todo ello lo hacemos en procesos espontáneos e inconscientes.

Lo que creemos de nosotros mismos y de los demás, lo que pensamos del mundo que nos rodea, e incluso el modo en el que consideramos que debemos relacionarnos con ese mundo, forman parte de nuestra programación, y por ende de nuestro modo de vivir.

Acceder a nuestro potencial en cualquier ámbito, pasa por alinear nuestra programación subconsciente y permitirnos hacer uso de dicho potencial, sin esfuerzo, en nuestro día a día. Si nosotros mismos nos limitamos con una programación que nos impida sacar nuestra mejor versión, jamás seremos lo que realmente podemos llegar a ser.

Afortunadamente todos podemos acceder a nuestro subconsciente, comunicarnos con él, y cambiar su programación si no nos gusta cómo está dirigiendo nuestra vida en estos momentos. Por supuesto, este libro te guiará en las próximas páginas para que puedas hacerlo.

Llevarás a cabo esta comunicación con tu subconsciente, y su posterior cambio de la programación, usando algunas de las técnicas que enseñamos en Método INTEGRA.

En concreto, utilizarás el test muscular para saberle preguntar a tu subconsciente; la técnica de liberación de traumas para liberarte de los traumas emocionales; el RESET EMOCIONAL para hacer lo propio con los bloqueos emocionales; y por supuesto, aprenderás también a grabar creencias.

Estos tres elementos a los que acabamos de hacer referencia, traumas emocionales, bloqueos emocionales y creencias, conforman la programación más básica que nuestro subconsciente utiliza, y deberían ser trabajados siempre que se hace una reprogramación duradera a nivel subconsciente.

Traumas emocionales y bloqueos emocionales son dos tipos de memorias emocionales