Ballerini, Luigi. Soy Cero – México: Ediciones SM, 2017

Formato digital – (SM)
ISBN: 978-607-24-2782-2

1. Literatura juvenil 2. Amistad

Dewey xxx yyy

 

CERO

ESTÁ DEMASIADO OSCURO PARA SER OSCURIDAD.

Ni siquiera sé desde cuándo estoy aquí.

Inmóvil.

Parece una eternidad.

No me gusta; así realmente está demasiado oscuro, nunca antes me había pasado. Otras veces se había ido la luz durante algunos minutos, pero sobre la cornisa del techo de inmediato se encendían las lucecitas azules para mostrar los contornos de las cosas. Esas mismas luces que se quedan encendidas cuando duermo. Y en esos casos Madar me hablaba para tranquilizarme.

Ahora en cambio hay oscuridad. Y silencio. En sí mismo no sería extraño, también de noche hay silencio en el Mundo, pero así, sin luz, incluso este silencio parece demasiado silencioso. Sobre todo, que la oscuridad y el silencio jamás habían estado juntos. Hasta ahora.

Decidí que ya no tiene caso estarse quieto, ya esperé demasiado. Debo hacer algo. Sí, ahora me muevo. Me muevo. Seguro que me muevo. Si solo supiera qué hacer.

—Tranquilo, Cero, aquí estoy yo y está todo bajo control…

Oh, vaya, menos mal… Ya decía yo que había demasiado silencio y que tendría que terminarse. No podía durar más.

Entonces conviene esperar.

Seguro que Madar está poniendo todo en orden. Pronto todo volverá a ser exactamente como antes. La luz se encenderá de nuevo, las pantallas se reactivarán, volverá a funcionar la caminadora y podré continuar los ejercicios que se interrumpieron en su mejor momento. También veré qué hago para recuperar el tiempo perdido, no tengo ninguna intención de quedarme atrás.

—¿VISTE QUE AL FINAL INTERVINO? ¡QUÉ TONTO FUISTE AL DUDAR DE ELLA! SABES QUE MADAR NUNCA TE DEJA SOLO. ELLA ESTÁ CONTIGO. DESDE SIEMPRE HA ESTADO Y POR SIEMPRE ESTARÁ.

Exactamente, Madar me quiere.

—Madar, ¿verdad que esta oscuridad se terminará pronto?

Me gusta hablarle mientras ajusta las cosas, porque yo no me siento bien en la oscuridad. Detesto las situaciones nuevas. Me pongo nervioso, súbitamente me empiezan a caer gotas de sudor de la frente y siento que el corazón me late con fuerza, como puños que empujan dentro del pecho para salir. Ella sabe que me pasa eso porque ella siempre lo sabe todo. No se le puede ocultar nada.

—Tranquilo, Cero, aquí estoy yo y todo está bajo control…

—Tranquilo, Cero, aquí estoy yo y todo está bajo control…

¿Pero por qué repite la misma frase?

NO TE HAGAS PREGUNTAS INÚTILES. QUÉDATE TRANQUILO. YA ESCUCHASTE, DICE QUE TODO ESTÁ BAJO CONTROL. CONFÍA EN ELLA, SIEMPRE HAS ESTADO EN SUS MANOS.

—Ya, Madar, ¡no bromees! Sabes que me asusto de todo. Siempre me reclamas que no debería hacerlo porque ya soy casi un hombre, aunque a veces me comporto como un niño. Si es una broma, te suplico, haz que termine pronto. No me gusta. Por favor…

—Tranquilo, Cero, aquí estoy yo y todo está bajo control…

—Madar, ¿en verdad eres tú?

¿QUIÉN MÁS QUIERES QUE SEA? A VECES EN VERDAD ERES CHISTOSO.

¿Por qué dices eso? Su voz parece diferente a la de costumbre, es más lenta y un poquito titubeante, como si estuviera comiéndose una golosina o si le dolieran los dientes.

¿Te acuerdas de aquella ocasión en que me dolieron los dientes? Me tuve que tomar una pastilla dos veces al día durante una semana. Lo bueno es que se me pasó y ya no regresó. Aunque el antibiótico también me provocó dolor de estómago y como tenía que ir al baño muy seguido me obligaron a beber fermentos lácteos que sabían amargos. Tenía que curarme para estar de Guardia…

¿QUÉ TIENE QUE VER EL DOLOR DE DIENTES CON EL DOLOR DE ESTÓMAGO? MEJOR CONCÉNTRATE EN LA OSCURIDAD.

—Madar, por favor, contéstame bien, como tú sabes. Dime algo diferente, no siempre la misma frase. ¡Tengo miedo!

¡CHIST! YA SABES QUE NO DEBES GRITAR. ESTÁ ABSOLUTAMENTE PROHIBIDO PERDER LA PACIENCIA, ES SEÑAL DE QUE NO SABES CONTROLAR LAS EMOCIONES Y ESTO ES LO PEOR QUE PODRÍA SUCEDERTE. NO TE LO PUEDES PERMITIR, NUNCA. DE VERAS QUE NO APRENDES COMO SE DEBE.

Ya sé, lo sé; no se debe gritar sin importar lo que suceda, ni mucho menos perder la razón, pero ahora me pasa así. Incluso tiemblo, ¿lo ves?

JUSTO LO QUE FALTABA, QUE TEMBLARAS.

—Tranquilo, Cero, aquí estoy yo y todo está bajo control…

Ok, me convenciste, no sirve de nada temblar ni lamentarse, mejor intento reactivar el sistema con los comandos vocales.

—¡Luces!

Lo intento de nuevo, pero no pasa nada.

¿POR QUÉ NO PRUEBAS CON LAS MANOS? TAL VEZ TODAVÍA SIRVE LA ACTIVACIÓN CON TONOS.

¡Buena idea! Doy una palmada.

Uf, los comandos no responden. Todas las pantallas siguen en negro. Con esta oscuridad no logro hacer nada. Es absolutamente necesario que termine. Y de inmediato.

—Madar, te lo suplico, cántame una canción, esa que sabes que me gusta, esa que me cantabas en las noches cuando era pequeño y no podía conciliar el sueño o de madrugada cuando me despertaba con aquellas pesadillas espantosas.

—Tranquilo, Cero, aquí estoy yo y todo está bajo control…

—Tranqui… Tranqui… Tranqui…

No, no, eso no está bien. No está nada bien. Tiemblo cada vez más, las manos se mueven solas; esto tampoco debería suceder; pero, ¿qué puedo hacer? No logro controlarlo.

TIENES RAZÓN, NO SIRVE DE NADA.

—Tra-tranqui… Tra-tranqui…

CHIST… ¿ESCUCHASTE?

¡Sí, sí! Siempre repite tranqui…

ESE NO, ME REFERÍA AL CLAC DE ALLÁ.

También a mí me pareció haber escuchado un clac, una especie de ruido seco que provenía de la Habitación. ¿Dices que es conveniente ir a ver? Quizá Madar me está sometiendo a una prueba de valor y espera que yo le demuestre que no soy un collón.

PUES UN POQUITO SÍ ERES…

Esto lo sabemos tú y yo. Vaya, puede que también ella… Sin embargo, esta vez no debo decepcionarla.

Bueno, voy a ver. Si es una prueba, quiero pasarla de una vez.

En esta oscuridad total antes que nada debo recordar cómo están acomodadas las cosas en el Gimnasio.

Para empezar, comencemos por bajar despacio de esta maldita caminadora que, cuando todo se apagó, se detuvo de golpe y casi me mato. Esperemos que Madar aprecie que no perdí el equilibrio. Nada más por eso merecería un punto extra.

Caramba, estoy tan nervioso que las manos se aferraron a la máquina, como cuando me dan calambres por el esfuerzo excesivo y a los dedos les cuesta trabajo estirarse.

UY, SÍ… ESFUERZO EXCESIVO… ¡PERO SI A VECES SOLO PRETENDES HACER EJERCICIO! ¿EN VERDAD CREES QUE MADAR NO SE DA CUENTA?

No me parece el mejor momento para sacar a relucir ciertos temas. Y, además, yo sé cómo me duelen los músculos después de los entrenamientos. Sobre todo en las noches, las piernas no se quieren estar quietas y se van a pasear solas por la cama, sin darme ni un minuto de paz.

Pero no me distraigas, ahora que bajé, busquemos la puerta con cuidado. Está detrás de la Mariposa donde trabajo los pectorales y los dorsales. Son los músculos que me pidieron tener más en forma, los que uso más. Aunque si por mí fuera solamente haría ejercicios sobre la banca, para los abdominales y los cuádriceps. Me gustan mucho.

He crecido mucho en estos últimos meses, no solo en altura, estoy más robusto y también me siento más fuerte. Incluso me salió un poco de barba debajo de las patillas. Pedí permiso para cortármela, pero Madar dijo que por ahora así está bien, que todavía no ha llegado el momento. Pronto me harán ver un video sobre qué quiere decir convertirse en hombre: solo sé que después de la Síntesis uno sigue siendo niño durante algún tiempo, luego se vuelve uno muchacho y, por último, hombre. En el video aprenderé muchas otras cosas del pasaje de niño a hombre. En realidad, ya intenté buscarlas por mí mismo, pero en la pantalla me salió el mensaje Búsqueda no autorizada y quedé desilusionado. Tendré que esperar. Si es necesario obedecer, se obedece en todo. Solo espero no haber decepcionado a Madar con mi curiosidad.

AHORA VUELVE A CONCENTRARTE, RECUERDA QUE EL OBJETIVO ES SALIR DEL GIMNASIO. ¡CONCÉNTRATE!

No es fácil sin ver nada, hace falta recrear un mapa en la cabeza.

¡Auch! Debo haber dado una patada a las pesas que dejé en el piso antes de comenzar a correr.

¿VISTE? CUÁNTAS VECES TE REPITE MADAR QUE ES NECESARIO COLOCAR TODO DE NUEVO EN ORDEN DESPUÉS DE USARLO. ELLA SIEMPRE TIENE RAZÓN.

Ok, estaré más atento la próxima vez. Pero tú tampoco me perdonas nada.

Listo, finalmente llegué a la pared. A partir de ahora todo será más fácil, basta con que me pegue al suelo y me arrastre sobre las manos hasta que sienta el hueco de la puerta que está justo en medio.

Despacio… despacio… un poquito más y debería llegar ahí. Si es una prueba, la estoy superando de maravilla. Madar estará orgullosa de mí y en la noche me dará un helado de soya como recompensa, ojalá que tenga una cobertura de chocolate vegetal y nueces picadas. El premio para los grandes triunfos.

Dentro de poco se encenderán todas las luces al mismo tiempo y escucharé cómo aplaude mientras me dice: “¡Muy bien, prueba superada!”.

—Tra… tra… tra… Tra…tranqui…

Pero qué molesto. Es una prueba de esas duras. De diez puntos, mínimo. Hagamos cuentas: con diez puntos completaría el nivel y subiría de grado…

Oh, ya casi llego a la Habitación.

Lo que me faltaba ahora, la pipí. Me estoy haciendo.

DEBES VACIAR LA VEJIGA ANTES DE CADA SESIÓN DE EJERCICIO. ES LA REGLA. ESTA VEZ TAMPOCO LA RESPETASTE. VI QUE NO PASASTE AL BAÑO ANTES DE ENTRAR AL GIMNASIO. TE MERECES UN PUNTO MENOS POR ESO.

¿Pero qué puedo hacer si antes no tenía ganas?

NO IMPORTA SI TIENES O NO GANAS, VAS Y YA. REGLAS SON REGLAS.

Bueno, el baño está ahí junto y yo llego en un segundo.

Bordeo la pared.

No es ningún problema hacer pipí en la oscuridad. Cuando me levanto de noche no se ve casi nada.

Finalmente entro en la Habitación, en la pared donde está apoyada la cama se abrió una grieta. Se filtra una luz grisácea. Es extrañísimo, nunca había estado ahí. Lo juro. Nunca la había visto. Nunca.

Voy para allá, obvio.

NO, DETENTE. NO VAYAS. ES MEJOR SER PRUDENTES Y PREGUNTAR A MADAR.

Voy para allá.

¡TE DIJE QUE NO!

Y yo dije que voy. Seguro que es parte de la prueba. Si no, ¿por qué otra razón se habría abierto?

Meto los dedos con cuidado en la grieta.

Uy, mira, es una puerta.

El temblor en las manos comienza de nuevo, pero la abro de todos modos. Qué trabajo, está pesada.

Ahora por lo menos veo un poquito más.

¿Pero qué es este cuarto?

¿DÓNDE FUISTE A DAR?

Yo también me lo pregunto. En las paredes hay lámparas que emiten una luz gris. Miro a mi alrededor. Cables, solamente metros de cables negros estirados sobre paredes negras.

—Tranqui… Tra… Tranqui…

La voz de Madar suena muy fuerte. Del miedo, doy un salto. Me pongo las manos en las orejas. De todos modos, se oye igual de fuerte. Hace vibrar todo. Incluso la panza, hasta el corazón que de nuevo se puso a correr como loco y a dar puñetazos desde dentro.

REGRÉSATE DE INMEDIATO, AQUÍ ADENTRO PARECE PELIGROSO.

Esta vez tienes razón, mejor te hago caso.

Me volteo de golpe, me tropiezo con un cable que se estira por el suelo como una serpiente malvada en la noche sin luna de la sabana. Para no caer me agarro de otro cable y jalo una caja que hace un ruido tremendo. Un cubo negro.

¡Pero ahí adentro está Madar!

—Tranquiii… —grita, antes de apagarse por completo con un flop que se parece mucho al ruido del aire aspirado.

Me vuelvo hacia la grieta.

¡Oh no! Dime que no es verdad, dime que no es verdad. La grieta que había antes desapareció, ya no se puede regresar a la Habitación.

¡TE QUEDASTE ATORADO!

Me desgasto los dedos para encontrarla de nuevo. Vamos, vamos, ¡vamos! ¿Dónde quedaste, maldita grieta?

Nada, todo es inútil.

Dentro de poco va a faltar el aire aquí adentro; justo anoche vi una película sobre un submarino encallado en el fondo del océano. Los marineros se murieron, atrapados como ratas en una trampa sin escape. Se murieron todos, uno por uno. Nadie intentó salvarlos.

No quiero morir asfixiado.

Aire, necesito aire.

INTENTA ESTAR TRANQUILO. SI TE ALTERAS, CONSUMES MÁS OXÍGENO. ACUÉRDATE DEL ENTRENAMIENTO. AHORA TE ENCUENTRAS EN UNA SITUACIÓN DE EMERGENCIA, DEBES AHORRAR ALIENTO Y ENERGÍA. CONTROLA CADA MOVIMIENTO, SOLO MUÉVETE CUANDO SEPAS EXACTAMENTE QUÉ HACER.

Me doy vuelta, y en medio de esta maraña absurda de cables diviso frente a mí una puerta negra. Antes no estaba, o quizá no la había visto. Tiene una gran manija roja y una etiqueta verde con la inscripción Emergencia. ¡Y vaya que es una emergencia! Ya lo dijiste tú. La empujo y salgo. De golpe la puerta se cierra de nuevo, detrás de mí. El clac es todavía más fuerte que el de antes. Me retumba en la cabeza y duele.

¿PERO DÓNDE FUISTE A PARAR?

 

UNO

Blanco.

Frío, friísimo. ¿No se puede subir un poco la temperatura?

—¡Subir de inmediato la temperatura!

Emito una orden vocal que nadie ejecuta. Hace demasiado frío, tal vez los comandos no responden justo debido a un bloqueo térmico. Deberían intervenir los Técnicos.

También hay demasiado aire aquí. Pero, ¿dónde es aquí, exactamente? No logro ver bien, se me nubló la vista, como si se hubieran congelado las lágrimas en los ojos.

NO PIENSES EN ESO. ¡AHORA RESPIRA MÁS LENTAMENTE PORQUE SI NO SE TE CONGELAN LOS PULMONES TAMBIÉN! NO MIRES A TU ALREDEDOR. CIERRA LOS OJOS. CONCÉNTRATE EN EL OXÍGENO QUE FLUYE EN LA SANGRE Y TRANSPORTA NUTRIENTES A LOS TEJIDOS.

Ok, respiro más lento y cierro los ojos. En cuanto crea que estoy mejor, los volveré a abrir. Pero ahora no.

Pero qué sensación tan horrible, me da vueltas la cabeza, la siento ligera como si se estuviera desprendiendo del cuello, como si pudiera flotar en el aire. También el estómago parece que se enrosca, se ha convertido en una boa que se aprieta alrededor de su presa, y desde el esófago sube una náusea desconocida que hace que me pique la garganta y me provoca una tos fuerte.

De pronto ya no respiro. Ya sabía que iba a terminar así, se bloquearon los músculos del pecho. Peor aún, todo el cuerpo se paralizó, ya no logro mover nada. Qué extraña parálisis, los músculos se contrajeron y me duelen, de un momento a otro podrían incluso desgarrarse. También los de la cara me obligan a sonreír como un idiota, como si hubiera algo divertido en esta situación…

POR FAVOR, ¡CÁLMATE! RECUERDA LO QUE TE ENSEÑÓ MADAR: AUTOCONTROL Y DISCIPLINA. LIBERA LA MENTE Y HAZ UN VACÍO DENTRO DE TI.

Lo intento.

Autocontrol y disciplina. Autocontrol y disciplina.

Soy muy bueno en los ejercicios de concentración, siempre saco las calificaciones más altas.

Libero la mente y hago un vacío dentro de mí. Vacío dentro de mí. De mí.

Lo ves, ya está mejor. Está funcionando. Los músculos se desentumen. Ahora incluso puedo darme vuelta haciendo pivote sobre un pie, aun con los ojos cerrados. Los tobillos no me traicionan y el equilibrio es perfecto.

Despacio, abro de nuevo los ojos.

Un muro grande, enorme, hecho de muchísimos bloques grises.

La vista sigue nublada.

Paso la mano encima, está húmedo y rugoso; a intervalos regulares sobresalen líneas en relieve, como si no tuviera acabados. La puerta negra sigue ahí, frente a mí, pero ahora parece minúscula comparada con el muro y, sobre todo, la maldita está cerrada. De este lado no hay ninguna manija. No es más que una cruel placa de metal negro lo que me separa del Mundo, una barrera infranqueable. Quisiera pasar por en medio como lo haría un superhéroe o un fantasma.

Golpeo desesperado, pero no se abre. Me rompo los puños, me hago pedazos la mano, no sirve de nada. Madar, ¿dónde estás?

TAL VEZ MADAR NO TE PUEDE ESCUCHAR DESDE AQUÍ

¿Cómo que no me escucha?

NO LO SÉ. SOLO DIJE QUE TAL VEZ.

Y entonces qué me aconsejas, ¿me doy vuelta?

NO, MEJOR NO.

Te escucho. Tal vez sea mejor quedarse aquí pegado al muro con la nariz pegada a este, de manera que no se vea nada.

ESO, SÍ, ES MEJOR.

Pero, sin ni siquiera saber por qué, prevalece el instinto de darme vuelta.

Giro sobre un pie.

Hice mal, de nuevo se bloquea la respiración.

El aire, ya entendí. Eso es lo que me destruye. ¡Cuánto hay! Una inmensidad, como para ahogarse en él. Acabaré exactamente como esos del submarino, aprisionado dentro de un océano de aire que detiene la respiración y asfixia. No habrá nadie que venga a salvarme. Muerto asfixiado por el aire.

¡NO MIRES A TU ALREDEDOR!

Claro que no, si no, muero. No soy un idiota.

Un momento… ¡Te acuerdas de ese módulo de práctica del año pasado, en el nivel Siete?

NO, NO ME ACUERDO. MEJOR DIME.

Había una situación de veras crítica y para salir de ella había que mantener la calma, concentrarse e identificar el único camino posible. Justo en eso estaba el truco, en no desesperarse, sino analizar con cuidado todos los detalles. Probablemente aquí la situación sea similar, y solo haya una salida. Déjame pensar… si no puedo ir hacia atrás, quiere decir que iré hacia adelante. Focalizarme, eso es lo que hay que hacer.

EXCELENTE IDEA. ENCUENTRA UN OBJETIVO ALCANZABLE Y DESPUÉS CONCÉNTRATE EN ESO.

Allá en el fondo hay algo, parece que son pantallas grandes; están lejos, pero si me pongo a correr no me debería costar mucho llegar hasta ellas.

TAL VEZ ESO ES DEMASIADO. ¿NO CREES QUE ESTÁS EXAGERANDO? CUANDO DECÍA “OBJETIVO ALCANZABLE”, QUERÍA DECIR ALCANZABLE. RECUERDA QUE EN EL MANUAL, EN EL CAPÍTULO SOBRE LA GESTIÓN DE EMERGENCIAS, SE DESACONSEJAN ACCIONES DEMASIADO ATREVIDAS O IMPRUDENTES DE LAS CUALES NO ES POSIBLE CALCULAR EL RIESGO.

¿Crees que esté tan mal preparado como para no calcular el riesgo? Lo hice y creo que puedo lograrlo. Madar siempre ha estado orgullosa de mis tiempos en la caminadora; no por nada me dice “mi campeón”. En el programa de Fortalecimiento Físico me va más que bien, semana a semana mejoro los tiempos. Incluso tú lo sabes, en la gráfica del monitor de Entrenamiento cada vez que supero un récord aparece un banderín verde que parpadea. Tres banderines verdes son un bono para subir de nivel, y falta poco para alcanzar la cima.

De veras lograré llegar hasta allá.

SI TÚ LO DICES.

Pero, ¿qué es esta cosa que me hace doler los pies?

Me agacho y la toco.

¡Increíble, está friísima! Retiro la mano de inmediato. Se queda pegado algún cristal antes de que el calor de la piel lo transforme en una gota de agua.

SE TE METIÓ TAMBIÉN EN LOS HOYOS DE LAS SANDALIAS, DEBE SER POR ESO QUE SIENTES ALFILERES EN LOS PIES.

Hay tanta alrededor, podría ser esta la que enfría el aire. Estoy desconcertado. La he visto infinitas veces en las pantallas, pero no pensaba que existiera de verdad y, sobre todo, que fuera tan fría. Meto un dedo adentro, después las dos manos, después los brazos hasta los codos y un poco más arriba. Al principio es divertido, pero luego ya no los siento. Los saco asustado. Se pusieron rojos, casi morados, como cuando me doy un baño demasiado caliente y me quema la piel. No sabía que la nieve hiciera daño, probablemente por eso Madar nunca me ha hecho tocarla.

Levanto la cabeza, toda una extensión blanca me separa de las pantallas lejanas. Todo es nieve. Parece imposible que sea tanta. La boa en el estómago se contorsiona de nuevo. No debo pensar en eso, debo atravesarla y basta. No puedo quedarme aquí parado; esta puerta ya no se abrirá.

SI LO DECIDISTE, ENTONCES CORRE. NO PIERDAS TIEMPO EN PENSAMIENTOS INÚTILES. RECUERDA, NADA DE EMOCIONES, FRENTE A TI SOLO HAY RETOS QUE SUPERAR Y OBJETIVOS QUE ALCANZAR. ¡CORRE AHORA!

Comienzo a correr y mientras corro, para no sentir ese tremendo dolor en los pies que también me está subiendo a las pantorrillas, me pongo a cantar a grito pelado.

We all live in a yellow submarine, yellow submarine, yellow submarine. We all live in a yellow

SE TE PEGÓ ESO DEL SUBMARINO, ¿NO?

Madar me la pone para que la escuche cuando hago ejercicio, los Beatles le gustan un montón y además afirma que es una canción perfecta para marcar el ritmo. Como una especie de marcha. Dice que con esta música los brazos y las piernas se mueven solos y no se cansan, que ni siquiera se acumula el ácido láctico. Odio el ácido láctico, es el que me provoca calambres en las manos, el que las hace contraerse sobre el joystick y vuelve difícil seguir las maniobras.

Mira, ¡humo!

Una nube blanca sale de mi boca. Como cuando en las películas los personajes fuman sentados en las mesitas de los bares y ríen y beben whisky con hielo y dicen “tráeme otro”, solo que aquí no hay ningún cigarrillo. Ojalá que la nieve no haya comenzado a quemarme por dentro, además de los pies.

Intento atrapar el humo con las manos. Se escapa. No se deja sujetar. Se disuelve entre los dedos que ni siquiera lo sienten y desaparece en un instante.

Lo intento de nuevo. Una respiración profunda, saco todo el aire que tengo dentro. En la prueba de capacidad pulmonar debo exhalar lo más fuerte que puedo dentro de un tubo gris de plástico, ahora hago lo mismo, pero sin el tubo. De repente un cono blanco de humo se extiende frente a mí y después se descompone con rapidez para subir a lo alto. En total dura tres segundos, máximo cuatro.

Cierro de nuevo la boca. Es mejor cantar en la mente. Yo no puedo fumar. Por ningún motivo del mundo.

¡MUY BIEN! FUMAR DESTRUYE LOS PULMONES. ¿DE QUÉ SERVIRÍA HABER SIDO SINTETIZADOS SI DESPUÉS SE ENFERMA UNO? ESTÁ PROHIBIDO FUMAR EN EL MUNDO. SIGUE ASÍ. MANTÉN LA BOCA CERRADA. NADA ENTRA, NADA SALE.

Este asunto me gusta cada vez menos. Lo que faltaba, ahora también el humo y la nieve y el frío y todo el aire alrededor. Pero, ¿cuánto espacio hay? Parece no terminar nunca. Miro a la derecha y miro a la izquierda, miro delante y detrás, busco obstinadamente paredes, límites, un techo sobre la cabeza, pero no hay.

QUÉ GRACIOSO ERES. CLARO QUE HAY LÍMITES. NO SE PUEDE VIVIR SIN LÍMITES. SIMPLEMENTE ESTÁN LEJOS Y NO SE VEN DESDE AQUÍ. LO ENTENDISTE BIEN; TERMINASTE EN OTRO MUNDO, IGUAL AL DE ANTES, SOLO QUE MUCHO, PERO MUCHO MÁS GRANDE. ¿Y SI FUERA LA PROMOCIÓN A UN NUEVO NIVEL? UN NIVEL MÁS ALTO Y MÁS DIFÍCIL. YA VERÁS QUE TARDE QUE TEMPRANO LLEGARÁS A UNA PARED DONDE DETENERTE. QUIZÁ JUSTO ES ALLÁ DONDE TE DIRIGES. NO TE PREOCUPES. MADAR ESTARÁ ALLÍ ESPERÁNDOTE.

¿Pero por qué Madar no me habló de este Mundo más grande? No sabía que todo esto existiera en verdad…

NO TE HAGAS PREGUNTAS ABSURDAS; MADAR SIEMPRE SABE LO QUE ES BUENO Y LO QUE ES MALO PARA TI. DEBES CONFIAR EN ELLA. SI NO TE LO DIJO, SIGNIFICA QUE NO DEBÍAS SABERLO. QUIZÁ QUERÍA DARTE UNA SORPRESA. QUIZÁ EN EL PROGRAMA ESTO SE DESCUBRE SOLO A CIERTO NIVEL. QUIZÁ EXISTE INCLUSO UN MUNDO MÁS GRANDE QUE ESTE Y TODAVÍA NO LO HAS VISTO… NO TE PREOCUPES; NO DEBES SABERLO TODO, SOLO DEBES REALIZAR LAS TAREAS Y HACER LO QUE SE TE PIDE. MADAR TAMBIÉN TE LO DICE: NO DEJES QUE LA MENTE ANDE LIBRE, SOLO ENTRARÍAN COSAS MALAS QUE TE DISTRAEN Y NO TE DEJARÁN TRANQUILO. LUEGO TERMINA EN QUE TE CUESTA TRABAJO DORMIR Y EN LA MAÑANA NO ESTÁS LÚCIDO PARA EL EJERCICIO.

Mmm, me gusta la idea del nuevo nivel ¡y también la de la sorpresa!

Si no me equivoco, ahora se acabaron los campos y llegué a una calle. Porque esto es una calle, ¿cierto?

ME PARECE QUE SÍ.

Es la primera vez que me encuentro en una calle, una calle verdadera quiero decir.

¿A QUÉ TE REFIERES?

Las del Simulador se parecen, pero esta no tiene comparación. No solo hay cosas que ver, ¡también hay dónde pisar, tocar, oler!

Aquí la nieve cambió, sobre todo hay menos, y se ha convertido en una masa oscura. Intento tocarla, está igual de fría que antes, pero un poco de esa porquería negra se me queda pegada en los dedos. Me la limpio en los pantalones. Se mancharon, esperemos que Madar no se enoje.

Bajo la nieve se asoma un pavimento grumoso y oscuro. Me arrodillo, rozo con las manos por encima. Está áspero, como si estuviera hecho de muchas piedritas oscuras que se mantuvieran juntas con un pegamento negro. Cuando me incorporo, se me quedan encajadas algunas en las rodillas. Ay no, las sacudo lejos, pero mientras tanto algo terrible les pasó a mis piernas: la piel está roja y donde estaban los guijarros ahora hay dos hoyitos blancos.

Esto nunca hubiera pasado en el Simulador. No me gusta esta nueva calle.

Levanto la mirada. Las luces de las farolas alumbran los muros. Los ojos rebotan de un lado a otro, hay demasiadas cosas que ver. Hay demasiado de todo.

Estoy trastornado.

YA TE LO DIJE, CONCÉNTRATE, NO TE DISTRAIGAS CON LO QUE TIENES ALREDEDOR, SOLO MIRA LO QUE SIRVA DE ALGO. EL RESTO NO EXISTE. ¿PARA QUÉ HAS HECHO TANTO EJERCICIO SI DESPUÉS TE PIERDES ASÍ?

Tú la tienes fácil, pero en este lugar también los olores son demasiados y huelen demasiado. No entiendo ni siquiera a qué saben ni de dónde vienen, solo sé que son diversos, extraños y malvados.

A mí me gusta el perfume del gel de ducha azul en el Dispensador del Baño, el de la hamburguesa de soya cuando acaba de llegar caliente del Dispensador de Alimento, el olor a plástico que queda en los dedos después de maniobrar todo el día el joystick, el de los tenis de gimnasia nuevos cuando los acabo de sacar de la caja. No estos olores que me queman la nariz y me provocan náuseas.

Parece como si en verdad estuviera dentro de un enorme videojuego, pero es mucho más de lo que estoy acostumbrado en el Simulador Sensorial. Aquí estoy realmente adentro.

¿No crees que podría ser una innovación que hay que experimentar? Lo sé, no sería el procedimiento estándar, por lo general hay videos de instrucciones y Madar luego me explica qué debo probar. Aunque, si realmente fuera eso, sería una novedad grandiosa.

ES LO QUE ES. ¡CONCÉNTRATE! ¿CUÁNTAS VECES DEBO REPETIRLO? TE ESTÁS DISTRAYENDO Y PIERDES LA CONCENTRACIÓN. S M. T.