Adeline van Waning
reside y trabaja principalmente en los Países
Bajos. Ofrece orientación y guía de meditación,
trabaja en la atención hospitalaria a
enfermos terminales y pinta.

www.meditationapr.org

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Primeros comentarios de elogio de

A mayor claridad, mayor confianza

«Este libro, impresionante visión general del extenso campo del Proyecto Shamatha, es una explicación detallada de las prácticas y los resultados de esta empresa pionera en cartografiar la experiencia de la meditación».

− Joan Halifax Roshi, abadesa fundadora del Upaya Zen Center, autora de Being with Dying

«Lo que encuentro más atractivo del libro, y lo que le da más peso, es su accesibilidad. Gracias a la honradez y la cordialidad con que escribe, Adeline van Waning te da la seguridad del amigo que camina junto a ti, contándote cómo fue la experiencia para ella y para sus compañeros, según avanzaba su “expedición”, su Proyecto Shamatha de tres meses. Presenta la orientación práctica que recibió de una forma que podría servir de camino valioso a seguir por todos los lectores».

− Dra. Sherry Ruth Anderson, profesora de Ridhwan, coautora de The Feminine Face of God, autora de Ripening Time

«En este volumen, Adeline van Waning aplica su formación y su experiencia profesional como psiquiatra junto con su conocimiento y su experiencia como practicante de meditación a la explicación de la esencia y el significado de esas prácticas tanto desde el punto de vista budista como desde un punto de vista científico […]. Con su excepcional formación tanto como científica como como meditadora, la doctora Van Waning salva las distancias entre las metodologías de tercera persona y de primera persona, demostrando cómo ambas pueden complementarse. Este camino es claramente el camino del futuro si lo que buscamos es conocer y comprender de la forma más completa posible la mente y la consciencia».

− B. Alan Wallace Ph.D., maestro de meditación budista, autoridad académica, director del Santa Barbara Institute for Consciousness Studies, autor de El poder de la meditación para alcanzar el equilibrio y Felicidad genuina.

«Los múltiples ejemplos de guía de meditación shamatha que se presentan en este libro –incluidos los ejercicios de atención, los Cuatro Atributos del Corazón y el Tonglen– pueden ser muy útiles para todo tipo de alumnos en las diversas vías de recorrer su propio camino en la meditación».

− Lama Palden Drolma, fundador y maestro residente de la Sukhasiddhi Foundation.

«Este libro es una obra de un nivel extraordinario, cautivadora y llena de información. Atraerá tanto a budistas occidentales interesados en la meditación como a científicos interesados en los efectos medibles de la meditación y las implicaciones de éstos en el conocimiento del cerebro y de la consciencia. Este estudio tan sistemático, tan bien estructurado y profundo es una valiosa descripción, contextualización y análisis de una “expedición” de meditación de tres meses dirigida por B. Alan Wallace. Se centra en la meditación shamatha tal como se hace en la tradición tibetana, acompañada de un estudio científico de sus efectos en los participantes».

− Dr. Peter Harvey, catedrático emérito de Estudios Budistas, University of Sunderland, Reino Unido, y editor de Buddhist Studies Review

Respaldo de un sujeto de investigación participante del Proyecto Shamatha:

«Para mí es una enorme satisfacción y un gran alivio que Adeline haya escrito este libro tan ambicioso. Digo satisfacción porque era necesario dejar constancia de la oportunidad tan extraordinaria y las vivencias tan excepcionales de este proyecto, y digo alivio porque es la persona idónea para hacerlo. El Proyecto Shamatha fijó un nuevo nivel de rigor científico en el diseño y la metodología de estudios sobre meditación, y este libro refleja ese nivel en su profundidad y en la forma tan delicada y llena de amor con que transmite ese conocimiento. Proporciona una visión desde dentro del sentimiento de gratitud y los pequeños cambios que acabaron cambiando nuestra vida y que tuvimos la oportunidad de disfrutar según íbamos recibiendo a diario enseñanzas impecables y auténticas, seguidas de largas horas de meditación en un marco idílico en lo alto de las Montañas Rocosas, mientras éramos conscientes de que a la vez estábamos contribuyendo a la ciencia, al Dharma y al cultivo de nuestro propio corazón y nuestra propia mente. La inteligente y calibrada contextualización psicológica y filosófica que hace Adeline de sus propias vivencias convierte este libro en un texto de especial atractivo para aquellos que estén interesados en la meditación, el Dharma, la neurociencia contemplativa y las innumerables disciplinas híbridas e integradoras que surgen de ellos. Que este esfuerzo virtuoso de mi “colega de shamatha” enriquezca tu conocimiento y tu compromiso con tu propio camino de virtud, alegría y liberación».

− Jim Cahill, especialista en bioquímica y biología celular, desarrollador de la Terapia de Biofeedback basada en Mindfulness™.

A mayor claridad, mayor confianza

Participar en el Proyecto Shamatha:

Meditación y ciencia

Adeline van Waning

Licenciada en Medicina, especialista y doctora en Psiquiatría

Máster en Estudios Budistas

Traducción del inglés por

Juan González-Castelao

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Todos los derechos reservados.

No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright.

Título original: The Less Dust The More Trust

Copyright © 2013 by Adeline van Waning

Originally published in the UK by John Hunt Publishing Ltd.

Esta traducción se publica con la autorización de John Hunt Publishing Ltd.

© 2017 EDITORIAL ELEFTHERIA, S.L.

Sitges, Barcelona, España

www.editorialeleftheria.com

Primera edición: Junio de 2017

Traducción del inglés: Juan González-Castelao

Imagen de cubierta: istock.com/borchee

Maquetación y diseño: Rebeca Podio

ISBN (papel): 978-84-946747-3-0

ISBN (e-book): 978-84-946747-7-8

Depósito legal: B 12980-2017

Contenido

Lista de meditaciones guiadas

Lista de ilustraciones

Prólogo de B. Alan Wallace PhD

Agradecimientos

INTRODUCCIÓN

Érase una vez

«A mayor claridad, mayor confianza»

Yo, en camino

Qué vas a encontrar en este libro

Visión general de los capítulos

Mindfulness y los misterios de la mente

CAPÍTULO 1: El proyecto, la investigación científica y algunos de los resultados

1.1. El Proyecto Shamatha: una breve descripción

1.2. Inspiraciones y preliminares

1.3. La expedición de meditación: visión de conjunto y el día a día

Respiración: práctica con el cuerpo entero – meditación guiada

El entorno y las personas

El programa

El silencio

1.4. Ciencia: breve resumen general de biomarcadores, evaluaciones y pruebas

Una prueba de atención con EEG: perspectiva de primera y tercera persona

Sangre, esputo y lágrimas

1.5. Seguimiento y algunos resultados

La transformación del cuerpo-mente

Proyecto en curso

CAPÍTULO 2: Meditaciones de atención

2.1. Algunas nociones e instrucciones básicas de shamatha

La postura

El objeto del mindfulness La introspección

2.2. Meditaciones de respiración, sensaciones táctiles: calmar el cuerpo

Respiración en el abdomen – meditación guiada

Respiración en los orificios nasales externos – meditación guiada

2.3. La mente: el espacio de la mente y lo que surge en él

«Asentar la mente en su estado natural»– meditación guiada

2.4. Conciencia: shamatha sin signos, conciencia iluminadora

«Conciencia de la conciencia» – meditación guiada

2.5. Algunas preguntas y respuestas sobre shamatha

La conciencia reconocedora, la estabilidad y la vivacidad de atención

Evolución, descubrimiento y aferramiento

La consciencia sustrato

Las nueve etapas de la concentración meditativa

¿Qué práctica elegir?

Nyam

2.6. Información básica sobre el budismo

CAPÍTULO 3: Los atributos del corazón y el Tonglen

3.1. Los Cuatro Atributos del Corazón

3.2. La felicidad auténtica

Bondad amorosa – meditación guiada

3.3. El Tonglen y el terror de Estado

3.4. Integraciones de meditaciones del corazón

Ecuanimidad y Tonglen – meditación guiada

3.5. Extra: El sueño lúcido y el yoga de los sueños

3.6. Más cuestiones del corazón

Polvo y confianza, exploraciones de corazón

Directamente desde el corazón: cuatro hipótesis de trabajo

Un corazón con perspectivas integradoras

CAPÍTULO 4: Shamatha en el budismo, tal como evolucionó en el Tíbet

4.1. Exploración de las meditaciones shamatha

Budismo septentrional, Esencia y dinámica energética

Shamatha y vipashyana en el budismo septentrional

4.2. La práctica shamatha y las nueve etapas del Camino del Elefante

Desenredarse de la mente – meditación guiada

4.3. Alcanzar la consciencia sustrato y lograr el shamatha

4.4. El papel crucial del shamatha

4.5. Mindfulness e introspección

Reflexiones sobre mindfulness

CAPÍTULO 5: Tres meses de meditar sentado en «asentar la mente»

5.1. La evolución de la práctica: impresiones a partir de datos empíricos

5.2. Primer mes de práctica de meditación: objeto, sujeto y monitorización

Turbulencia de meditación.
Primera semana: nyam, lecciones de buceo

5.3. Segundo mes de práctica de meditación

Turbulencia meditativa, segundo mes:
«Hago esto mal, luego existo»

«Asentar la mente»: ausencia de preferencia por actividad o calma – meditación guiada

5.4. Tercer mes de práctica de meditación

Turbulencia de meditación, tercer mes: el «yoyó» y el «latigazo»

5.5. Simplemente sentarse a meditar

CAPÍTULO 6: «Asentar la mente» y «degustar» los textos

6.1. Instrucciones básicas del maestro dzogchen Lerab Lingpa

El «asentar la mente» de Lerab Lingpa – meditación guiada

Comentarios sobre el texto de Lerab Lingpa

6.2. El maestro dzogchen Düdjom Lingpa: The Vajra Essence

Comentarios al texto de Düdjom Lingpa

6.3. Los diarios y los textos de Lerab Lingpa y Düdjom Lingpa

6.4. Lerab Lingpa: nada puede dañar la mente

6.5. Düdjom Lingpa: el dolor insoportable

Cuerpo-energía

La paranoia como señal de progreso

Claridad, cognoscencia, alegría

6.6. Experiencias que aportan contexto, entonces y ahora

CAPÍTULO 7: «Asentar la mente», mahamudra y dzogchen

7.1. Algunos nombres, conceptos y contexto para la práctica

«Asentar la mente», soltando el intentar aferrarse – meditación guiada

7.2. «Asentar la mente»: mente y conciencia

7.3. Shamatha, conciencia y atalaya

Perspectivas

7.4. La práctica de shamatha en el contexto de la Esencia

7.5. La práctica mental, de camino: trascender e incluir

Formas de practicar, enseñar y aprender

CAPÍTULO 8: Perspectivas contemplativas y psicológicas

8.1. Varias formas de ser/estar en el mundo

Algunas palabras sobre la terminología

Una perspectiva budista: la Rueda de la Vida

Compasión con nosotros mismos al hacer las prácticas – meditación guiada

Una perspectiva psicológica occidental: el Manual de diagnóstico estadístico

8.2. Reflexiones: manifestaciones psicológicas budistas y occidentales

8.3. Patrones defensivos en el funcionamiento de la mente: evitar lo que hay aquí

Sobre el uso de la terminología

Una perspectiva de la psicología occidental: siete niveles de funcionamiento defensivo

Una perspectiva budista: los Cuatro Maras

8.4. Reflexiones: vías de la psicología occidental y del budismo en la autolimitación

La relación con la práctica de «asentar la mente»

8.5. Desarrollo y descubrimiento, etapas y etapas

CAPÍTULO 9: Turbulencia psicológica y autocuración

9.1. Variación sobre un tema: turbulencia de cuerpo-mente, caerse de cabeza

9.2. «Asentar la mente» y «salir de los condicionamientos habituales»

La mente: unión de la quietud y movimiento – meditación guiada

9.3. La dinámica energética de la yoidad

Contracción, relajación y reorientación

Apariciones y emergencias

9.4. El «asentar la mente» y sus efectos terapéuticos

La revelación de capas profundas de la psique

Una visión tibetana de la turbulencia mental y de la salud

Una reorientación fundamental sobre qué es la salud

9.5. Resumen de las principales aportaciones de la práctica de «asentar la mente»

Prácticas de asentar la mente y de atención

«Asentar la mente»: conexión de la meditación de insight y la meditación de concentración

«Asentar la mente»: cualidades terapéuticas y de autosanación

CAPÍTULO 10: Contemplación y ciencia: algunas consideraciones

10.1. Un mapa y cinco destrezas de atención

10.2. Meditación y niveles de referencia

10.3. Atributos cruciales del corazón

Compasión: ampliación de su alcance – meditación guiada

10.4. La investigación sobre dos tipos básicos de meditación

La atención focalizada

La monitorización abierta

10.5. Un modelo de procedimiento para la investigación sobre meditación

«Asentar la mente en su estado natural»: una descripción estructurada

10.6. Dos exploraciones piloto de shamatha: algunas impresiones

«Cuestionario de “asentar la mente”»

«Cuestionario posterior al retiro shamatha»

CAPÍTULO 11: Aplicaciones, integraciones: shamatha en la sociedad

11.1. Vuelta a las hipótesis de trabajo: la observación de nuestra mente

11.2. Efectos saludables para todo ser humano, independientemente de su visión del mundo

11.3. El afrontamiento de las turbulencias: señales de progreso y señales para preocuparse

11.4. Consciencia y colaboración entre contemplativos y científicos

Una postura alternativa para una nueva ciencia ampliada

11.5. La concentración-calma y posibles aplicaciones en la sociedad

Shamatha en la psiquiatría, en la guía de meditación y en el proceso de morir

La compasión y el morir – meditación guiada

11.6. En un contexto de evolución más amplio

CAPÍTULO 12: Sobre el florecimiento humano: el proyecto continúa

12.1. Lo más compasivo que podemos hacer

Alegría empática – meditación guiada

Un espíritu de emerger y la nadi-plasticidad

12.2. Una nueva serie de seguimiento del Proyecto Shamatha, seis años después

12.3. «Asentar» la «mente» en su «estado natural»

12.4. Hacer lo que es necesario hacer: sólo ser

Cuatro aspectos

Notas

Bibliografía

Prólogo de

B. Alan Wallace PhD

Los principales ejercicios de meditación del estudio científico conocido como Proyecto Shamatha son de dos tipos: 1) los ejercicios shamatha de mindfulness de la respiración, asentar la mente en su estado natural y shamatha sin signo; y 2) el cultivo de cuatro cualidades sublimes del corazón que en el budismo se conocen como las cuatro inconmensurables, que son la bondad amorosa, la compasión, la alegría empática y la ecuanimidad. El primer conjunto de ejercicios está diseñado explícitamente para desarrollar el equilibrio de la atención por medio del cultivo de la relajación, la estabilidad y la viveza, cualidades que se usan después para explorar de manera introspectiva la naturaleza de la mente y su potencial. El segundo grupo está concebido para desarrollar un mayor sentido de amabilidad y de aceptación con uno mismo y con los demás, que tiene un efecto profundo en los valores, los ideales y el equilibrio emocional de uno.

En este volumen, Adeline van Waning aplica su formación y su experiencia profesional como psiquiatra junto con su conocimiento y su experiencia como meditadora para explicar la esencia y el significado de esas prácticas tanto desde el punto de vista budista como desde un punto de vista científico. Desde principios de siglo, un creciente número de estudios científicos ha revelado los distintos beneficios para la salud que tiene la meditación basada en mindfulness. Los escáneres cerebrales, las electroencefalografías, los estudios de comportamiento y los cuestionarios y encuestas han demostrado la influencia de la meditación en el cerebro y en el comportamiento, lo cual da psicológicamente cierto grado de credibilidad a la práctica de la meditación a los ojos de mucha gente. En la aplastante mayoría de esos estudios, las personas que dirigen la investigación y elaboran los informes son científicos de formación profesional, cuya intención es la de aplicar una medición objetiva al estudio de la naturaleza y los efectos de la meditación. No obstante, los meditadores son tratados como sujetos en estos estudios, igual que los sujetos humanos y no humanos en otros tipos de investigación psicológica y neurocientífica, de modo que prácticamente se ignora en todo momento su identidad en los informes científicos sobre meditación, y todos los descubrimientos que se hacen sobre la meditación están hechos por científicos, que en muchos casos tienen poca o ninguna experiencia en meditación. Por ello, cualquier descubrimiento sobre la naturaleza de la mente que hayan podido hacer los propios meditadores ha solido pasar desapercibido en los artículos científicos, presumiblemente porque no se consideran «objetivos» y son, por tanto, no «científicos».

La prioridad dada a los datos aportados por terceras personas sobre la experiencia subjetiva experimentada en primera persona es problemática cuando se trata de comprender la naturaleza de los procesos mentales y los estados de consciencia, que no son detectables por ninguno de los sistemas objetivos de medición. Contrasta esto con el hecho de que desarrollando una capacidad de atención muy afinada usando los métodos de meditación shamatha que hemos mencionado, uno consigue una capacidad cada vez mayor de observar un abanico cada vez más amplio de procesos mentales y estados de consciencia. Con ello, uno puede descubrir cosas sobre la mente que están fuera del alcance de los métodos de observación basados en terceras personas. Con su excepcional formación, tanto como científica como como meditadora, la doctora Van Waning salva las distancias entre las metodologías de tercera persona y de primera persona, demostrando cómo ambas pueden complementarse. Éste es claramente el camino del futuro si lo que buscamos es conocer y comprender de la forma más completa posible la mente y la consciencia.

De entre los tres métodos de shamatha que se explican en este libro, «asentar la mente en su estado natural» está especialmente orientado al descubrimiento en primera persona de las cualidades únicas de la mente de uno mismo y de la naturaleza y el potencial de la mente en general. Comparte muchas características similares con las prácticas de «meditación de insight» que se enseñan habitualmente en las tradiciones theravada y zen del budismo, y le permite a uno hacer observaciones internas «objetivas» sobre el origen, la naturaleza y la disolución de los pensamientos discursivos, los deseos, las emociones y otros procesos mentales. De esta forma, esta indagación basada en la experiencia tiene un gran valor epistémico para conocer la mente de primera mano. Además, la práctica del mantenimiento de una conciencia clara y no reactiva de esos acontecimientos de la mente tiene también un gran valor terapéutico, algo que explica con claridad una profesional de la salud mental en este libro, de modo que la trascendencia tanto epistémica como pragmática de este y de otros métodos shamatha quedan integradas en profundidad: conocerte es fundamental para sanarte. Hay una sinergia similar entre las prácticas shamatha y los cuatro inconmensurables, que se enriquecen entre ellos y profundizan unos en otros.

Aunque los que popularizan el yoga y la meditación en la actualidad enseñan a menudo distintos métodos como técnicas autónomas, independientes de cualquier teoría, de cualquier estilo de vida o conjunto de valores, este enfoque reduccionista es ajeno a la tradición budista y a las demás grandes tradiciones contemplativas del mundo. Si uno se adhiere a una visión del mundo materialista, creyendo que todo en el universo, incluidos todos los organismos que tienen vida y todos los estados de consciencia, puede entenderse exclusiva y puramente como propiedades emergentes de la materia, esto ha de afectar directamente a los valores y prioridades de la persona. Si uno cree que lo único real es la materia y sus propiedades emergentes, eso será lo único que valore, y el único tipo de felicidad que busque van a ser los placeres hedonistas dirigidos por los estímulos, que surgen de la interacción con la materia y la energía. No sólo eso, sino que si los valores de la persona son completamente materialistas y hedonistas, el resultado va a ser inevitablemente una forma de vida dirigida por el consumo, empeñada en la adquisición y el consumo materiales y la búsqueda de placeres hedonistas.

A diferencia de esto, la meditación budista está inmersa en una visión del mundo que abarca los elementos tanto físicos como no físicos del mundo natural. Dentro del Noble Sendero Óctuple del budismo, la auténtica concentración y el mindfulness surgen únicamente junto con una visión del mundo auténtica –no sujeta a las limitaciones del materialismo– y con una aspiración auténtica orientada a una felicidad genuina que surge de la ética, del equilibrio mental y de la sabiduría.

Los orígenes, la naturaleza y el potencial de la consciencia, junto con la naturaleza y los medios de alcanzar la auténtica felicidad, son de extrema importancia, especialmente en el mundo de hoy, en el que los efectos devastadores del materialismo sin freno están causando estragos en la sociedad actual y en el medioambiente. Los supuestos materialistas sobre la naturaleza humana siguen obstaculizando una investigación amplia de miras sobre la relación entre el cuerpo y la mente, incluido el tema de cómo surge por primera vez la consciencia en el feto humano y qué pasa con ella al llegar la muerte. Los materialistas dan por sentado que surge por primera vez de las complejas interacciones entre neuronas y que simplemente desaparece con la muerte, pero nunca han demostrado científicamente la verdad de sus creencias. Los contemplativos de muchas tradiciones tanto de Oriente como de Occidente rechazan esa suposición, pero los descubrimientos que se han hecho en primera persona, en los que basan sus conclusiones, todavía tienen que ser tomados en serio por la comunidad científica.

A modo de analogía, incluso después de que Copérnico hubiese presentado su brillante teoría heliocéntrica de los movimientos de los planetas alrededor del Sol, los escolásticos medievales siguieron aferrados a su creencia de que el Sol y los planetas orbitaban alrededor de la Tierra. Tanto la visión heliocéntrica como la geocéntrica explicaban la aparición a simple vista de los movimientos relativos de estos cuerpos celestes. Hasta que Galileo no perfeccionó el telescopio como instrumento para hacer observaciones precisas del Sol, la Luna y los planetas, no pudo descubrir las fases de Venus, que proporcionaban la evidencia irrefutable de que la visión medieval geocéntrica no era válida.

Hoy en día, expertos científicos y teólogos siguen debatiendo el destino de la consciencia humana después de la muerte. Cada grupo se ciñe a sus propios supuestos, sin ser capaz de señalar ningún tipo de evidencia que resuelva la cuestión para todas aquellas personas inteligentes y abiertas de miras que buscan la verdad. Según el budismo, la consecución de estados de atención focalizada altamente refinados, entrenados en el interior de uno mismo y que trascienden las limitaciones de la psique humana normal, pone luz sobre dimensiones de la consciencia que no están supeditadas al cerebro. Si este descubrimiento es válido y puede ser repetido por cualquiera que tenga suficiente entrenamiento contemplativo –independientemente de sus creencias metafísicas–, esto va a cambiar la forma de entender la mente en la actualidad, pasando de una visión «materiocéntrica» a una visión «empiricocéntrica». Esto proclamará la primera revolución científica en las ciencias de la mente, en las que la experiencia volverá a triunfar sobre el dogma, y las creencias metafísicas anticuadas sobre la naturaleza y el potencial de la consciencia se verán derrotados por una observación rigurosa. Más que una victoria de la religión sobre la ciencia, será una victoria tanto para la ciencia como para la espiritualidad, abriendo el camino a la exploración de la naturaleza humana más profunda y de nuestra capacidad de lograr la auténtica felicidad a través del conocimiento de nosotros mismos y de nuestra relación con el mundo natural en su totalidad.

Agradecimientos

Con una profunda gratitud y alegría quisiera dejar constancia de mi reconocimiento a todos aquellos que han contribuido a esta obra.

Para empezar, expreso mi mayor respeto y agradecimiento a Alan Wallace y Clifford Saron, que han sido los iniciadores del Proyecto Shamatha. Su dedicación, su esfuerzo y su amor por la causa fueron los que guiaron verdaderamente este proyecto desde lo que era una idea inicial hasta convertirlo en realidad. Gracias por vuestra inspiración y apoyo en el proceso de evolución de este libro. Al expresar mi agradecimiento a los miembros del equipo científico, me gustaría reconocer concretamente la aportación de Baljinder Sahdra al ambiente del proyecto. Mi gratitud va para todos aquellos que hicieron posible esta expedición, incluidos los organizadores, científicos de todo el mundo y patrocinadores.

Miembros clave del equipo para el proyecto y para mí han sido los sujetos de investigación: los compañeros cobayas con los que compartí y celebré tres meses extraordinarios, a pesar de los altibajos. ¡Gracias por vuestra presencia, por nuestro espacio de apoyo mutuo! En esto quisiera mencionar concretamente a Jim Cahill, Allie Rudolph y Michael Dysart, mis «compis» en la expedición.

Estoy muy agradecida al profesor Peter Harvey, que ha sido un mentor verdaderamente estimulante durante mis estudios de budismo, enseñando un budismo que incluye claramente estar relacionado con las preocupaciones de la actualidad, «en el mundo y no del mundo». Su inspiración es patente en mi descripción de posibles aplicaciones sociales del shamatha en el mundo actual.

Mis palabras de agradecimiento van también para los científicos y los contemplativos que fomentaron mi escritura con comentarios muy valiosos durante la fase embrionaria del proyecto, en el Mind and Life Summer Research Institute 2008, concretamente Joan Halifax Roshi y Richard Davidson.

De una forma profundamente existencial, me descubro ante las mujeres y hombres de todas las tradiciones contemplativas, a hombros de los cuales me encuentro, en el lugar privilegiado de poder practicar en los tiempos actuales con acceso a tantas fuentes y tantos recursos tan valiosos.

Honro a los maestros que me guiaron en el camino: en el contexto del zen, Gesshin Prabhasa Dharma Roshi y Jiun Hogen Roshi; en vipassana, los venerables Jotika Hermsen y Dhammananda Bhikkhuni. En el sentido de la Esencia y del budismo tibetano, quiero dar las gracias especialmente al lama Karta, lama Palden Drolma, Rahob Tulku, Thupten Kalsang Rinpoche, Daniel P. Brown, Gretchen Nelson, Susan Mickel y Geshe Tenzin Wangyal Rinpoche, por sus valiosísimas enseñanzas. Al expresar mi gratitud al Camino del Ridhwan, quisiera dejar constancia de mi reconocimiento a Hameed Ali, Jessica Britt, Sherry Ruth Anderson, Eugene Cash, Nancee Sobonya, Eva Jansen y los queridos miembros de nuestro grupo del código postal.

En relación directa con este libro, mi más sincero agradecimiento va para aquellos que leyeron partes del texto, aportaron sus comentarios y compartieron sus reflexiones. Entre ellos están Marina Alers, Gretha Myoshin, Aerts Sensei, Scott Virden Anderson, Ilse Bulhof, Jim Cahill, Sean Esbjörn-Hargens, Ingrid Foeken, Hiroko Ishikawa, Pamela Koevoets, Wolfgang Lukas y Wouter van Waning. Junto a ellos debo una mención especial al lama Palden Drolma, por sus valiosas aclaraciones, y a Sherry Anderson, por su aliento cariñoso y fortalecedor.

Las enseñanzas de psiquiatría, psicoterapia, psicoanálisis y enfoques complementarios en el trabajo de cuerpo-mente resuenan también en este libro. A este respecto quisiera dar las gracias a Niek Treurniet y Guusje Wolffensperger-Rübsaam, cuya apertura mental valoro tanto. Profesores y maestros surgen de formas muy diversas, y entre ellos quisiera reconocer a los pacientes/clientes que he tenido en mi práctica clínica y de los cuales he aprendido tanto, y aquéllos a quienes he tenido el honor de guiar en un camino de meditación. Gracias por seguir conmoviendo mi corazón-mente.

Hay algunas personas a las que estoy profundamente agradecida por la forma concreta en que me dieron un apoyo lleno de sintonía, y me gustaría dejar constancia de mi reconocimiento: Takeshi Gotoh, Marre Leijnse y Paul van Waning. En este sentido, también me inclino ante Ingrid Foeken, por ser una querida kalyanamitra, una amiga espiritual en el camino, durante tanto tiempo. Gracias a mis padres, familiares, amigos: a todos vosotros, cuya interacción ha alimentado de alguna forma este libro en este mundo interconectado que no deja de asombrarnos.

Introducción

¿Qué significa «asentar la mente en su estado natural»? ¿Quién soy? ¿Quiénes somos? ¿Cuál podría ser el estado natural? Lo menos que puedo hacer es llevarme varios cuadernos y bolígrafos para apuntar cosas, para informar.

(Diario, septiembre de 2007)

En este libro presento la historia de mi participación en el Proyecto Shamatha, que aborda el budismo, las prácticas de concentración-calma y la investigación sobre meditación. Con fragmentos de mi diario, un registro de sueños y transcripciones de grabaciones sonoras espero darte, querido lector, una idea de cómo es participar en un proyecto como éste. Presento los resultados puestos al día que se centran en los efectos de distintas prácticas en regulación de la atención y de las emociones y en la salud. Entre ellos hay descubrimientos revolucionarios sobre los efectos hasta a nivel cromosómico.

Cada capítulo del libro incluye una meditación guiada. El libro está estructurado de forma que puede aportarte varias líneas distintas. Puedes leerlo, por ejemplo, como una visión de conjunto del Proyecto Shamatha, con una ventana que se asoma a las experiencias que tuvo un participante gracias al proyecto y las prácticas. Puedes leerlo también como una exploración de estudios sobre budismo centrada en un intento de comprender la meditación desde el punto de vista psicológico y científico. No obstante, lo más importante es que puedes leerlo como un recorrido personal, como un viaje personal, para ti mismo, combinándolo con empezar las prácticas de meditación, con las indicaciones que se dan en el libro, incluidas las respuestas a preguntas que nos surgían a los participantes, de modo que puedes meterte de lleno en las prácticas y embarcarte en tu propio camino revitalizador con meditaciones guiadas. De esa forma cultivarás tu equilibrio mental y tu bienestar. Esto lo puedo decir ya: los descubrimientos científicos muestran que la experiencia del retiro ha aportado un amplio abanico de beneficios a los participantes. En mi caso, yo, que surgía en cuerpo y alma de la base de datos estadística, no puedo más que confirmarlo a la vista de mi experiencia llena de sensaciones.

¿Cómo me convertí en participante?

Dejadme que empiece por el principio.

Érase una vez

En septiembre de 2006, en una esquina apartada y sombría, aunque inspiradora, de los Países Bajos se ofrecía un curso: «Sentido y significado de la meditación: un retiro interactivo con Alan Wallace». En un lugar situado bajo el nivel del mar en el Naropa Institute de Cadzand, todos los participantes en el curso compartíamos el entusiasmo de Wallace por el Proyecto Shamatha, que iba a combinar tres meses de residencia en un retiro de meditación con investigación científica de última generación. El shamatha hace referencia a un tipo de meditación de concentración-calma. En 2007 iban a tener lugar dos retiros de shamatha de tres meses de duración. Yo ansiaba profundamente ir. Llevaba tiempo queriendo participar en un retiro de meditación de varios meses, y combinarlo con investigación iba a añadirle una dimensión aún más gratificante. Al preguntar por la posibilidad de participar, lo que recibí fue la sonrisa de rechazo de Alan Wallace: «¡Oh, no, la lista de espera ya es demasiado larga…!».

Meses después pensé: «No pasa nada por que le pongan a uno en la larga lista de espera», sin muchas esperanzas de que saliese nada de aquello. Y luego, en un momento dado, resulté ser la persona indicada que ayudaba a cuadrar los grupos desde el punto de vista de las variables demográfica, meditativa y psicológica (variables que incluían la edad, el sexo, la formación académica y la experiencia en meditación) necesarias. Pocas semanas antes del comienzo del retiro de otoño adquirí mi billete de avión, y en septiembre de 2007 me encontré felizmente sentada una vez más en el cojín de shamatha, conectada a un monitor, a 2500 metros de altura en las accidentadas Montañas Rocosas.

En las páginas que siguen vas a poder leer sobre mis interrogantes, sorpresas, confusiones y pensamientos en esos tres meses de meditación y ciencia, y sobre la «vida ordinaria» del día a día durante ese período de tiempo tan extraordinario. Junto a reflexiones de ese período, incluyo reflexiones de mi diario más recientes, mostrando así cómo el proyecto siguió afectando a mi vida. Me centraré específicamente en una de las formas de meditación shamatha que practicamos, «asentar la mente en su estado natural». Esta práctica es concretamente la que más me ha interesado y fascinado, como interés personal y también en conexión con mi formación profesional en «ocuparme de la mente» y en conocer y comprender la mente, junto con otras personas, en los campos de la psicoterapia y la psiquiatría. El nombre de esa práctica suena distinto, intrigante, para mí, para el oído occidental. Soy consciente de que puedo tener ideas sobre estos conceptos y me pregunto sobre mis conocimientos, ligados a mi cultura y a mi tiempo. ¿Cuál es su relación con esta práctica tibetana que se originó tan lejos y hace tantos siglos? ¿Cuál podría ser ese estado natural? Esta pregunta nos va a acompañar y va a resonar con nosotros, a veces más en un primer plano, a veces más en segundo plano.

«A mayor claridad, mayor confianza»

«A mayor claridad, mayor confianza: estas palabras encabezan el título original de este libro. Juntas forman uno de los comentarios ingeniosos o pequeños mantras que surgieron simplemente durante el retiro, mientras iba a pasear a por las montañas. Era un día despejado, estaba disfrutando respirando ese aire fresco de las Rocosas y viendo los colores radiantes y ricos en contrastes del otoño. Desde el Shambhala Mountain Center, donde vivíamos, salen muchas sendas que suben por las laderas de las montañas. Solía subir caminando con frecuencia por ese paisaje mágico del valle, por entre bosques de álamos y luego de pinos, y más arriba, por donde ya sólo había rocas, bajo un cielo inmenso. El viento rozando mis mejillas y el paisaje cada vez más amplio, fresco y despejado invitaba a una frescura interior. Para mí es como si yo siguiese llevando esas palabras de mantra, como un ancla de mente-cuerpo de la experiencia íntegra del retiro, incluidas las impresiones sensoriales, las percepciones, las cavilaciones, los recuerdos de sentimientos y sensaciones, la gente y las interacciones, algunos de los cuales van a describirse en el libro.

En el mantra «The less dust, the more trust», –que hemos traducido como «A mayor claridad, mayor confianza» y que literalmente significa «Cuanto menos polvo mayor confianza»–, el polvo hace referencia a la expresión «seres con poco polvo en los ojos», con el significado de seres que van a ser capaces de comprender las enseñanzas budistas del Dhamma. Estas palabras hacen referencia a aquellos que van poder comprender la verdad de los fenómenos, incluyéndose a ellos mismos. Dhamma es el término pali, la lengua canónica del budismo, y Dharma es el término en sánscrito, la lengua universal de la cultura de la India antigua. La expresión «seres con poco polvo» figura en el Ayacana Sutra, «El ruego». Este sutra, discurso de Buda, habla del Buda Shakyamuni, que después de su despertar dudó al principio si enseñar o no el Dhamma, ya que muy pocos seres podrían entender sus enseñanzas. Después, el dios compasivo Brahma Sahampati, consciente del profundo sufrimiento que hay en el mundo y de la necesidad de esta sabiduría, convenció al Buda de enseñar el Dhamma a los seres del mundo con su ruego: «¡Que el Bendecido enseñe el Dhamma!… Hay seres con poco polvo en los ojos que abandonan porque no oyen el Dhamma. Los habrá que comprendan el Dhamma». Afortunadamente, se dice que entonces el Buda, por compasión hacia todos los seres, escudriñó el mundo. «Vio seres con poco polvo en los ojos y otros con mucho polvo, unos con buenos atributos y otros con malos, unos fáciles de enseñar y otros difíciles de enseñar».1 En esto podemos vernos incluidos todos. Cualquier partícula de polvo, por pequeña que sea, cualquier partícula que se elimine o disuelva, va a contribuir a que veamos de una manera más real y realista y a que actuemos de una forma más sabia.

Por lo que respecta a la confianza, ciertamente incluía mi propia sensación personal de confianza o de falta de ella. Es interesante que la mayoría de las tradiciones del budismo consideren la fe llena de confianza como una cualidad importante. La confianza tiene que estar equilibrada mediante la sabiduría y puede verse como una cualidad que acompaña a la meditación. Empieza, por mi experiencia, por darse cuenta de esta incomodidad, de la agitación, la reactividad en la forma de dirigirnos o de abordarnos a nosotros mismos o a los demás, y luego, de alguna forma, la confianza en el Buda, en sus enseñanzas y en la comunidad de aquellos que le han seguido y que han puesto en práctica las enseñanzas puede convertirse en punto de partida para embarcarse en un camino, en una misión, una búsqueda. Esto puede ser gracias al Buda o a otros maestros sabios y compasivos. Si no tuviésemos una mínima fe inicial en el hecho de que hay una forma de salir del sufrimiento y un mínimo germen de comprensión de la naturaleza del sufrimiento, ¿empezaríamos alguna vez a buscar el camino que nos sacase del sufrimiento, sin ninguna esperanza de encontrarlo?

Yo, en camino

Es el momento apropiado de escribir unas pocas palabras sobre mi continuo viaje en el camino, sobre lo que hubo antes. Toda mi vida me han intrigado y fascinado los misterios de la mente. Vivir la vida ha sido el laboratorio para explorar, para reflexionar y para profundizar en la consciencia.1 Confianza y polvo: ha habido, desde luego, épocas en las que he tenido poca confianza en mí misma y en mis vivencias. Llegar a fiarnos de nosotros mismos y de nuestras experiencias incluye llegar a ver las muchas formas en que algo en nosotros puede llevar a decepcionarnos, a percepciones, sensaciones y emociones distorsionadas. Así ha sido en mi caso en algunos períodos de mi vida, generando y manteniendo un ambiente lleno de polvo. Tanto la sensación de intriga como el sufrimiento que traían esas distorsiones me llevaron a la psicoterapia como paciente. Enriquecida gracias a terapeutas y maestros que fueron una gran inspiración para mí, y ya con algunas herramientas para vivir una vida más verdadera, todavía intrigada y fascinada me formé para poder ayudar a otras personas. En la práctica de la Psicoterapia y el Psicoanálisis conocí a otras personas parecidas a mí, con su sufrimiento, su malestar, su estrés y su reactividad, y vi cómo todos compartimos el vivir nuestra vida con varios grados de ignorancia y distorsiones. Había estado metida en el campo de la psicoterapia con personas que, aparte de tener problemas mentales y emocionales, mostraban además un potencial inmenso. Tuve el privilegio de trabajar con adultos y con niños, y durante un tiempo concretamente con personas con un historial de migración, pérdida y falta de hogar. Junto a la participación en todo esto, hubo muchos años de meditación y de práctica espiritual en varias tradiciones. Creo que han sido cruciales para mi desarrollo y para estar presente en la vida –relaciones laborales incluidas– con mayor naturalidad. Con el flujo de la psicoterapia consciente y la meditación corriendo por mis venas y por mi propia vida, mi centro de interés y de investigación ha ido decantándose cada vez más por la sorprendente capacidad de desarrollo de la gente y la capacidad de superación de las personas al afrontar la adversidad. Puede haber problemas mentales graves, pero siempre está ahí ese equilibrio único, temporal, que incluye también un impulso hacia el desarrollo, la maduración y la evolución, con una mayor compasión que se manifiesta con naturalidad, hasta para con uno mismo. Estas capacidades y habilidades integrales pueden cultivarse, entrenarse y fortalecerse. Lo podemos experimentar por nosotros mismos, podemos verlo con nuestros propios ojos, pero no solemos leer sobre ello con suficiente frecuencia en la mayoría de los libros de texto. Estas capacidades y habilidades son muy necesarias en este mundo que ha sido testigo y que está siendo testigo de tanto dolor, autolimitación y sufrimiento. El budismo ha esbozado gráficamente los distintos campos. Por un lado están los campos del sufrimiento que inevitablemente forman parte de la vida (entre los que están el envejecimiento, la enfermedad y la muerte). Por otro lado están los campos en gran parte hechos por el hombre, hechos por la mujer, «hechos por la mente reactiva». Los rasgos dañinos que se han «construido», de forma condicionada, pueden descondicionarse en gran medida. Los rasgos más sanos e íntegros pueden entrenarse: ésta es una de las posturas que, espero, puede fortalecerse con este libro. Como se dice, entrena la mente, cambia el cerebro. La neuroplasticidad y el potencial de transformación están en posición de «encendido» y en acción en todo momento. Se puede recurrir a la neuroplasticidad para entrenar la resiliencia frente al dolor y para cultivar la bondad amorosa, la felicidad genuina y la confianza. Resulta que existe una sinergia entre entrenar y cultivar la confianza de atención y dejar que el polvo se disperse.

Qué vas a encontrar en este libro

Permíteme que abunde un poco más en los elementos que se entremezclan en este texto.

En primer lugar, recurro a mis propias impresiones subjetivas en primera persona como participante en el Proyecto Shamatha y a pensamientos posteriores, muchas veces en forma de diario. Los aspectos científicos del proyecto y de la meditación budista que se abordan incluyen los resultados científicos objetivos más recientes. Entre ellos hay descubrimientos relacionados con mediciones de seguimiento de los sujetos-caso, así como planes para una nueva recogida de datos de seguimiento que todavía falta.

En segundo lugar, por lo que respecta al trasfondo budista, recurro a textos tradicionales de maestros tibetanos, entre los que están Lerab Lingpa y Düdjom Lingpa, a libros de comentarios y a los intercambios verbales con los profesores. Aparte de honrar mi formación y mi educación occidental en algunas reflexiones sobre psiquiatría y psicoterapia, incluyo ideas de la psicología integral para proporcionar un mapa con el que organizar las distintas perspectivas que se tomaron en esta exploración.

En tercer lugar, quizá el más importante, está mi deseo de que te sientas invitado a unirte a esta expedición de una forma en la que te veas metido de lleno, con la percepción más plena posible de sensaciones. Las instrucciones de meditación de Alan Wallace nos guiaron a todos los participantes mientras estábamos en el retiro. Puedes leerlas, dejar a un lado el libro y practicar «con nosotros», en una dimensión atemporal. Sentado en la silla o en el cojín, puedes unirte a mí «yendo a un retiro de meditación intensivo y enriquecedor», continuar el viaje que me inspiró este retiro y, con ello, seguir tu propio camino. Así pues, en caso de que te apetezca unirte a mí, imagina que te preparas para participar en un retiro de meditación más ciencia a largo plazo. ¿Qué harías desde el punto de vista práctico? ¿Qué llevarías, qué no llevarías? Igualmente, en los aspectos mental y emocional, ¿qué querrías saber, preguntar, leer, qué es lo que te podría preocupar? Puede que quieras informarte un poco sobre los antecedentes, pero en este momento en realidad no lo necesitas, ya que este libro te los va a ir proporcionando según avance el proceso. ¡Ven fresco y con una «mente de principiante»! De vez en cuando puede que te des cuenta de la turbulencia que hay en tu mente. ¿Te gustaría saber cómo puede «domarse», como suele decirse?

En este informe personal, la mayor parte del tiempo voy a seguir la forma secuencial en que se fueron desarrollando y tomando forma mis ideas. De modo que llegué con todo mi bagaje occidental a un centro y un grupo que iba a practicar meditación en una especie de contexto de budismo tibetano. Sentados en una sala de un santuario, con un altar, estábamos rodeados de thankas de muchos colores, pinturas sobre seda que describían deidades budistas. Justo delante de donde yo estaba sentada, a pocos metros de distancia, había una pintura grande e impresionante, con abundantes bordados dorados. Lo interesante es que, por un lado, se nos sumergió en la meditación con instrucciones y todo el contexto de la tradición tibetana, y ahí es donde destacaba el aspecto de experiencia subjetiva. Pero por otro lado, desde los primeros días se nos arrojó al lenguaje, la agencia y la «cultura» de la ciencia occidental, y nos vimos usando gorros con electrodos enchufados a electroencefalógrafos para la investigación sobre el cerebro que tenía como fin la obtención de mediciones objetivas.

En los fragmentos del diario que salpican el libro, por lo general suelo hacer referencia de forma sencilla y aproximada a los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2007. En conjunto, fueron los meses del retiro de otoño. Para indicar partes del diario posteriores (posteriores al retiro), hago referencia al año. He aquí el fragmento del diario más amplio, del que he tomado varias líneas para el comienzo de esta introducción:

Shambhala Mountain Center, Montañas Rocosas, diario de septiembre de 2007

En este momento puedo formular de forma bastante general mi principal tema de investigación: ¿cómo va a ser para este participante estar en el proyecto, viniendo con la apertura mental mayor posible?; ¿qué significa «asentar la mente en su estado natural»?; ¿quién soy, quiénes somos, cuál podría ser el estado natural? Lo menos que puedo hacer es llevarme varios cuadernos y bolígrafos para apuntar cosas, para informar. En todo caso, el primer paso va a ser presencia, consciencia, atención y aspirar a mantener la mente abierta y a describir los fenómenos en la medida en que sea posible con una «mente de principiante».

Está claro que lo que presento en este libro sobre el Proyecto Shamatha son las experiencias de uno solo de los participantes en el proyecto. Como tales, no son en modo alguno representativas, ni típicas ni especiales. Sobre el proyecto pueden escribirse decenas de narraciones en primera persona e informes de vivencias más amplios, de modo que esto es sólo un ejemplo, una narración escrita por una mujer agradecida en su camino.

Visión general de los capítulos

Después de esta introducción, los primeros capítulos están directamente relacionados con el Proyecto Shamatha. La narración sigue con otras exploraciones que la propia experiencia del proyecto me invitó a realizar. Luego hay una convergencia con lo que yo veo como posibles aplicaciones de las prácticas descritas, y lo completo todo al final con varias conclusiones personales.

Capítulo 1: