BREVE HISTORIA
DE LA MITOLOGÍA NÓRDICA

BREVE HISTORIA
DE LA MITOLOGÍA NÓRDICA

Carlos Díaz Sánchez

Si los dioses tienen un comienzo,
tienen también que perecer

Sobre la naturaleza de los dioses
Cicerón

Introducción

La mitología nórdica es una de las mayores mitologías que existen en la cultura europea. Esta mitología ha llegado hasta los lugares menos esperados, extendiéndose incluso hasta el Mediterráneo.

En esta obra se ha realizado un índice que explique la cultura nórdica, con una breve narración de su historia y de su geografía. Con esta pretendemos crear una idea natural de cuáles fueron los límites de la cultura nórdica y su expansión, desde su surgimiento en la península de Jotunland hasta los rincones más recónditos del Mediterráneo, América del Norte o la región más oriental de Europa.

El paso de la historia y la geografía de esta cultura nos abre las puertas a la comprensión de la vida cotidiana, intentando explicar de forma sintética los aspectos más fundamentales de la vida nórdica, cómo eran sus templos, cómo se estructuraba la sociedad, cómo se organizaba el ejército o cualquier otro aspecto fundamental para conocer la identidad de estos pueblos.

Con la comprensión de la cultura nórdica, la mitología se puede llegar a narrar de forma más extendida. En los siguientes capítulos desarrollamos la siguiente estructura. Cómo fue la creación del universo, buscando ver los inicios de esta en el gigante Ymir. No solamente tenemos estos ejemplos, sino que se explicarán los inicios de la humanidad, cómo surgen los distintos mundos y cuáles son su posiciones con respecto al Yggdrasil. En este mismo capítulo se explica la creación del día y la noche, como también el paso de las estaciones. Esto se culmina con una explicación racional con respecto a los aspectos narrados en el mismo.

Con la explicación de la creación del universo se procede a detallar las distintas familias de los dioses, los Aesir y los Vanir, explicando cada uno de ellos y la guerra que sucedió para calmar los dos reinos. Estos son los primeros mitos que se suceden tras la creación del mundo. En estos apartados narraremos quiénes eran los dioses que componían los Aesir, como Thor, Odín, Sif o Frigg, y los Vanir, como Frey y Freya; para terminar con uno de los dioses más complicados de todos, Loki.

Una vez que conocemos los aspectos fundamentales de los diferentes dioses y su naturaleza, procedemos a contar los mitos que no están relacionados con Odín, Thor y Loki directamente, por lo que narraremos cómo fue la creación de los diferentes órdenes de personas por Heimdal, cómo Freya consiguió su colgante, cómo Iðunn fue raptada o cuál fue la prisión del lobo Fenrir. Para después, en los siguientes capítulos, pasar a explicar con más profundidad las figuras de Thor, Loki y Odín. En estos capítulos se realizará un análisis de todos los mitos e historias relacionados con estos.

Tras la explicación de toda la cosmología y los mitos relacionados con los Aesir y los Vanir que han perdurado en las fuentes literarias, todo culmina con el último de la fase mitológica, el Ragnarök. En este mito se explica cómo son sus prolegómenos, con la muerte de Baldr y cuál es el resultado de este acontecimiento, para, después, explicar el evento del Ragnarök y lo que sucedió al final de este.

Por último, narraremos dos de las leyendas más conocidas que se han conservado y de las que se tiene constancia en el mundo nórdico: Beowulf, Bjorn junto a Bodvar y el mito de Fáfnir y Sigurðr.

La gramática y la explicación de estos mitos está basada en las traducciones de las Eddas y de los diferentes textos mitológicos, por lo que las palabras o nombres, como por ejemplo, los que terminan con una desinencia en -hem se pueden encontrar también terminadas en -heim, o las desinencias en -er, que pueden ser también en -ir. Esta variación depende del traductor que se haya consultado. En nuestro caso, hemos utilizado las denominaciones y los nombres más comunes para que se pueda llevar una lectura fácil.

Por último, nos gustaría puntualizar que este libro tiene la intención de ser completamente divulgativo, para un público que tenga la necesidad de conocer los diferentes mitos de la cultura nórdica sin que sea una lectura pesada. Sin embargo, la redacción de este libro se ha realizado a partir de las lecturas de las fuentes literarias antiguas y la bibliografía actualizada, así como artículos de investigación que promueven nuevas teorías sobre este tipo de cuestiones. No obstante, para aquellos lectores inquietos que deseen ampliar sus conocimientos, se ha recopilado una gran cantidad de bibliografía que, además de ser usada para la redacción de este libro, puede servir de ayuda en caso de que se quiera profundizar en estos mitos.

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Notas y contexto geográfico e histórico de la cultura nórdica

¿QUÉ ES LA MITOLOGÍA NÓRDICA Y DÓNDE TIENE SU ORIGEN?

La cultura nórdica es una de las más fascinantes de la historia, tanto por su rica mitología como por sus increíbles personajes e historias. Actualmente, son conocidos como vikingos, pero… ¿esta fue su denominación en la época en la que vivieron? El nombre vikingo proviene de la palabra nórdica vik, que significa ‘bahía’ o ‘ensenada’. Muy en consonancia con las acciones de estos pueblos, parece que esta palabra trasgredió en el mundo escandinavo alrededor del siglo IX d. C., obteniendo un nuevo significado, ‘expedición marítima’. No obstante, no a todos los pueblos nórdicos se los puede considerar vikingos. La descripción que se realiza en las sagas (las fuentes que tenemos para la descripción de las leyendas y los viajes de esta cultura) como la Saga de Gunnlaugs lengua de víbora o en obras como Los siete romances vikingos, explican cómo, el vikingo, tiene una connotación negativa que lo muestra cual ladrón, pirata o asaltante marino. Sin embargo… ¿a qué se llamó cultura nórdica?

Los territorios que la cultura nórdica abarcó hasta su conversión al cristianismo son muy diversos y extensos. En el imaginario colectivo la cultura nórdica se localiza al norte de Europa, sobre todo en el ámbito escandinavo. Es decir, en los territorios de Finlandia y los pueblos que, lingüísticamente, están emparentados entre sí, como el karelio, sámi o el finés. No solamente se trata de los territorios de la península escandinava, la cultura nórdica fue más allá, abarcando diferentes territorios como las islas Feore, Islandia, parte noroeste de Escocia o el norte de la antigua Germania. La mitología que conocemos como nórdica no es específica del norte de Escandinavia, esta bebe de la mitología germana, que es bastante desconocida, pero que parece contener unas similitudes bastante grandes con ella. Los contactos comerciales con la frontera romana, establecida en el norte de Germania, habían producido un intercambio a nivel cultural. No obstante, el botín de los saqueos, el comercio o el salario por los servicios de mercenarios a las tribus fronterizas, muy habitual desde el Bajo Imperio romano, habían favorecido que la sociedad germánica, en el norte, comenzara a observar cambios en su estructura social, que fue una dinámica cultural en el mundo nórdico. Dentro de estos territorios, en el norte de la provincia de Germania, se ubica uno de los más controvertidos y especiales, donde se mezclaron tanto la mitología nórdica como la antigua germana, la península de Jutlandia.

En este territorio convergen las influencias más norteñas de la actual Suecia y Noruega junto con las propias de los pueblos germanos, sajones o neerlandeses. Por lo tanto, viendo las conexiones entre la mitología germana, hoy muy desconocida, y la mitología nórdica, podemos hablar de diferentes territorios y cronologías distintas.

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Península de Jutlandia, actual territorio de Dinamarca

La mitología nórdica tiene unos orígenes más antiguos de los que pensamos, no solamente se desarrolló durante los años de actividad vikinga, en torno al 790 y el 1100, sino que deberemos remontarnos a una época de transición desde la Antigüedad a la Edad Media. En la época denominada era de Vendel (550-790) se puede observar, a nivel arqueológico, cómo empezaron a aparecer los pueblos que habitaban los territorios cercanos al mar Báltico.

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Escudo de la era de Vendel. Muy similar a los escudos que llevaban a las diferentes incursiones los vikingos.

Los inicios de esta mitología son fruto de una religión construida por una sociedad agrícola y guerrera, no obstante, conocemos muy bien el final de esta creencia. La llegada del cristianismo al norte de Europa y a estos territorios supuso el fin para estas creencias, fue a partir del siglo X d. C. cuando en Dinamarca los reyes se cristianizaron, comenzando así el declive de esta religión en las monarquías bálticas y escandinavas, llegando a sucumbir al cristianismo en el siglo XII.

No obstante, esta religión no desapareció completamente del panorama internacional, ya que quedó muy ligada al folclore y a la cultura popular de Noruega e Islandia. En la actualidad, el resurgimiento del paganismo ha llevado a establecer diferentes cultos, actualmente oficiales, en lugares como Islandia, Noruega, e incluso en Latinoamérica y España, donde, a partir del 2010, se considera una religión oficial, como por ejemplo, la Comunidad Odinística Española-Ásatrú.

INTRODUCCIÓN Y BREVE CONTEXTO DE LA CULTURA NÓRDICA

Esta religión es propia de la denominada cultura nórdica o vikinga. La cronología en la que se movió ha sido denominada era vikinga, la cual duró desde el siglo VIII hasta finales del siglo XII. Esta cultura no fue inmóvil en estos territorios, sino que llegó a extenderse durante un breve lapso de tiempo por prácticamente toda Europa. La gente que ocupaba la región de Escandinavia se asentó en zonas que van desde Rusia hasta la costa de Norteamérica, estableciendo reinos en Normandía, el este de Gran Bretaña, el reino de Dublín e, incluso, sus descendientes consiguieron llegar hasta la península ibérica y el interior del Mediterráneo. Los inicios mitológicos y heroicos de esta cultura provienen del período protohistórico conocido como la Edad de Hierro germánica, que coincide cronológicamente con la era de Vendel, desde el siglo v hasta principios del siglo IX.

Fue durante este período cuando se comienza a desarrollar un proceso de centralización que aún no había penetrado en la región de Escandinavia, siendo la península de Jutlandia la que comenzó a experimentar estos procesos de centralismo, obteniendo una tribu el dominio, o la preminencia, sobre el resto del territorio. En este período aparecen las leyendas de Beowulf, como rey heroico de los jutos en Jutlandia, o de los götar en el sur de Suecia, así como leyendas heroicas que servirán de legitimación para los distintos reyes de la región de Escandinavia y la península de Jutlandia. Fue también durante esta cronología cuando comenzaron a aparecer las migraciones masivas hacia Escandinavia. Los pueblos germanos, los hunos e, incluso, algunos pueblos del este de Europa empezaron a enviar enormes cantidades de oro y plata hacia Escandinavia, coincidiendo también con las primeras expediciones de saqueo hacia el Báltico. Al finalizar este período de Edad del Hierro se comienza a presenciar la aparición de los reinos regionales en la península de Jutlandia y en Suecia, y fruto de este período se observa cómo una tribu predomina sobre el resto.

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Drakkar del Tapiz de Bayeux. Representa la forma en la que se realizaban las incursiones nórdicas, así como el modelo de barco que utilizaban.

Existen numerosas pruebas arqueológicas, como las grandes obras defensivas, los asentamientos planificados en planta, los enterramientos dotados de enormes cantidades de materiales y las estructuras que, a través de la comparación con los pueblos celtas de Europa, se pueden analizar como un establecimiento de poblaciones con una estructura muy jerarquizada. Se comenzaron a desarrollar grandes reinos, como se describe en la Gesta Danorum, donde aparecen numerosas dinastías ligadas a ese pasado heroico y a los territorios, que se comienzan a conformar como reinos durante los siglos VII-IX d. C.

El período de nacimiento de la cultura vikinga comenzó a finales del siglo VIII d. C., cuando los reinos escandinavos mantenían una inestabilidad en sus territorios. Por la estructura de su sociedad, muchos hombres aspiraban al trono, ya que el sistema de elección podía hacer elegible como rey a cualquier persona con sangre real; es decir, cualquier familiar con sangre real, tanto por parte del padre como por parte de la madre, podría llegar a ser postulado como monarca de esa comunidad. Las disputas entre estos candidatos al trono eran muy habituales y desembocaban, con frecuencia, en guerras civiles que desestabilizaban estos territorios. Por lo tanto, observamos cómo estas grandes disputas acababan siendo solucionadas con la búsqueda de un territorio extranjero que poder gobernar. Fue entonces cuando comenzó la era de los vikingos, cuando estas incursiones sirvieron como forma de legitimarse en el trono, buscar grandes riquezas por mandato de su rey o encontrar un territorio que poder gobernar.

GRAN BRETAÑA. EL INICIO DE LAS INCURSIONES NÓRDICAS

Uno de los momentos que podemos analizar, de forma breve, para comprender cuál fue el alcance de la cultura nórdica en Europa, comienza con la invasión nórdica de Lindisfarne en el año 793. La primera aparición de los vikingos en el norte de Gran Bretaña fue acompañada por un presagio que se ha conservado gracias a Alcuino de York, quien describe la brutalidad de las acciones de este pueblo vikingo en el saqueo de una iglesia. Durante este año, en York, la capital del reino de Northumbria, se presagió que estaba a punto de acometerse un gran mal en los territorios cristianos del norte de este reino. Parece que esto fue confirmado cuando los nórdicos invadieron y saquearon la iglesia en la isla de Lindisfarne.

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Monasterio de Lindisfarne. Fotografía Matthew Hunt.

A partir de este año se intensificaron las invasiones nórdicas de las tierras británicas. Hasta el 830 los vikingos realizaron numerosas incursiones a diferentes iglesias y monasterios de la costa británica, este tipo de ataques los llamaban strandhögg, los cuales consistían en una incursión de tres o cuatro longship hacia un punto, saquearlo y huir hacia la tierra de origen con el botín. A partir del 836 los daneses comenzaron a reunir grandes ejércitos para movilizarnos hacia diferentes tierras. Un ejemplo de ello fue la batalla de Carhampton, donde el rey Egberto se enfrentó a esta flota danesa. La batalla tuvo como resultado una victoria de los daneses, quedándose los nórdicos con el territorio de la batalla, tal y como lo expone la Crónica anglosajona. Este solo es uno de los ejemplos de lo que fueron las distintas incursiones vikingas en el norte de Gran Bretaña Se cuentan por decenas estas incursiones a gran escala, como la efectuada en la primavera del 851 hacia la actual Kent por parte de una flota de más de 350 barcos. Este contingente nórdico consiguió derrotar al rey Beorthwulfo de Mercia, cruzando el Támesis hacia el reino de Wessex. Sin embargo, la victoria de los nórdicos no fue muy duradera, ya que fueron derrotados en este lugar poco después.

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Ragnar Lodbrok en su último día. Hamilton, Hugo. 1830.

Uno de los principales protagonistas de la conquista de los territorios británicos por parte de los vikingos daneses fue Ragnar Lodbrok. Este personaje, que roza lo heroico y lo histórico, consiguió llegar a la jefatura gracias a las grandes incursiones de saqueo desde Dinamarca hacia Gran Bretaña o hacia diferentes lugares del Imperio bizantino y el Ártico. Ragnar consiguió el trono de Dinamarca y estableció su posición gracias a diferentes matrimonios, sin embargo, por lo que ha pasado a la historia fue por conseguir conquistar la ciudad de York hacia el año 866. No obstante, el año siguiente, en marzo, Ragnar fue ejecutado por el rey Aelle, el cual lo ejecutó tirándolo en un pozo lleno de víboras.

Este episodio es uno de los más conocidos e importantes de la historia de las invasiones nórdicas en Gran Bretaña, quedando plasmado cómo este tipo de cultura consiguió establecerse en estos territorios.

Muchos de los reinos que había en el territorio británico sucumbieron ante las distintas invasiones. Por otro lado, Dublín, la actual capital de Irlanda, fue una fundación de un reino vikingo hacia el año 841. La historia de Gran Bretaña para estos años es un toma y daca por parte de los monarcas anglosajones y los reyezuelos vikingos. No obstante, estos territorios terminaron siendo unificados por la dinastía anglosajona de Wessex, gracias a la alteración de los vikingos en el resto de los reinos.

LAS INCURSIONES EN EUROPA. EL REINO FRANCO Y EL ATAQUE A PARÍS

No solamente podemos observar cómo los vikingos cambiaron el panorama de Europa en las islas británicas, ya que desde el 799 hasta el 939 los vikingos asolaron los territorios del reino de Francia. Durante el gobierno de Carlomagno, los nórdicos intentaron realizar distintas incursiones sin éxito hacia los territorios del reino franco. Las fortalezas que diseñó Carlomagno para la línea de defensa costera supusieron distintas plazas por toda la línea de costa y de los ríos. Carlomagno fue sabedor de las técnicas usadas por los vikingos, ataques rápidos y un saqueo sistemático con un repliegue hacia sus tierras. Sin embargo, hacia el 834, cuando Carlomagno llevaba veinte años muerto, las defensas costeras que este planeó comenzaron a fallar. La primera incursión fue por el Rin hacia el pueblo frisio de Dorestad. Los vikingos consiguieron saquear este pueblo, así como imponerle un tributo de 45 toneladas de plata para evitar más ataques.

La situación en Europa que habían propiciado Carlomagno y su hijo Ludovico con el tratado de Verdún y la división del reino entre sus sucesores fue muy propicia para las incursiones vikingas. El reino más vulnerable fue el de Carlos el Calvo, en la parte del Imperio carolingio más occidental, las actuales Francia y Países Bajos. Los vikingos habían conseguido que el rey Carlos pagase un tributo para evitar amenazas directas contra el trono. No obstante, esta situación provocó aún más incursiones, que buscaban recaudar más dinero de este reino. La situación política de la Edad Media era muy diferente a la del Imperio romano. En esta ocasión, la nobleza, dirigida por los condes que estaban en contra del rey Carlos, favoreció diferentes incursiones nórdicas. Los condes eran responsables de la administración de la justicia y la recaudación de impuestos para la Corona en sus territorios, pero al ver que el rey no proporcionaba garantías contra estas incursiones, decidieron hacer lo propio con ellos. Los vikingos se vieron muy favorecidos con esta situación y ello se evidenció en el año 845, con las incursiones en el Sena.

Las primeras incursiones hacia la ciudad de París fueron durante el 845, cuando una invasión de más 120 barcos dirigida por Ragnar (no confundir con Ragnar Lodbrok) consiguió cercar esta ciudad. Este ataque fue uno de los más violentos por parte de los vikingos, quienes ejecutaron a numerosos civiles a ojos de su rey para que se les pagase un tributo y así abandonaran la ciudad. Carlos el Calvo pagó 3174 kilos de plata para que así abandonasen la ciudad. No obstante, este fue el inicio de una de las políticas más rastreras que un rey francés realizó durante su gobierno. Carlos, a través de una asamblea en la ciudad de Pîtres, decidió, junto con su corte, la construcción de puentes fortificados de piedra, madera y tierra para defenderse de las incursiones nórdicas. En el año 864, en la misma ciudad, se volvió a incidir en esta idea, pero se decidió que se eliminasen las murallas de los pueblos, para evitar que la nobleza que iba contra él se pudiera refugiar en estas ciudades, dejando a su pueblo a merced de los vikingos. Los múltiples ataques en las costas francas provocaron la imposición de numerosos tributos que beneficiaban a los pueblos nórdicos, llegando a pagarse seis denarios (no confundir con la moneda romana) por cada hombre libre y tres por los siervos, asimismo, los mercaderes debían pagar la décima parte de sus bienes e, incluso, el clero debía pagar a los daneses. Esta situación llevó a que el rey Carlos se enfrentase a los vikingos el año 873 en el puente de Pont de L’Arche, donde consiguió evitar más ataques nórdicos durante los años venideros. Sin embargo, las incursiones nórdicas en esos años solamente se focalizaron en Gran Bretaña y Flandes. Hacia el 885, los daneses llegaron a París, consiguiendo establecerse a las afueras de esta ciudad gracias a los 700 barcos que llevaban consigo. Al año siguiente, durante el mes de enero, los daneses volvieron a atacar la ciudad de París. Durante los meses de invierno, los vikingos incendiaban y asesinaban todo lo que ocupaba la ciudad, consiguiendo tomar la ciudad e ir más al sur, tal y como demuestra la conquista de Ruán por parte de Rollo.

DE INCURSIONES A REINOS. NORMANDÍA Y BRETAÑA

La fundación de Normandía como reino vikingo se consiguió gracias a las incursiones provocadas en el río Sena años antes. Los reyes de Francia se habían sucedido desde Carlos el Calvo, Luis el Tartamudo u Odón, hasta llegar a Carlos el Simple (conocido por ser muy sincero) en el año 893. La base establecida en Ruán por Rollo fue uno de los puntos más importantes en la historia de los vikingos en Francia. Rollo saqueó los territorios cercanos a Ruán hasta el 911, momento en el cual tuvieron una entrevista el rey franco y el jefe danés. El acuerdo de paz consistió en la conversión al cristianismo de los daneses de Rollo y la defensa del Sena de diferentes incursiones vikingas. A cambio, el rey franco nombró a Rollo conde de Ruán. Este acuerdo supuso el principio de la soberanía de Rollo en las orillas del Sena, sin embargo, el principado de este nuevo conde comenzó a conocerse como Normandía, llegando a ser uno de los territorios más importantes para la historia de Europa. Rollo cumplió parte del trato, defendiendo las costas del río Sena de los demás vikingos. No obstante, la parte de sumisión al rey no fue cumplida.

Una de las historias más impactantes se produjo cuando los obispos del reino franco le explicaron que debía besar los pies al rey en forma de sumisión. Rollo se negó a hacerlo y ordenó a uno de sus vasallos que besara los pies al rey, uno de sus hombres cogió la pierna de este y se la llevó la boca, provocando un desequilibrio en el monarca y que este cayera de espaldas. Esta historia es una prueba de que, aun habiéndose convertido al cristianismo y fingiendo una sumisión real, todavía eran libres. Los vikingos, asentados en Normandía, se repartieron las tierras según la tradición danesa, reteniendo una gran parte para sí mismos y dando diferentes terrenos a los más grandes guerreros. Muy pronto este territorio fue objeto de diferentes migraciones por parte de los daneses de Gran Bretaña e, incluso, de otros señores vikingos.

Algo similar ocurrió en la zona de Bretaña. Un jefe vikingo llamado Rognvald estableció una colonia en Bretaña a principios del siglo X d. C. La elección de este territorio se debe a que Rollo defendía el Sena de las incursiones vikingas, y al ver cómo Normandía prosperaba, la región de la Bretaña era objeto de conquista. Rognvald consiguió en el 919 conquistar Nantes, expulsando de allí a la aristocracia y al clero y convirtió el territorio en un nuevo reino vikingo. No obstante, este fue un reino muy breve, dado que a la muerte de Rognvall en el 925 se generó una inestabilidad que fue aprovechada por los campesinos. Aunque este primer intento de independencia de los vikingos falló, sirvió como ejemplo para que el rey en el exilio, Alano Barbatuerta, se lanzase a recuperar sus territorios. En el 937 Alano consiguió capturar Nantes y, en el 939, los bretones asaltaron la última colonia vikinga, doblegando así su reino hacia el reino franco.

LOS RUS. VIKINGOS EN EL ESTE

No solamente existieron las incursiones nórdicas en el territorio oeste de Europa, sino que también se expandieron hacia el este, siendo la primera parada la actual Rusia. Si la historia de las incursiones nórdicas en Europa occidental está marcada por la gran violencia, las incursiones producidas en Europa oriental no fueron menos. El atractivo de los vikingos en el este fue la moneda de plata acuñada por el califato islámico y las riquezas que estos tenían. Los mercaderes árabes compraban los bienes a los búlgaros nómadas que vivían en las estepas del mar del Caspio, esta moneda con la que se comerciaba llegaba hasta el mar Báltico y, de ahí, los vikingos tuvieron constancia de las grandes riquezas que existían en el este.

El interés de estos pueblos por el este fue correspondido por los árabes y los bizantinos, los cuales se interesaron por las costumbres y por el comercio de estos pueblos. Hacia el año 830 se abrieron rutas comerciales que iban desde el Báltico hasta el mar Negro y el mar Caspio. Estas rutas sirvieron para comerciar desde el mundo nórdico hasta Constantinopla y la capital del califato árabe abasí en Bagdad. Este camino funcionó como enlace cultural, esto se demuestra cuando los suecos comenzaron a movilizar migraciones como las que se habían desarrollado en Europa occidental, a través de las vastas estepas del este. Ese pueblo se denominó rus, término que deriva del antiguo nórdico roðr, que significaba literalmente ‘tripulación de remeros’. Aunque existen alternativas como la que nos expone John Haywood en su libro Los hombres del Norte, la cual especifica que pudiera ser una referencia al color del pelo rubio/rojo con la traducción del griego Rusivi. Una denominación que proviene del Imperio bizantino desde el siglo VI d. C. Estos fundaron asentamientos por todo el norte de la ruta comercial que bajaba hasta Constantinopla, dando lugar a un territorio denominado como Garðaríki. Estos rus se convirtieron en una élite militar y comercial que gobernaba todos estos asentamientos del norte de esta ruta. Aunque estaban formados por nativos eslavos y población finesa, estos realizaban incursiones con las poblaciones finesas y eslavas en busca de tributos durante el período invernal, ya que se podía evitar salvar las grandes cantidades de agua y ríos porque su superficie estaba congelada. Esta dinámica también se observa en el mundo occidental.

Tenemos constancia por las fuentes árabes de que los rus estaban divididos en tres grupos: los kuyavia, los slavia y los arcania. También tenemos noticias de que eran gobernados por una figura denominada como kagan, para lo cual se han buscado paralelos en la figura del kan turco. Hacia el año 860 parece que se inaugura un período de construcción territorial gracias a la petición de ayuda militar de los pueblos eslavos. Para ello se eligieron tres hermanos que gobernarían diferentes ciudades: Rúrik fue a Nóvgorod, Sineus a Beloózero y Truvor gobernó Izborsk. Estas ciudades fueron el germen del Estado ruso, sin embargo, plantean diferentes polémicas, como la fundación de Nóvgorod, la cual no se constata arqueológicamente hasta el año 930, por lo que la capital gobernada por Rurik debió de ser Gorodiche, una isla muy cercana a la actual ciudad moderna.

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La Guardia Varega en la crónica de Juan Skylitzes, Skylitzes Matritensis

Estos territorios sirvieron de cabeza para propiciar ataques hacia Constantinopla, llegando a capturar la ciudad de Kiev en una de sus incursiones hacia el sur. Uno de los kinas (título que se le daba al rey de los rus), llamado Oleg, el cual estaba emparentado con Rúrik, decidió trasladar la capital del Estado rus desde Nóvgorod hasta Kiev.

Las diferentes incursiones rus hacia el territorio bizantino propiciaron que se firmase un acuerdo, en el cual se otorgaba un subsidio a nivel económico y de víveres para evitar que se produjeron incursiones violentas. Se llegó incluso a realizar un peaje por cada barco que se trajera. Asimismo, los rus tenían permitido estar en los territorios de Bizancio, pero no podían vivir en la ciudad de Constantinopla. Este fue uno de los tratados que firmó el Estado rus de Kiev con la capital del Imperio bizantino. No obstante, no fue el único tratado que se realizó. A la muerte de Oleg, le sucedió Ingvar en el 913, produciéndose numerosas incursiones alrededor del mar Caspio y hacia Constantinopla entre el 944 y el 945. Sin embargo, la historia de los rus no acaba aquí, ya que se extendieron hacia Bulgaria y hacia las orillas del río Volga. Asimismo, las cortes de Constantinopla aceptaron a los rus como su guardia personal, denominada Guardia Varega, la cual sirvió durante mucho tiempo al emperador bizantino. La influencia de los rus en el Imperio bizantino fue enorme, llegando a casarse princesas bizantinas con grandes personalidades de los rus, siendo el germen de la grafía cirílica y de la cristianización ortodoxa de los territorios que habitaron.

LOS PUEBLOS DEL NORTE EN AMÉRICA. UNA EXPEDICIÓN MÁS ALLÁ DE LA IMAGINACIÓN

Por lo que respecta a Norteamérica, existe una región llamada Vinlandia que se nos menciona en las diferentes sagas que desarrollan las historias de la exploración en el norte. La primera mención de esta tierra aparece por primera vez en los escritos de Adam de Bremen en su obra Descripción de las islas del Norte, escrita en el 1075. En esta aparece una tierra vinculada con el vino o los viñedos, algunas investigaciones hacen referencia a los arándanos. Sin embargo, las fuentes nórdicas que nos hablan de esta tierra son las sagas de los islandeses escritas en el siglo XIII. En estas se describe la existencia de una tierra con una gran cantidad de vides. En la Saga de los groenlandeses aparece mencionada esta tierra, pero no se refiere al vino, sino a la talla de árboles o a sus frutos. Con ello se hace referencia al viaje que se realizó durante el siglo XI de la mano de los hijos de Erik el Rojo.

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Leif Erikson descubre América. Cuadro de Christian Krohg.

Erik el Rojo fue un explorador que anduvo por el círculo polar ártico en las fechas en las que nos movemos, hasta que sus viajes y exploraciones se vieron interrumpidos por su muerte. No obstante, su legado fue heredado por su hijo Leif Erikson. Esta persona fue la encargada de continuar la aventura de su padre en las tierras del círculo polar ártico, llegando hasta las tierras de Terranova.

Aquí se puede explicar la existencia de un primer asentamiento que se realiza, bajo su mando, en tierras norteamericanas, llegándose incluso a contactar con la población local. El campamento de Leif Erikson se llamó Leifsbúdir y estaba situado en el extremo norte de la isla de Terranova. No sabemos por qué fue abandonado este territorio por parte de los vikingos. Algunas investigaciones detallan cómo la población local era muy hostil a la llegada de los nórdicos, otra línea de investigación excusa que el territorio era muy inestable para poder permanecer en él durante mucho tiempo y, por último, otra de las teorías indica que la llegada a esta tierra, a pesar de su gran fertilidad, fue solamente una expedición, por lo que abandonaron este territorio para volver a su tierra natal.

LA MITOLOGÍA NÓRDICA. PARTE DE LA CULTURA EUROPEA

El breve contexto histórico y cultural que se ha desarrollado en las anteriores páginas sirve para hacernos ver que la cultura nórdica no es desconocida ni está aislada del resto de Europa. Esta cultura formó parte de la creación y fundación de numerosos pueblos que son el germen de los Estados actuales de Europa. Desde Gran Bretaña, donde se tiene constancia de una ocupación muy importante; Islandia, donde se tiene constancia de la pervivencia del genoma nórdico; la actual Francia, donde Normandía es un ejemplo claro de la ocupación vikinga; la propia Italia, con una Sicilia fundada por los normandos en el Mediterráneo; hasta los pueblos más al este, como son los Estados ruso y ucraniano. La cultura nórdica es una de las más importantes en la Edad Media, aunque pervivió durante poco tiempo, sus tradiciones han conseguido pervivir en la cultura popular actual e influenciarla. Uno de los ejemplos más importantes en la música fueron las obras de Richard Wagner, con sus cuatro óperas épicas tituladas el Anillo de los Nibelungos, o los escritos de J. R. R. Tolkien, con sus novelas de fantasía como El señor de los anillos, donde se puede observar una influencia grandísima de la cultura nórdica. En la actualidad, las novelas fantásticas, las series o películas del género fantástico o las películas del universo cinematográfico Marvel beben en parte de estas leyendas. Dentro de la cultura de los videojuegos, como en la saga Final Fantasy o en World of Warcraft se ha recurrido a la mitología nórdica para generar personajes o eventos. Y, por último, la difusión histórica ha avanzado mucho desde finales del siglo XX hasta ahora, gracias a los eventos culturales y a la recreación histórica. En España, por ejemplo, existen muchos grupos de recreación nórdica y medieval los cuales realizan diversos eventos a lo largo del año por ciudades emblemáticas de la península ibérica.

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Representación de un asentamiento nórdico. Imagen cedida por la asociación Caballeros de Ulver.

Por ello, no debemos pensar que esta mitología está muerta o acabada, sino que ha pervivido hasta nuestros días en la cultura popular, en el ocio, siendo una de las culturas más atractivas para la población en general.